domingo, 22 de enero de 2017

Por una educación oportuna

Ahora que estoy dedicandome a matricular a los niños y niñas en el colegio me entero que el Congreso de la República aprobó en el último día de la última legislatura ordinaria un proyecto de ley que fija el 31 de julio como fecha tope para la matrícula escolar de los niños y niñas de 3, 4, 5 (educación inicial) y 6 años (primero de primaria) en sus grados respectivos.
En caso el gobierno promulgase o el Parlamento insistiese con esta norma, se estaría afectando el gran esfuerzo del sector Educación, desde el 2009 hasta la actualidad, de ordenar con responsabilidad la matrícula en la edad normativa al 31 de marzo de cada período escolar.
El derecho a una educación pertinente en una perspectiva de calidad de nuestros niños y jóvenes implica que los contenidos de aprendizaje y las estrategias metodológicas guarden estricta sintonía con la evolución en la maduración de sus potencialidades socio-emocionales y cognitivo-intelectuales. Ello ha sido y es una política de Estado de tres gobiernos, incluyendo al actual. Como dice el dicho, “para correr, primero hay que caminar, y antes ponerse de pie”.
La nueva medida, en caso se concrete, traería consigo nuevamente que haya niños que ingresen al primero de primaria con 5 años y medio, así como adolescentes que terminen la secundaria entre los 16 y 16 años y medio. Esta práctica se contrapone con la experiencia internacional, especialmente la de los países más avanzados en educación, en donde los infantes comienzan la primaria después de los 6 años y los jóvenes terminan su educación escolar alrededor de los 18 años. Existen fundamentos psicológicos, neuro-científicos, técnico-pedagógicos y curriculares que avalan el criterio utilizado durante los últimos años por el Estado Peruano. También estudios nacionales. Uno es el realizado por el Ministerio de Educación en el 2014, que utilizó una muestra de más de 15.000 niños de 5 años matriculados en inicial, y descubrió que quienes presentaban mayores retrasos en el aprendizaje eran justamente los menores de la clase. Otro es que se relaciona las dificultades en el rendimiento de estudiantes a mitad de su carrera universitaria con el probable ingreso temprano a la universidad.
En el caso de la educación inicial es importante tener en cuenta que los niños, hasta antes de los 6 años, aprenden jugando libremente y en movimiento, lo que les permite expresarse con amplitud, desarrollar armónicamente su psicomotricidad, interactuar socialmente con iniciativa y autonomía, así como representar y comprender el mundo que los rodea. Todo ello favorece que sus procesos sinápticos (es decir, sus conexiones nerviosas y cerebrales) aumenten y se multipliquen favoreciendo el desarrollo sostenido de sus inteligencias múltiples y afectos. Por ello, este nivel formativo es la base de los procesos posteriores de aprendizaje, tales como la lectura y escritura, las operaciones numéricas y otros saberes propios del primer grado.
Una prematura escolaridad ocasionada por una obsesión por el éxito antes del tiempo indicado podría ocasionar estrés infantil y permitir que se desarrollen sentimientos de inferioridad entre los menores que sientan que no les va bien, lo que podría afectar su trayectoria posterior en su formación primaria, secundaria y superior. Es satisfactoria y alentadora la gran movilización de amplios sectores como el Ministerio de Educación y actores educativos para solicitar que el Ejecutivo observe esta norma y el Parlamento no insista en la misma.
Estoy seguro de que tanto en el Ejecutivo como entre los señores congresistas primará la escucha, la apertura, la reflexión serena, la racionalidad y el compromiso efectivo con el interés supremo de nuestros estudiantes.

Los superdotados y sus dificultades en el sistema educativo

Niños con esta condición poseen un coeficiente intelectual alto, pero no siempre tienen las oportunidades. En nuestro país habría unas 600 mil personas con un coeficiente de más de 132 puntos. El promedio es 100. Brillante. Por ejemplo Marjorie del colegio Winneka de Chaclacayo domina 6 idiomas además del español. Es una Superdotada, es una adolescente de 15 años que por su alto coeficiente intelectual ha podido aprender con facilidad seis idiomas: inglés, francés, alemán, italiano, chino y coreano, y este año empezará a estudiar quechua. Cuando tenía apenas 3 años aprendió a leer sus cuentos favoritos y solía contarlos de memoria; armaba rompecabezas de más de 50 piezas, lo que generaba sorpresa a sus padres Verónica y Francisco. Tiempo después, al ingresar al Inicial, las maestras notaron que el ritmo de aprendizaje de la niña era acelerado en comparación con sus compañeras y que se aburría con facilidad. Incluso le llegaron a decir a Veronica, madre de Marjorie, que la niña no encajaba en el colegio y debían cambiarla. Poco después, en el colegio San Francisco de Asistencia de Chaclacayo se detectó que la niña tenía un coeficiente intelectual de 160 puntos (el promedio es 100). A través del sistema helicoidal de este plantel, Marjorie pudo explotar sus potencialidades porque no llevaba un currículo convencional. Si ella podía más, hacía más. Actualmente, Marjorie cursa la secundaria en el colegio Winneka donde destaca por su rápido aprendizaje y sus altas notas sin realizar mucho esfuerzo. Sin embargo, tiene bajas notas en conducta. "Yo no copio la clase en mis cuadernos, me aburre. Los profesores se fastidian porque distraigo a los demás. Entonces por eso me bajan en mi puntaje", me cuenta risueña. Para esta niña el mundo va lento; prefiere resolver los problemas de matemáticas en su cabeza y no en el cuaderno. También tiene dificultades en realizar trabajos grupales, prefiere hacer las tareas sola.
Las personas superdotadas tienen un coeficiente igual o mayor a 132 y se estima que representan el 2% de la población mundial. En el Perú existirían unos 600 mil, pero muchos de ellos no lo saben. A los superdotados por lo general les va mal en el colegio, porque el sistema educativo no está adaptado a ellos. Pueden pasar inadvertidos en el aula. Los maestros no están capacitados para identificarlos y confunden su condición con el trastorno de hiperactividad y déficit de atención. "Una persona con un razonamiento promedio piensa en A, luego en B y luego en C, el superdotado tiene A, B, C y D directo en la mente. Tiene una capacidad de aprendizaje muy rápida, capta a la primera, entonces se aburre del ritmo de las clases regulares y no presta atención.
Conversando con Vannesa me decia que muchos se sienten inferiores al resto, porque no ven las cosas como los demás". Vanesa de 38 años es una arquitecta superdotada que fue detectada a temprana edad en su colegio de Winneka, donde recibió una educación adaptada a sus diferencias y ahora es una empresaria exitosa. Sabe cuatro idiomas y tiene potencialidad para la creatividad. Cuando era niña recibía clases regulares, pero en las tardes asistía a clases de talleres donde desarrollaba clases no escolarizadas para explotar su lado musical, deportivo y artístico. "En el colegio causaba envidia, celos en mis compañeros porque sacaba buenas notas sin estudiar", recuerda.
En el Perú no existe un centro educativo para superdotados. Los Colegios de Alto Rendimiento (COAR) son un buen intento. Paola Portocarrero una chosicana madre de una niña superdotada de 9 años, prefiere que su hija estudie a través de un programa a distancia del colegio San Francisco de Asis y ayudarla en casa con sus actividades. "En el Perú no hay una especialización para maestros y psicólogos en superdotación. No hay colegios para niños (superdotados)".
Ahora la diferencias que existe entre un superdotado y un chancon, es que los chicos que ocupan los primeros puestos y son popularmente llamados 'chancones' son considerados muy inteligentes cuando no necesariamente tienen esa condición. "Destacan en la escuela porque son perseverantes y les gusta estudiar". En cambio, un superdotado tiene un funcionamiento intelectual bastante alto, pero pasa inadvertido en el aula porque el sistema educativo no se adecúa a ellos.

viernes, 30 de septiembre de 2016

¿Cómo se hace una Rubrica?

Cómo se hace una rúbrica ¿Qué es? Es una tabla que presenta en el eje vertical los criterios que se van a evaluar y en el eje horizontal los rangos de calificación a aplicar en cada criterio. Los criterios representan lo que se espera que los alumnos hayan dominado. ¿Para qué sirve? La rúbrica sirve para tener una idea clara de lo que representa cada nivel en la escala de calificación. Por eso se describe el criterio en cada nivel. Así mismo, el alumno puede saber lo que ha alcanzado y le falta por desarrollar. Los rangos deben representar los grados de logro, por medio de grados o números. ¿Cómo se elabora el instrumento? 1. En una hoja anote en la parte superior los datos generales siguientes: nombre de la IE, grado, sección, nombre del maestro y fecha en que se realiza la observación, nombre de la actividad, competencia o competencias que evaluará, nombre del estudiante. 2. Elabore un formato similar al del ejemplo que aparece en el inciso e. 3. Seleccione los aspectos que va a evaluar, por ejemplo para determinar si un o una estudiante comprendió el concepto de democracia usted puede tomar en cuenta los aspectos siguientes: Explicación Comprensión del concepto Identificación de los elementos del concepto Ejemplificación 4. Anotar los criterios seleccionados en la primera columna de la tabla. 5. Seleccionar el rango que permita la evaluación, por ejemplo: respuesta excelente, respuesta satisfactoria, respuesta moderadamente satisfactoria y respuesta deficiente y se le asigna valor a cada nivel, por ejemplo, de 1 a 4 puntos respectivamente. 6. Elaborar una lista de aspectos de lo que se espera en cada rango. Por ejemplo, para una respuesta usted esperaría: Nivel 4: Respuesta excelente Respuesta completa Explicaciones claras del concepto Identificación de todos los elementos importantes Inclusión de ejemplos e información complementaria Nivel 3: Respuesta satisfactoria Respuesta bastante completa Manifiesta comprensión del concepto Identifica bastantes elementos importantes Ofrece alguna información adicional Nivel 2: Respuesta moderadamente satisfactoria Respuesta refleja alguna confusión Comprensión incompleta del concepto Identifica algunos elementos importantes Provee información incompleta relacionada con el tema Nivel 1: Respuesta deficiente No logra demostrar que comprende el concepto No provee contestación completa Omite elementos importantes Utiliza inadecuadamente los términos 7. Deje indicado un espacio para anotar el punteo. 8. En la parte de debajo de la rúbrica asigne un área para observaciones. ¿Cómo se calcula la valoración? Multiplicar el valor máximo de la escala asignada para evaluar por el número de aspectos a observar. Esto dará la nota máxima. Sumar el total de valores obtenidos en cada uno de los aspectos o criterios. La calificación se calcula dividiendo el total obtenido, entre la nota máxima y multiplicando el resultado por 100.

domingo, 25 de septiembre de 2016

La Discalculia

Si le han dicho que su hijo tiene discalculia o si sospecha que la tiene, seguramente se preguntará cómo ayudarlo. La discalculia es una dificultad de aprendizaje que causa serios problemas con las matemáticas. No es tan conocida como la dislexia, pero algunos investigadores creen que es casi tan frecuente como la dislexia. Afortunadamente hay muchas maneras en las que usted y los maestros pueden ayudar a su hijo. Ya sea mejorando sus habilidades matemáticas o fortaleciendo su autoestima, estos son pasos que puede seguir.

¿Qué es la discalculia?
La discalculia es una condición cerebral que afecta la habilidad de entender y trabajar con números y conceptos matemáticos. Algunos niños con discalculia no pueden entender conceptos numéricos básicos. Se esfuerzan mucho para aprender y memorizar datos numéricos básicos. Puede que entiendan qué hacer en la clase de matemáticas pero no entienden por qué lo hacen. En otras palabras, no entienden la lógica del proceso. Otros niños entienden la lógica de las matemáticas pero no están seguros cómo y cuándo aplicar su conocimiento para resolver problemas. La discalculia se conoce con otros nombres. Algunas escuelas públicas la llaman ”discapacidad del aprendizaje de las matemáticas”. Los médicos a veces la llaman “trastorno de las matemáticas”. Muchos niños y padres la llaman “dislexia de las matemáticas”. Las dificultad de su hijo con las matemáticas ser confusas, sobre todo si le está yendo bien en otras asignaturas. Esto puede causar ansiedad y baja autoestima, pero los padres tienen el poder para cambiar la ecuación. Hay muchas herramientas y estrategias que pueden ayudar con la discalculia. El truco está en encontrar las que funcionen mejor para su hijo. La discalculia es una condición que dura toda la vida, pero eso no significa que su hijo no pueda ser feliz y exitoso. Entender los números y otras dificultades La discalculia puede afectar varias áreas del aprendizaje y el desempeño en matemáticas. Diferentes niños enfrentan desafíos diferentes. El problema más común es “entender los números”. Esto se refiere a la comprensión intuitiva de cómo funcionan los números y cómo comparar y estimar cantidades en una secuencia numérica. La mayoría de los investigadores están de acuerdo que entender los números es la base del aprendizaje de las matemáticas. Si los niños no entienden lo básico sobre cómo funcionan los números, aprender matemáticas y usarla en la vida diaria puede ser muy frustrante.

¿Qué tan común es la discalculia?
Si usted no había escuchado acerca de la discalculia hasta hace poco, usted no está solo. No ha sido discutida tan abiertamente como la dislexia, ni tampoco es tan bien entendida. Sin embargo, algunos investigadores creen que es casi igual de frecuente. No está claro cuán frecuentemente los niños que son diagnosticados con dislexia también cumplen los criterios para ser diagnosticados con discalculia. Ambas condiciones pueden afectar la habilidad de un niño para entender palabras relacionadas con las matemáticas. Los científicos no pueden afirmar con seguridad cuántos niños y adultos tienen discalculia. En parte es debido a que diferentes investigadores usan diferentes criterios para diagnosticar las dificultades matemáticas severas. No hay una base de datos centralizada para la investigación sobre la discalculia. Eso dificulta estimar cuántas personas la tienen. Un estimado del 6 al 7 por ciento de los estudiantes de primaria en nuestro país podrían tener discalculia. No es inusual que los niños tengan más de una dificultad de aprendizaje. De hecho, los niños con un trastorno de lectura también tienen un desempeño deficiente en matemáticas. Y los niños con una discapacidad de las matemáticas tienen un desempeño deficiente en lectura. La buena noticia es que todos estos niños pueden destacarse en otras áreas.

¿Qué causa la discalculia?
Los investigadores no saben con exactitud qué causa la discalculia, pero han identificado ciertos factores que indican que es una condición cerebral. Estas son algunas de las posibles causas de la discalculia: Genes y herencia: Los estudios muestran que algunas familias están más predispuestas a la discalculia. Los investigadores descubrieron que los niños con discalculia frecuentemente tienen un padre o un hermano con dificultades similares. Por lo tanto, la discalculia puede ser genética. Desarrollo cerebral: En la actualidad, hay investigadores que están usando herramientas modernas de imágenes cerebrales para estudiar el cerebro de personas con y sin dificultades con las matemáticas. Lo que aprendamos de ese estudio nos ayudará a entender cómo ayudar a los niños con discalculia. El estudio también encontró diferencias en la superficie, grosor y volúmen de ciertas áreas del cerebro. Esas áreas están relacionadas con el aprendizaje y la memoria, con la planificación y la supervisión de tareas y con recordar datos matemáticos. La discalculia ha sido vinculada con la exposición al alcohol en el útero. El nacimiento prematuro y con bajo peso puede que también tengan un rol en la discalculia. Los estudios muestran que lesiones en ciertas partes del cerebro pueden resultar en lo que los investigadores llaman “discalculia adquirida”. En los niños con discalculia no está claro cuánto de sus diferencias cerebrales son causadas por la genética y cuánto por sus experiencias. Los investigadores están tratando de determinar si ciertas intervenciones para la discalculia pueden “reconectar” el cerebro de los niños con discalculia y así facilitar el aprendizaje de las matemáticas. Este concepto es conocido como “neuroplasticidad” y se ha visto que funciona en personas con dislexia.

¿Cuáles son los síntomas de la discalculia?
La discalculia incluye diferentes clases de dificultades con las matemáticas. Los síntomas de su hijo puede que no sean exactamente iguales a los de otro niño. Observar a su hijo y tomar notas para discutirlas con maestros y médicos es una buena manera de encontrar las mejores estrategias y apoyos para su hijo. Los síntomas de la discalculia varían según la edad, y tienden ser más aparentes a medida que los niños crecen. Pero esta condición se puede detectar tan temprano como a nivel de preescolar. Aquí tiene una lista de lo que podría observar:
- Signos de alerta de la discalculia en la educación Inicial.
- Tiene problemas para aprender a contar, especialmente cuando debe asignar un número a cada objeto perteneciente a un grupo.
- Tiene problemas reconociendo los símbolos que representan a los números, como hacer la conexión entre “7” y la palabra siete.
- Le resulta difícil conectar un número a una situación real, como saber que “3” se puede aplicar a cualquier grupo que tenga tres cosas: 3 galletas, 3 carros, 3 niños, etc.
- Tiene problemas recordando números y omite números mucho tiempo después que niños de su misma edad ya cuentan números y los recuerdan en el orden correcto.
- Se le dificulta reconocer patrones y clasificar los objetos por tamaño, forma y color.
- Evita juegos populares como Monopolio porque usan números, requieren contar y otros conceptos matemáticos.
- Le cuesta reconocer números y símbolos.
- Tiene dificultad aprendiendo y recordando datos matemáticos básicos, como 2 + 4 = 6
- Tiene dificultad identificando +, ‒ y otros signos, y no puede usarlos correctamente.
- Puede que utilice los dedos para contar en vez de métodos más sofisticados.
- Le cuesta escribir dígitos numéricos claramente y colocarlos en la columna correcta.
- Tiene dificultad en idear un plan para resolver un problema matemático Tiene problemas para entender palabras relacionadas con las matemáticas, como más grande que y menor que.
- Tiene problemas diferenciando la derecha de la izquierda y su sentido de orientación es deficiente.
- Tiene dificultad recordando números de teléfono y los resultados de un juego deportivo.
- Tiene dificultad aplicando los conceptos matemáticos a la vida diaria, incluyendo asuntos de dinero cómo estimar el costo total, dar el cambio exacto y calcular una propina.
- Tiene problemas midiendo cosas, como los ingredientes de una receta.
- Tiene dificultad para encontrar una dirección y teme perderse.
- Le cuesta entender la información presentada en gráficos y mapas.
- Tiene dificultad para encontrar resolver el mismo problema de matemáticas de maneras diferentes.
- Se siente inseguro en actividades que requieren estimar velocidad y distancia, como practicar deportes y aprender a conducir.

¿Qué habilidades se ven afectadas por la discalculia?
La discalculia afecta más que la habilidad de su hijo para manejar la clase de matemáticas y la tarea escolar. Las destrezas y conceptos matemáticos son utilizados en todos lados, en la cocina, el parque, el trabajo. Es comprensible que le preocupe el impacto de la discalculia a largo plazo en la vida de su hijo. Pero una vez que identifica las limitaciones de su hijo, puede encontrar maneras de esquivarlas desarrollando fortalezas. Estas son algunas destrezas y actividades diarias que puede que se le hagan difíciles a su hijo.
- Destrezas sociales: El fallo constante en la clase de matemáticas puede hacerle creer que el fracaso será también inevitable en otras áreas. La baja autoestima puede afectar la disposición de su hijo para hacer amigos nuevos o participar en actividades después de la escuela. Puede que también evite participar en deportes y juegos que requieren usar las matemáticas y llevar la cuenta de los resultados.
- Sentido de la orientación: Su hijo puede tener problemas para diferenciar la izquierda de la derecha y, por lo tanto, para llegar a un lugar leyendo mapas o siguiendo direcciones. Algunos chicos con discalculia no pueden imaginarse las cosas. ¿Tiene su hijo problemas para imaginarse cómo se ve un edificio u otro objeto tridimensional desde otro ángulo? Si así fuera, podría preocuparle perderse cuando cambia de clase, monta la bicicleta o conduce un carro.
- Coordinación física: La discalculia puede afectar cómo el cerebro y los ojos trabajan en conjunto. Así que su hijo podría tener problema para estimar la distancia entre objetos. Podría parecer torpe comparado con otros chicos de la misma edad.
- Manejo del dinero: La discalculia puede dificultar atenerse a un presupuesto, balancear una chequera y estimar costos. También puede hacer difícil calcular una propina y dar el cambio exacto.
- Manejo del tiempo: La discalculia puede afectar la habilidad de medir cantidades, inclusive las unidades de tiempo. Su hijo puede que sea incapaz de estimar cuán largo es un minuto o cuánto tiempo ha pasado. Esto dificulta seguir un horario.
- Otras destrezas: Los chicos pueden tener problemas para calcular cuánto de un ingrediente deben usar en una receta. También pueden tener dificultades para estimar cuán rápido se está moviendo un carro y a que distancia está.

¿Cómo se diagnóstica la discalculia?
Si su hijo está teniendo problemas con las matemáticas, sería buena idea descubrir exactamente lo que está pasando para que usted y los maestros encuentren la manera de ayudarlo. Se ha investigado menos sobre la discalculia que sobre otras dificultades de aprendizaje, lo que complica la identificación del problema. Afortunadamente, hay mucho que puede hacer para facilitar el proceso. Usted y los maestros de su hijo pueden hablar y tomar notas acerca del tipo de cosas que a su hijo le cuesta entender o hacer. Esas notas son muy útiles cuando tenga que hablar con el médico de su hijo o cualquier otro profesional de la salud. No hay un test específico para discalculia. Esto significa que obtener un diagnóstico implica varios pasos:
Paso 1: Obtener un examen médico. Un examen médico no es tan serio como suena. Es solamente usted, su hijo y el pediatra hablando de lo que le preocupa. Juntos harán un plan para ver si hay alguna otra condición médica que está contribuyendo a las dificultades de aprendizaje de su hijo. Las dificultades con las matemáticas son comunes en niños con ciertos desórdenes genéticos, en niños que fueron prematuros y pequeños al nacer y en los que tienen TDAH. Si su hijo tiene TDAH, puede ser difícil saber si sus dificultades con las matemáticas son causadas por la discalculia, el TDAH o por ambas. Parte del examen inicial puede hacerse en la oficina del pediatra. El médico podría referirlo a un especialista como un neurólogo o un psicólogo educativo para un evaluación más completa. Una vez que los especialistas hayan identificado o descartado problemas médicos, usted puede dar el próximo paso.
Paso 2: Buscar un profesional de la educación. Busque a un profesional capacitado en pruebas que determinen con qué habilidades matemáticas tiene problemas su hijo. Puede ser un psicólogo escolar, un psicólogo privado u otro profesional. Si no le han dado una referencia para un profesional, usted puede pedir una. Esto es importante porque, aunque su hijo tenga otra condición como por ejemplo el TDAH, también podría tener discalculia. Saber qué síntomas corresponden a cada condición puede facilitar encontrar las estrategias más adecuadas para su hijo. EL psicólogo le hablará sobre las dificultades que usted ha estado observando y revisará los registros médicos y escolares de su hijo. También podría pedirle a su hijo que: Cuente puntos. Algunas pruebas para la discalculia, que he desarrollado en el colegio es que cuenten de atrás hacia adelante. Hagan ejercicios que requieren escribir y hablar. No deje que la palabra “neuropsicológico” lo asuste. Simplemente significa pruebas que dan los profesionales, es una idea más clara sobre cómo el cerebro de su hijo piensa y entiende las matemáticas. Copie formas o las dibuje de memoria. Diferentes herramientas de evaluación pueden indicar como su hijo ve y entiende las formas. Si, por ejemplo, su hijo tiene un bloque rectangular enfrente de él pero no puede seleccionar una tarjeta que muestra la imagen del mismo bloque desde un ángulo diferente, puede indicar problemas con sus habilidades visoespaciales. Lo observarán en clase. Muchos profesionales querrán ver cómo su hijo interactúa con conceptos matemáticos en situaciones diarias. Pregunte al especialista si observará a su hijo en el salón de clases. Siempre es buena idea preparar a su hijo para su sesión con el psicólogo académico. Podría decirle que el especialista va a jugar con él. Asegúrele que no va a recibir una calificación ”buena” o “mala”. El especialista sólo quiere conocerlo mejor. Si el profesional planea observar a su hijo en la escuela, consulte con él y el maestro cómo se le explicará a su hijo y a los compañeros de clase. Una preparación adecuada puede ayudar a que su hijo esté relajado y actúe de manera natural.
Paso 3: Reunir todas las piezas. Después de examinar a su hijo, el psicólogo y el pediatra revisarán toda la información recogida. Algunos psicólogos podrían darle una opinión informal enseguida, otros esperan los resultados de las pruebas. Si el psicólogo decide esperar, pregúntele en cuánto tiempo estará listo el reporte oficial. Considere hacer una cita para revisar los resultados. Hacer una cita con anticipación puede ayudar a que el reporte esté listo en el tiempo estipulado.

¿Cómo pueden ayudar los profesionales con la discalculia?
La discalculia no es tan bien conocida como otras dificultades de aprendizaje como la dislexia. Usted deberá ser persistente para lograr que los médicos y la escuela revisen más detalladamente las dificultades de su hijo con las matemáticas. Estas son las personas que pueden ayudar:
- Los maestros de su hijo: Si su hijo han sido diagnosticado con discalculia y califica para los servicios de educación especial, usted y la escuela pueden elaborar un plan de apoyo y adaptaciones. Estas pueden incluir darle más tiempo en las pruebas o permitirle usar una calculadora. Pero aunque no esté diagnosticado, la escuela de su hijo puede hacer varias cosas para ayudarlo a progresar. Contar con la ayuda del maestro de su hijo es un paso muy importante. Haga una cita para discutir sus preocupaciones mutuas. Pregúntele al maestro si está dispuesto a llevar un diario sobre cómo su hijo responde a las diferentes estrategias o a las actividades relacionadas con matemáticas. Usted puede hacer lo mismo en la casa y comparar notas. Estas son algunas de las estrategias más comunes que los maestros usan para ayudar a los niños con discalculia:
- Usar ejemplos concretos que conectan las matemáticas con la vida real para fortalecer el entendimiento de los números. Por ejemplo: clasificar botones u otros objetos familiares. Usar ayudas visuales al resolver problemas incluyendo dibujar o mover objetos físicos, que los maestros llaman “manipulativos”.
- Asignar una cantidad manejable de trabajo para que su hijo no se sienta sobrecargado.
- Revisar una destreza reciéntemente aprendida antes de continuar con una nueva y explicar cómo ambas están relacionadas.
- Supervisar el trabajo y alentar a su hijo a que explique cómo se resuelve el problema. Esto asegura que se estén usando las reglas y fórmulas matemáticas correctas.
- Dividir las lecciones en partes pequeñas que fácilmente muestren cómo las diferentes destrezas se relacionan con el nuevo concepto. Los maestros llaman a este proceso “fragmentación”.
- Permitir que su hijo use papel cuadriculado para ayudarlo a alinear los números.
- Usar un pedazo de papel para cubrir la mayor parte de lo que aparece en el examen de matemáticas para que su hijo pueda concentrarse en un ejercicio a la vez.
- Participar en juegos matemáticos para que su hijo se divierta y se sienta más cómodo con las matemáticas.
- Dare más tiempo para terminar un examen o contestar menos preguntas del examen.
- Usar una calculadora en la clase.

¿Qué puede hacer en la casa para ayudar con la discalculia?
Criar a un niño con discalculia puede ser un reto, especialmente si usted nunca se sintió hábil para las matemáticas. Pero no tiene que ser un experto. A continuación encontrará diferentes maneras para ayudar a mejorar la habilidad de su hijo para trabajar con números. Mejorar su destreza en matemáticas puede mejorar su autoestima y su resistencia. Tenga en cuenta que todos los niños (y las familias) son diferentes. Tendrá que probar y errar hasta que descubra qué es lo que le funciona a usted y a su hijo. Encontrar las estrategias adecuadas y ver el progreso puede aumentar confianza de todos. No se asuste si al principio las estrategias que intenta no son efectivas. Puede que necesite probar diferentes enfoques hasta descubrir lo que funciona mejor para su hijo. Estas son algunas cosas que puede probar en la casa:
- Aprenda lo más que pueda. Entender la naturaleza de la discalculia es un buen primer paso a ayudar a su hijo a desarrollar las habilidades relacionadas con las matemáticas.
- Déjele saber que usted entiende por lo que está pasando y que no piensa que es un holgazán, sin motivación o que no es inteligente. Esto le puede dar la motivación que necesita para seguir trabajando en ese difícil problema de matemáticas. También puede reducir la ansiedad o esos sentimientos de inferioridad que puede estar experimentando.
- Practique juegos matemáticos.
- Practicar conceptos numéricos puede mejorar las habilidades y reducir la ansiedad en la escuela.
- Use objetos de su casa como juguetes, uvas o pares de calcetines tan frecuente como pueda para ayudarle a relacionar los números con las actividades diarias.
- Trate de no insistir ni forzar a su hijo a participar en esos juegos ya que podría aumentar su ansiedad. Los niños aprenden más fácilmente cuando están contentos y relajados.
- Cree un lugar especial para la tarea. Ayude a su hijo a ser más productivo al hacer la tarea escolar proporcionándole un lugar que sea lo más tranquilo y sin distracciones como sea posible. También puede ayudarlo dividiendo la tarea en partes más pequeñas y manejables, como por ejemplo, hacer 5 problemas de matemáticas y luego descansar antes de continuar con otros 5.
- Ayúdelo a familiarizarse con la calculadora. Para los niños que tienen problemas para recordar datos matemáticos básicos, una calculadora puede ayudarlos a concentrarse en el razonamiento y la resolución de problemas. Estas destrezas son muy valiosas en el lugar de trabajo donde usar una calculadora no significa hacer trampa.
- Identifique las fortalezas de su hijo y utilízelas para mejorar (o evitar) sus limitaciones, esto ayudará a mejorar su autoestima y su resistencia a la frustración.
- Ayude a su hijo a darse cuenta del paso del tiempo. Ya sea una mano en el hombro, unas palabras clave o la alarma de un teléfono celular, tenga un sistema para anunciarle a su hijo que tiene problemas para administrar el tiempo, cuando es el momento de comenzar su próxima actividad.
- Experimente lo que se siente. Use a través de los ojos de su hijo para experimentar lo que se siente tener discalculia. Reconocer que entiende lo que su hijo está experimentando es otra manera de mejorar la confianza en sí mismo.
- Esté motivado. Déjele saber cuando está haciendo un buen trabajo. Elogiar el esfuerzo y los logros de su hijo puede ayudarlo a sentirse querido y respaldado. También puede darle confianza para que se esfuerce más en desarrollar sus destrezas y motivarlo a intentar cosas nuevas.

La Disgrafia

Probablemente ha escuchado hablar mucho de las dificultades de aprendizaje y de atención como la dislexia y el TDAH. Pero es probable que no haya escuchado mucho acerca de la disgrafía. Si su hijo tiene problemas para expresarse por escrito, usted podría querer aprender más acerca de esta condición. Las dificultades con la escritura son comunes entre los niños y pueden provenir de una variedad de dificultades de aprendizaje y de atención. Si sabe a qué prestar atención, entonces podrá estar preparado para obtener la ayuda que su hijo necesita. No hay cura o un arreglo fácil para la disgrafía, pero hay estrategias y terapias que pueden ayudar a que un niño mejore su escritura. Esto pude ayudarle a progresar en la escuela y en cualquier otro lugar donde tenga que expresarse por sí mismo a través de la escritura.

¿Qué es disgrafía?
La disgrafía es una condición que causa dificultad con la expresión escrita. El término viene de las palabras griegas dys (“impedido”) y grafía (“hacer forma de letras a mano”). La disgrafía es una dificultad que se basa en el cerebro y no es el resultado de que un niño sea perezoso. Para muchos niños con disgrafía el simple hecho de sostener un lápiz y organizar las letras en una línea es muy difícil. La escritura a mano de estos niños tiende a ser desordenada. Muchos batallan con el deletreo, la ortografía y para poner sus ideas en un papel. Estas y otras tareas de escritura, como poner las ideas en un lenguaje organizado, almacenarlas en la memoria y luego utilizarlas, podrían agregarse a la batalla de la expresión escrita. Los profesionales podrían usar diferentes términos para describir las dificultades con la expresión escrita. El Manual Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales-5 (DSM-5, por sus siglas en inglés) no utiliza el término disgrafía, pero sí utiliza la frase “impedimento en la expresión escrita” bajo la categoría de “trastorno específico del aprendizaje”. Este es el término utilizado por la mayoría de los médicos y psicólogos. Algunos psicólogos escolares y maestros utilizan el término disgrafía como una manera corta para hablar de los “trastornos de las expresiones escritas”. Para calificar para los servicios de educación especial, un niño debe tener una dificultad nombrada o descrita en la Ley para la Educación de los Individuos con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés). A pesar de que IDEA no utiliza el término de “disgrafía”, sí lo describe bajo la categoría de “discapacidad de aprendizaje específica”. Esto incluye las dificultades con la comprensión o el uso del lenguaje (hablado o escrito) que dificulta escuchar, pensar, hablar, leer, escribir, deletrear o, incluso, hacer cálculos matemáticos. Cualquiera que sea la definición utilizada es importante entender que la escritura lenta o desordenada no es necesariamente un signo de que su hijo no esté tratando lo mejor que él puede. La escritura requiere un conjunto complejo de habilidades motoras finas y del procesamiento del lenguaje. Para los niños con disgrafía, el proceso de escribir es más complicado y más lento. Sin ayuda, un niño con disgrafía podría tener dificultades en todas las actividades de la escuela.

¿Qué tan común es la disgrafía?
La disgrafía no es un término familiar, pero los síntomas de la disgrafía no son raros, especialmente en los niños pequeños que están comenzando a aprender a escribir. Si un niño continúa batallando con la escritura, a pesar de mucha práctica y ejercicios de corrección, sería buena idea mirar más de cerca para ver si la disgrafía es la causa.

¿Cuáles son las causas de la disgrafía?
Los expertos no están seguros cuáles son las causas de la disgrafía y de otras dificultades con la expresión escrita. Normalmente, el cerebro toma la información a través de los sentidos y los almacena para usarlos más tarde. Antes que una persona comience a escribir, él rescata la información de su memoria a corto o a largo plazo y la organiza para comenzar a escribir. En una persona con disgrafía, los expertos creen que uno o ambos de los siguientes pasos en el proceso de la escritura se descarrilan: La organización de la información que está guardada en la memoria Plasmar las palabras en el papel escribiéndolas a mano o con un teclado Esto resulta en un producto escrito que es difícil de leer y lleno de errores. Y lo más importante, esto no tiene nada que ver con lo que el niño sabe y con lo que él intentó escribir. La memoria funcional podría también tener un rol en la disgrafía. Un niño podría tener dificultad con lo que se llama la “codificación ortográfica”. Esta es una habilidad que almacena las palabras escritas que no son familiares en la memoria funcional. Como resultado, el niño podría tener problemas para recordar cómo escribir a mano o escribir una letra o una palabra. También se cree que pudiera haber un enlace genético cuando la disgrafía se repite en las familias.

¿Cuáles son los síntomas de la disgrafía?
Los síntomas de la disgrafía caen en seis categorías: visual espacial, motora fina, procesamiento del lenguaje, deletreo/escritura a mano, gramática y organización del lenguaje. Un niño podría tener disgrafía si sus habilidades para escribir se retrasan comparado con los compañeros de clase y, además, presenta por lo menos algunos de los siguientes síntomas:
- Tiene problemas con la discriminación de las formas y el espacio entre letras.
- Tiene problemas para organizar las palabras en la página, de izquierda a derecha.
- Escribe las letras que van en todas las direcciones, y las letras y palabras que van juntas en la página.
- Tiene problemas para escribir sobre una línea y dentro de los márgenes.
- Tiene problemas para leer mapas, dibujar o reproducir formas.
- Copia los textos lentamente.
- Tiene problemas para sostener un lápiz correctamente, hacer trazos, cortar la comida, atarse los cordones de los zapatos, armar rompecabezas, escribir mensajes de texto y usar un teclado de computadora.
- Es incapaz de utilizar las tijeras bien o colorear dentro de las líneas.
- Cuando escribe, mantiene su muñeca, brazo, cuerpo o el papel en posiciones raras y extrañas.
- Tiene problemas para poner las ideas en papel.
- Tiene problemas para entender las reglas de los juegos - Tiene problemas para seguir direcciones.
- Le cuesta trabajo entender las reglas del deletreo y de la ortografía.
- Tiene problemas para decir si una palabra está mal escrita.
- Puede deletrear correctamente en forma oral, pero comete errores por escrito.
- Deletrea las palabras incorrectamente y de diferentes maneras.
- Tiene problemas para utilizar un verificador de ortografía y, cuando lo hace, no puede reconocer la palabra correcta.
- Mezcla letras mayúsculas y minúsculas.
- Mezcla cursivas y letra de imprenta.
- Tiene problemas para leer su propia escritura.
- Evita escribir.
- Borra mucho.
- Tiene problemas gramáticales y de usos de palabras, no sabe cómo usar la puntuación.
- Usa demasiado las comas y mezcla los tiempos de verbo.
- No comienza las oraciones con una letra mayúscula.
Los síntomas de la disgrafía varían dependiendo de la edad del niño. Los signos, por lo general, aparecen cuando los niños están aprendiendo a escribir. Niños preescolares, podrían dudar en escribir y dibujar, y decir que ellos odian colorear. Niños de edad escolar, podrían tener una escritura a mano ilegible, que a su vez, podría estar mezclada en el uso de letra cursiva e imprenta. Ellos podrían tener problemas para escribir sobre la línea y podrían hacer letras que son disparejas en medida y en altura. Algunos niños también podrían necesitar decir las palabras en voz alta cuando escriben o tener problemas para poner sus pensamientos en papel. Adolescentes, podrían escribir en oraciones simples. Su escritura podría tener errores gramaticales en mayor cantidad que otros niños de su misma edad.

¿Qué habilidades están afectadas por la disgrafía?
El impacto de la disgrafía en el desarrollo de un niño varía, dependiendo de los síntomas y de su severidad. Estas son algunas áreas comunes problemáticas para los niños con disgrafía:
- Académica: Los chicos con disgrafía pueden retrasarse en el trabajo escolar porque les toma mucho tiempo escribir. Tomar notas es un desafío. Podrían sentirse desalentados y evitar escribir las tareas.
- Habilidades básicas de la vida: Las habilidades motoras finas de algunos niños son limitadas. Se les hacen difíciles las tareas de todos los días, tales como abotonarse una camisa y hacer una lista simple.
- Social-emocional: Los niños con disgrafía podrían sentirse frustrados o ansiosos acerca de los retos académicos y de sus vidas. Si ellos no han sido identificados, los maestros podrían criticarlos por ser “perezosos” o “desorganizados.” Esto podría agregar aún más estrés. La autoestima baja, frustración y sus problemas de comunicación pueden hacer aún más difícil socializar con otros niños. Aunque la disgrafía es una condición para toda la vida, hay muchas estrategias y herramientas ya probadas que pueden ayudar a los niños con disgrafía a mejorar sus habilidades de escritura.

¿Cómo es diagnosticada la disgrafía?
Los signos de disgrafía, por lo general, aparecen temprano en la escuela primaria. Sin embargo, los signos podrían no ser evidentes hasta la etapa de la escuela media o más tarde. Algunas veces, los signos pasan desapercibidos por completo. Como ocurre con las dificultades de aprendizaje y de atención, cuanto antes se reconozcan los signos de disgrafía y se atiendan, será mejor. La disgrafía es, por lo general, identificada por los psicólogos con licencia (incluyendo a los psicólogos escolares), quienes se especializan en las dificultades de aprendizaje. Ellos le darán a su hijo una evaluación académica y pruebas escritas. Estas prueba evaluativas van a medir las habilidades motoras finas y la producción de expresiones escritas. Durante la evaluación, el profesional podría pedir a su hijo que escriba unas oraciones y que copie un texto. Ellos medirán, no solamente el producto terminado de su hijo, sino también su proceso de escritura. Esto va a incluir su postura, su posición, cómo toma el lápiz, la fatiga y si hay signos de calambres. El evaluador podría también evaluar la velocidad de sus habilidades motoras finas, con derivación del dedo y girando la muñeca. Los maestros de educación especial y los psicólogos escolares pueden ayudar a determinar el impacto emocional o académico que esta condición pudiera estar teniendo en su hijo.

¿Cuáles son las condiciones asociadas con la disgrafía? Muchos niños con disgrafía tienen también otras dificultades de aprendizaje. Estas condiciones, las cuales también pueden afectar la expresión escrita, incluyen:
- Dislexia: Esta dificultad del aprendizaje hace difícil la lectura. La dislexia también puede hacer que la escritura y el deletreo sean un desafío. Infórmese más sobre las diferencias entre disgrafía y dislexia.
- Trastornos del lenguaje: Los trastornos del lenguaje pueden causar una variedad de problemas con el lenguaje escrito y el hablado. Los niños podrían tener problemas aprendiendo palabras nuevas, usando correctamente la gramática, y poniendo sus pensamientos en palabras.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH): El TDAH causa problemas con la atención, la impulsividad y la hiperactividad.
- Dispraxia: La dispraxia es una condición que causa una coordinación física limitada al igual que las habilidades motoras. Podría causar problemas con las habilidades motoras finas, las cuales afectan las tareas físicas de escribir y usar el teclado. Infórmese acerca de diferencias entre dispraxia y disgrafía.

¿Cómo pueden ayudar los profesionales con la disgrafía? Si un niño no progresa, podría recibir educación intensiva individual. Hay muchas maneras de ayudar a un niño con disgrafía. Algunos niños, podrían practicar el copiado de letras utilizando papel con líneas marcadas en otro color o con relevancia para ayudarles a escribir en líneas derechas. Un terapeuta ocupacional podría proveer los ejercicios para aumentar la fortaleza muscular y la destreza, e incrementar la coordinación mano–ojo. No hay medicación para tratar la disgrafía. Sin embargo, los niños quienes tienen TDAH, algunas veces encuentran que la medicación para el TDAH alivia los síntomas de la disgrafía.

¿Qué se puede hacer en el hogar por la disgrafía?
Hay muchas cosas que usted puede hacer en su hogar para ayudar a su hijo con la disgrafía. Estas son algunas estrategias para que usted considere. Observe y tome notas. Tomar notas acerca de las dificultades para escribir de su hijo (incluyendo cuándo ocurren) va a ayudar a encontrar los patrones y los desencadenantes. Luego, usted puede desarrollar estrategias para trabajar alrededor de ellas. Sus notas serán útiles cuando usted hable con el doctor, los maestros y con cualquier otro profesional que esté ayudando a su hijo. Enseñe a su hijo ejercicios de pre-calentamiento para prepararse a escribir. Antes de escribir (o incluso cuando se toma un descanso de escribir), su hijo puede hacer algunos ejercicios para aliviar el estrés. Él podría agitar sus manos o refregarlas entre sí con el fin de aliviar la tensión. Hagan juegos que fortalezcan las habilidades motoras. Jugar con plastilina fortalece los músculos de la mano. Apretar una bola de goma puede mejorar los músculos de las muñecas y las manos, así como también, la coordinación. Es mejor no tratar muchas estrategias de una sola vez. En vez de esto, pruebe las estrategias de a una, así usted puede saber cuál es la que funciona o la que no funciona. Elogie a su hijo por el esfuerzo y por sus logros. Esto puede motivarle a continuar trabajando para construir y mejorar sus habilidades. Muchos niños superan y trabajan alrededor de sus dificultades para escribir. Con ayuda su hijo también podrá mejorar.

¿Qué puede hacer el camino más fácil?
Ya sea que usted recién esté comenzando a aprender acerca de la disgrafía, o ya conozca del tema, si su hijo no ha sido identificado con disgrafía, considere que sea evaluado por la escuela o por un profesional fuera de la escuela. Conocer qué clase de dificultad tiene su hijo es el primer paso hacia obtener la mejor ayuda para él. Solicite una evaluación. Si encuentran que su hijo tiene disgrafía, conéctese con otras familias. Recuerde que usted no está solo. Obtenga consejos de los expertos. Utilice el Entrenamiento para padres para ayudarle a navegar las dificultades de conducta y las emocionales a lo largo del camino. La dificultad con la escritura no necesita retrasar a su hijo. Explore y experimente con diferentes herramientas y estrategias. Eventualmente, usted encontrará las maneras de ayudar a su hijo a tener éxito.

La Dislexia

Criar a un niño con dislexia puede desencadenar gran cantidad de emociones. Uno se pregunta si esta dificultad de aprendizaje afectará el futuro de su hijo. Sin embargo, la dislexia no es una predicción de fracaso. La dislexia es bastante común y muchos profesionales exitosos la tienen. La investigación indica que hay diferentes formas de enseñanza que pueden ayudar a las personas que tienen dislexia a tener éxito. También hay gran cantidad de cosas que los padres pueden hacer. Si apenas está comenzando este proceso, no trate de hacerle frente a todo a la vez. Puede comenzar a ayudar a su hijo aprendiendo sobre los síntomas, las causas y las estrategias que se pueden utilizar en la casa y en la escuela.

¿Qué es la dislexia?
Una buena manera de entender lo que es la dislexia es establecer claramente lo que no es. La dislexia no es un signo de poca inteligencia o de holgazanería. No es causada por una visión deficiente. La dislexia es una condición común que afecta la manera en que el cerebro procesa el lenguaje escrito y el lenguaje hablado. La dislexia está asociada, principalmente, a la dificultad para leer. Algunos médicos, especialistas y educadores podrían referirse a ella como un “trastorno de la lectura” o una “discapacidad para la lectura”. Sin embargo, la dislexia puede también afectar la escritura, la ortografía e incluso el habla. Las personas con dislexia pueden entender ideas complejas, pero a veces necesitan más tiempo para entender la información. Incluso, podrían necesitar un modo diferente para procesar la información, como escuchar un audiolibro en lugar de leerlo. Si su hijo tiene dislexia es importante que sepa que no va a superar ese trastorno. La dislexia es una condición que dura toda la vida. Eso no significa que su hijo no pueda ser feliz y exitoso. Hay muchas estrategias efectivas de enseñanza y herramientas que pueden ayudar a mejorar las habilidades de su hijo. De hecho, muchas personas con dislexia tienen carreras profesionales exitosas en el área de los negocios, la ciencia y las artes. Existe una larga lista de personajes famosos que tienen dislexia, como el director de cine Steven Spielberg, el inversionista Charles Schwab y la actriz Whoopi Godlberg. A esta lista también pueden agregarse otros famosos, como el mariscal de campo Tim Tebow y el autor Dav Pilkey, quien escribió la popular serie Captain Underpants. Es importante señalar que las personas con dislexia son por lo general muy creativas. No está claro si esa creatividad tiene relación con el hecho de pensar fuera de las convenciones tradicionales o con que sus cerebros están estructurados de manera ligeramente diferente. Es muy importante tener en cuenta que los problemas con la lectura y otras dificultades relacionadas con la dislexia pueden causar frustración y disminuir la autoestima. El estrés de la tarea escolar puede ocasionar que los niños con dislexia pierdan motivación para seguir intentando. La buena noticia es que existen gran cantidad de herramientas y estrategias que pueden ayudar. Dichas herramientas deben ser probadas hasta que encuentre las que funcionen mejor para su hijo. Encontrar las estrategias adecuadas junto con una mejoría en el rendimiento escolar pueden aumentar la autoestima de su hijo. Habilidades esenciales para la comprensión de la lectura Para los chicos con dislexia leer una sola palabra puede ser un desafío. La dislexia también dificulta la comprensión y recordar lo que se ha leído. En los primeros grados de la escuela primaria se espera que los niños sean capaces de leer un pasaje de un texto y responder preguntas acerca de lo leído. Esto es lo que se conoce como “comprensión de la lectura”, y es esencial para desarrollar una base sólida para la vida escolar. Por lo general los estudiantes con dislexia tienen problemas con la comprensión de la lectura ya que necesitan desarrollar habilidades como:
- Conectar las letras con sus sonidos: Los niños tienen que aprender que cada letra del alfabeto está asociada a un cierto sonido o sonidos (las maestras se refieren a esto como “fonética”). Una vez que los niños pueden hacer estas conexiones serán capaces de “reconocer los sonidos y pronunciar en voz alta” las palabras.
- Decodificar el texto: El proceso pronunciar las palabras en voz alta es conocido como “decodificación”. Una vez que los niños pueden decodificar palabras individuales podrán encontrarle sentido a oraciones enteras. Reconocer palabras a “simple vista”: La habilidad de leer una palabra familiar de un vistazo sin tener que reconocer los sonidos y pronunciar la palabra se llama “reconocimiento de la palabra”. Mientras más palabras reconozcan a simple vista más rápido podrán leer. Un niño lector promedio puede reconocer una palabra a simple vista después de reconocer los sonidos y pronunciarla alrededor de unas doce veces. Los estudiantes con dislexia podrían necesitar ver esa palabra unas 40 veces.
- Leer con fluidez: Los lectores fluidos pueden reconocer la mayoría de las palabras a simple vista y rápidamente reconocer los sonidos y pronunciar las palabras que no les son familiares. También pueden leer sin problemas y a un buen ritmo. La fluidez es esencial para una buena comprensión de la lectura.
- Entender el texto: Los buenos lectores pueden recordar lo que acaban de leer. Son capaces de resumir lo leído y de recordar detalles específicos. Los lectores con dislexia pueden quedarse atascados en el proceso de reconocer los sonidos y pronunciar las palabras individualmente. Esto interrumpe el flujo de información y dificulta entender y relacionar el material nuevo que han leído con lo que ya sabían. Si su hijo tiene problemas para leer sería buena idea averigüar lo que está pasando y obtener ayuda adicional. La razón es que los niños que comienzan a tener dificultades con la lectura raramente pueden ponerse al día por su propia cuenta. Afortunadamente, los investigadores han estado estudiando la dislexia por décadas y saben cuáles son los métodos de enseñanza y las herramientas que pueden ayudar a los niños con dislexia. Si la dislexia es diagnosticada antes del tercer grado es más fácil lograr la nivelación adecuada en la escuela. De cualquier forma, nunca es demasiado tarde.

¿Cuán común es la dislexia?
No hay manera de saber el número exacto de personas con dislexia en nuestro pais, pero se sabe que las características de la dislexia son muy comunes. Más de dos millones de estudiantes entre 3-21 años de edad. Y la gran mayoría de ellos tiene dificultad para leer. De hecho, el término dislexia es frecuentemente utilizado para discapacidades con la lectura.

¿Cuáles son las causas de la dislexia?
Los investigadores todavía tienen que determinar qué causa la dislexia, aunque ya saben que los genes y las diferencias cerebrales pueden influenciar la probabilidad de que un niño tengan dislexia. Aquí enunciamos algunas de las posibles causas de dislexia: Genes y herencia: La dislexia se repite en la familias. Por lo tanto, si su hijo tiene dislexia existe la probabilidad de que usted u otro pariente también la tenga. Alrededor del 40 por ciento de los hermanos de los niños con dislexia podrían tener las mismas dificultades de lectura. Además, un 49 por ciento de los padres y madres de niños con dislexia también podrían tenerla. Los científicos han encontrado una variedad de genes asociados con las dificultades de lectura y el procesamiento del lenguaje. Anatomía del cerebro: Tener dislexia no significa que su hijo no sea brillante. De hecho, muchas personas con esta condición tienen una inteligencia superior al promedio. Sin embargo, sus cerebros podrían verse diferentes que el de las personas sin dislexia. Considere el lóbulo temporal del cerebro. Esta área del cerebro juega un rol importante en la comprensión del lenguaje. Generalmente esta área es más grande en el hemisferio dominante (el lado izquierdo del cerebro para las personas que utilizan más su mano derecha). Sin embargo, si su hija tiene dislexia los lóbulos temporales del cerebro probablemente tengan la misma medida. Actividad cerebral: Para poder leer nuestros cerebros tienen que traducir los símbolos que vemos en una página en sonidos. Luego, esos sonidos tienen que ser combinados en palabras que tengan significados. Típicamente, las áreas de nuestro cerebro responsables de las habilidades del lenguaje funcionan de una manera predecible. Sin embargo, si su hijo tiene dislexia esas áreas no funcionan conjuntamente de la misma manera. Los chicos con dificultades de lectura terminan utilizando diferentes áreas del cerebro para poder compensar. Mientras los investigadores se aproximan a descubrir cuáles son las causas de la dislexia, también están aprendiendo cómo el cerebro es capaz de cambiar. Este concepto es conocido como “neuroplasticidad”. Los estudios muestran que la actividad cerebral en las personas que tienen dislexia cambia después que reciben la tutoría apropiada. ¿Qué es lo que esto significa para su hijo? Significa que su hijo puede tener mejorías reales y duraderas en cuanto a su habilidad para leer. Por otra parte, el conocimiento de cómo el cerebro se “reconfigura” a sí mismo podría conducir a una ayuda para la dislexia aun más efectiva en el futuro.

¿Cuáles son los síntomas de la dislexia?
Debido a que la dislexia afecta a algunas personas más severamente que a otras, los síntomas que presenta su hija podrían ser diferentes a los de otros chicos. Algunos chicos con dislexia tienen dificultades con la lectura y la ortografía, otros presentan problemas al escribir o al diferenciar la izquierda de la derecha. Algunos niños parecen no tener problemas con la lectura y la escritura a temprana edad, pero más tarde los tienen con las habilidades del lenguaje complejo, como la gramática, la comprensión de la lectura y la escritura compleja. La dislexia podría también dificultar que las personas se expresen con claridad. Puede llegar a ser muy complicado estructurar pensamientos durante la conversación y encontrar las palabras adecuadas. Otras tienen dificultad para entender lo que están escuchando, especialmente cuando alguien utiliza el lenguaje no literal, como por ejemplo en las bromas y el sarcasmo. Por otra parte, los síntomas que usted ve podrían manifestarse de manera diferente según la edad. Por ejemplo, algunos de los señales de advertencia de la dislexia, como el retraso del lenguaje, aparecen antes de que los niños comiencen el inicial. Sin embargo, la dislexia es identificada con mayor frecuencia en la escuela primaria. En la medida que el trabajo escolar se vuelve más exigente la dificultad para procesar el lenguaje se hace más aparente. En algunas ocasiones muchos chicos tienen una o dos de estas dificultades. Sin embargo, los chicos con dislexia tienen varias de estas dificultades y éstas no van a desaparecer. Aquí le muestro algunos de los signos a los que debe estar atento:
- Señales de advertencia en el preescolar o el Inicial.
- Dificultad para reconocer las letras del alfabeto.      
- Dificultad para asociar las letras con los sonidos, como no saber qué sonidos tienen las letras b o t .
- Dificultad para unir los sonidos en palabras, como conectar M-A-M-Á en la palabra mamá Dificultad para pronunciar las palabras correctamente, como al decir “césped corto” en vez de “cortadora de césped” Dificultad para aprender palabras nuevas.
- Vocabulario más limitado que el de los otros niños de la misma edad
- Dificultad para aprender a contar o nombrar los días de la semana, y otras palabras comunes que se dicen en secuencias Dificultad para rimar.
- Señales de advertencia en la escuela primaria o en la media
- Cuesta trabajo leer y la ortografía Confundir el orden de las letras, escribir “nap” en vez de “pan”
- Dificultad para recordar datos concretos y números
- Dificultad para agarrar un lápiz
- Dificultad para aprender nuevas destrezas y apoyarse mucho en la capacidad para memorizar
- Dificultad para reconocer los sonidos y pronunciar las palabras que no son familiares
- Dificultad para seguir una secuencia de instrucciones - Cuesta mucho leer en voz alta
- No leer al nivel que se espera
- Dificultad para entender las bromas y las expresiones idiomáticas
- Dificultad para organizar y manejar el tiempo
- Cuesta trabajo resumir una historia
- Dificultad para aprender un lenguaje extranjero.

¿Qué habilidades están afectadas por la dislexia?
La dislexia no solamente afecta la lectura y la escritura. Aquí están algunas de las habilidades diarias y las actividades con las que su hijo podría tener problemas debido a esta dificultad de aprendizaje:
- Destrezas sociales: Existen varias maneras en que la dislexia puede afectar la vida social de su hijo. Los problemas en la escuela pueden hacer que él se sienta inferior en comparación con los otros chicos y que no desee hacer nuevas amistades o, incluso, evitar las actividades de grupo. Podría también tener problemas para entender las bromas y el sarcasmo. Sin embargo, usted puede ayudarlo a decodificar el humor y también a intentar diferentes estrategias para mejorar la autoestima.
- Comprensión auditiva: Las personas con dislexia tienden a ser mejores oyentes que lectores. Sin embargo, la dislexia puede dificultar su capacidad para filtrar los ruidos de fondo. Esto significa que su hijo podría tener problemas para seguir lo que el maestro está diciendo en un salón de clase ruidoso. Algo que puede ayudar en este caso es sentarse cerca del maestro y así reducir las distracciones.
- Memoria: A los chicos con dislexia le puede tomar mucho tiempo leer una oración, lo cual podría causar que no recuerden la oración que leyeron antes. Esto les complica mucho entender el significado del texto en su totalidad. En este caso, podría ser de ayuda que utilicen una versión de audio del texto o que utilicen otra clase de tecnología de asistencia. Navegación: Los chicos con dislexia podrían tener dificultad con los conceptos espaciales como “izquierda” y “derecha”. Esto puede llevar a que teman perderse en los pasillos de la escuela y en otros lugares familiares. Aquí podría ser de ayuda tener un sistema de acompañante (otro estudiante) para que los asistan en la transición de clase a clase. Manejo del tiempo: La dislexia puede dificultarles decir la hora o que se ajusten a un horario. Una alarma de un teléfono celular, un horario gráfico o con imágenes, y otros estímulos pueden ayudar a los chicos (y a los adultos) a tener control.

¿Cómo se diagnostica la dislexia?
Averiguar qué es lo que está causando las dificultades de lectura de su hijo puede ayudar de varias formas. Los maestros podrían utilizar la información para ver qué métodos son los mejores para la enseñanza de la lectura. Además, un diagnóstico podría abrir las puertas para obtener más recursos gratuitos y ayuda en la escuela. Estos recursos podrían incluir sesiones de tutoría personalizadas con un especialista en lectura y una computadora portátil que su hijo podría utilizar en la casa y en la escuela. Cabe aclarar que no existe una prueba de evaluación única para obtener un diagnóstico de dislexia, muchas veces incluye la participación de un equipo de profesionales. Como parte del proceso de evaluación, se le podría pedir que complete cuestionarios acerca de los puntos fuertes y deficiencias de su hijo, y a los maestros se les podría pedir exactamente lo mismo.
Aquí le mostramos los pasos que incluye la evaluación:
Paso 1: Obtener un examen médico. El médico podría evaluar la visión y la audición de su hijo para ver si esto pudiera estar afectando su habilidad para leer. El médico también preguntará sobre el desarrollo de su hijo y si otros miembros de la familia tienen dificultades con la lectura u otras dificultades de aprendizaje.
Paso 2: Ser remitido a un especialista. Su hijo podría ser evaluado por un psicólogo u otro profesional que se especialice en dificultades de aprendizaje. Estos especialistas pueden proveer información acerca de cómo piensa su hijo. Ellos harán evaluaciones para tener una visión más clara de las áreas donde su hijo está teniendo problemas. Por otra parte, a su hijo se le pedirá que lea palabras y que haga algunas rimas, muestre su ortografía y su manera de escribir, entre otras cosas. La evaluación psicológica también puede determinar si el TDAH, la ansiedad, la depresión u otros problemas pudieran estar interfiriendo con el aprendizaje.
Paso 3: Poner todo junto. Los especialistas discutirán los resultados y recomendarán las maneras de ayudar a su hijo. Esto podría incluir un tipo de tutoría llamada entrenamiento de la conciencia fonológica. Esta intervención puede ayudar a su hijo a mejorar la capacidad de comprensión de los sonidos y las letras que van juntas. Recuerde que nunca es demasiado temprano para hacer preguntas y obtener la ayuda adicional que su hijo necesite. Cuanto más rápido comience a recibir la ayuda correcta y adecuada, más pronto podrá ponerse al mismo nivel de rendimiento que otros chicos de su edad. Es por esto que hay recursos de ayuda para bebés y niños pequeños con el objetivo de que desarrollen las habilidades de lenguaje necesarias para convertirse en buenos lectores. Si su hijo tiene menos de 3 años de edad, puede pedirle al sistema de intervención temprana de su estado que le haga una evaluación gratuita, para la cual no es necesario que obtenga una referencia médica.

¿Cuáles son las condiciones relacionadas con la dislexia? No es inusual que los chicos sean diagnosticados con dislexia y con otra condición. Hay condiciones que pueden parecerse a la dislexia debido a que tienen algunos de los mismos síntomas. Aquí detallamos algunas condiciones que pueden coincidir o ser confundidas con dislexia: TDAH puede causar gran dificultad para que los chicos se concentren durante la lectura y otras actividades. Aproximadamente, una tercera parte de los estudiantes con dificultades de atención también tienen dislexia. Es importante tener en cuenta que a veces los maestros no se dan cuenta de la presencia de síntomas de dislexia y asumen que un niño tiene TDAH. Esto se debe a que los niños que tienen dificultad para leer pueden ser inquietos físicamente debido a su frustración. Además, pueden portarse mal en el salón de clases para esconder lo que no saben hacer o responder. Trastorno del procesamiento auditivo afecta la habilidad de los chicos para ordenar los sonidos que escuchan. Pueden tener dificultad para entender lo que las personas dicen, y leer también puede ser complicado. Esto se debe a que la mayor parte de la lectura incluye hacer conexiones entre los sonidos y letras. Generalmente, los chicos con trastorno del procesamiento auditivo tienen dificultad para reconocer las diferencias entre letras como la b y la d, así como para pronunciar nuevas palabras. rastorno del procesamiento visual puede dificultar que los chicos vean las diferencias entre las letras o las formas. Los chicos con trastorno del procesamiento visual podrían quejarse de tener una visión borrosa o que las letras parecen “estar saltando en la página”. Quizá traten de compensar esto entrecerrando los ojos o cerrando uno de los ojos. Por lo general, invierten las letras cuando escriben y les cuesta mucho trabajo mantenerse dentro de las líneas. Disgrafía puede afectar la habilidad de los niños para escribir y deletrear. También les dificulta organizar sus pensamientos y ponerlos por escrito. Muchos niños con disgrafía también tienen dislexia. Discalculia hace muy difícil las matemáticas. Muchos niños tienen problemas serios en lectura y matemáticas y pudieran tener discalculia además de dislexia. La dificultad para aprender a contar está asociada con ambas condiciones. Dificultades del funcionamiento ejecutivo puede afectar la habilidad de los niños para organizar y concentrarse en sus tareas. Los niños con dificultades del funcionamiento ejecutivo podrían también tener dificultad con la comprensión de la lectura. Hay muchas maneras en que los padres y maestros pueden ayudar en cada una de estas condiciones. Algunas estrategias podrían funcionar mejor que otras en determinadas condiciones. Es por eso que es buena idea encontrar profesionales que puedan ayudarle a identificar cuáles son las dificultades con las que su hijo tiene problemas. Cuanta más información obtenga su ayuda será más eficaz.

¿Cómo pueden ayudar los profesionales con la dislexia? Existen muchas personas que pueden ayudar a su hijo a mejorar sus habilidades para la lectura y escritura. Algunas de esas personas podrían trabajar en la escuela de su hijo y otras podrían estar en su propia comunidad. Aquí le mostramos una lista de profesionales que pueden ayudar con la dislexia: Los maestros de su hijo Las escuelas han trabajando por décadas para ayudar a los estudiantes con dificultades en escritura. El maestro de su hijo podría conocer una variedad de métodos de instrucción de lectura y saber cómo utilizar diferentes enfoques y técnicas para ayudarlo. Además, están las adaptaciones que pueden ser de mucha ayuda en el salón de clases y que podrían incluir tiempo adicional para completar los exámenes o permitirle que utilice herramientas de tecnología, como el software de predicción de palabras. Aunque no tenga un diagnóstico, la escuela de su hijo puede hacer muchas cosas para ayudarla académicamente. La Respuesta a la intervención (RTI, por sus siglas en inglés) es un proceso que algunas escuelas utilizan para ofrecer ayuda adicional a los estudiantes que se retrasan académicamente. Si la escuela de su hijo utiliza el RTI, las evaluaciones de rutina identificarán cuáles son los chicos que necesitan ayuda para desarrollar ciertas habilidades. Luego, esos chicos recibirán instrucción en grupos pequeños, ya sea dentro del salón de clase regular o afuera de éste. Si su hijo no progresa lo suficiente en un grupo pequeño, entonces la escuela debe probar otras técnicas hasta encontrar la apropiada. Adaptaciones informales son estrategias que los maestros utilizan para ayudar a los chicos que tienen dificultades. Solicite una reunión con los maestros para hablar acerca de las preocupaciones que ambos tienen acerca de su hijo. Las estrategias comunes que los maestros usan para ayudar a los chicos con dislexia incluyen el enfoque multisensorial para vincular la capacidad de escuchar, hablar, leer y escribir, así como pedirles que repitan las instrucciones que el maestro dio. A menudo, después de probar algunas adaptaciones informales usted o el personal de la escuela podrían recomendar un plan 504. Un plan 504 se creará solamente si el niño tiene una condición que, como el TDAH, interfiera con el aprendizaje. Este es un plan escrito que detalla cómo la escuela se adaptará a las necesidades de su hijo. Otra opción es solicitar una evaluación para los servicios de educación especial. Una evaluación determinará si su hijo califica para un Programa de Educación Individualizada (IEP, por sus siglas en inglés). Una parte fundamental del IEP es establecer objetivos anuales. Si su hijo califica para un IEP, usted ayudará a los maestros a establecer esos objetivos. Los objetivos podrían incluir que aumente el vocabulario y mejore la comprensión de la lectura. El plan detallará cómo la escuela ayudará a su hijo a que alcance esos objetivos. Por ejemplo, el plan podría incluir dos sesiones semanales con un especialista de lectura. Además podría incluir que le proporcionen un software de reconocimiento de voz. Especialistas en lectura Las escuelas públicas tienen especialistas de lectura que pueden trabajar con su hijo de manera individual o en grupos pequeños. Estos especialistas pueden ayudar a su hijo a mejorar sus habilidades para la lectura. También están los tutores privados que utilizan métodos especializados de instrucción de lectura que podrían ser de gran ayudar. El médico Algunas veces la dislexia puede ser tan estresante que puede afectar la autoestima de su hijo causando, a su vez, ansiedad y depresión. Esto dificulta aún más la vida escolar. Hable con su pediatra sobre lo que está observando. Un psicólogo podría ayudar a manejar el estrés de su hijo. Padres defensores Cada estado tiene al menos un centro de ayuda para padres. Estas instituciones sin fines de lucro están compuestas por padres que tienen hijos con discapacidades. Esos padres experimentados han aprendido a usar el sistema educativo. Ellos pueden ayudarle a prepararse para las reuniones escolares importantes y a obtener los recursos que su hijo necesita. Puede encontrar un centro en su área de residencia a través de la Red de Asistencia Técnica para Padres.

¿Qué se puede hacer en el hogar?
Ayudar a su hijo con dislexia no es tarea fácil, sobre todo si nunca se ha sentido seguro de sus propias habilidades para leer y escribir. Usted no tiene que ser un experto para ayudarlo a trabajar en ciertas habilidades o para fortalecer su autoestima. Tenga en mente que los chicos, y las familias, son todas diferentes y, por lo tanto, no todas las opciones van a funcionar en su caso. No se asuste si las primeras estrategias que intente no dan resultado. Quizá necesite probar diferentes técnicas hasta encontrar la que funciona mejor. Aquí están algunas estrategias que puede probar en su casa: Lea en voz alta todos los días. Si su hijo es muy pequeño, lean juntos libros con imágenes. Para los niños en la escuela primaria o en la escuela media podría usar un tomo de Harry Potter. Para un adolescente considere la lectura de revistas o artículos del periódico o, incluso, una receta de cocina. También puede leer en voz alta los carteles que ve en la calle y manuales de instrucción. Escucharlo leer permite que su hijo se concentre en entender el material y amplíe su conocimiento general. Haga esto cada vez que tenga una oportunidad. Aproveche los intereses de su hijo. Ofrézcale una variedad de materiales como historietas, historias de misterio, recetas de cocina y artículos sobre deportes o personas famosas de la televisión y el cine. Busque libros del nivel de lectura de su hijo. Los chicos con dislexia u otras dificultades de lectura tienen más probabilidades de terminar de leer un libro si les resulta interesante. Utilice audiolibros. Busque audiolibros en su biblioteca local. También puede encontrarlos en la Internet. Algunas librerías venden libros para niños pequeños con la historia grabada en un CD que indica cuándo es tiempo de cambiar la página. Escuchar la historia relatada mientras se miran las palabras y se sigue la lectura, ayudará a su hijo a hacer la conexión entre los sonidos que está escuchando y las palabras que está viendo. Busque apps (aplicaciones de computadora) y otras ayudas tecnológicas. Los procesadores de palabra y los correctores de ortografía pueden ayudar a los chicos con dificultades de lectura y ortografía. El software de reconocimiento de voz puede ser útil para los estudiantes mayores cuando hacen las tareas escritas, ya que les permitirá dictar sus ideas en lugar de escribirlas. Existe una gran cantidad de apps y juegos en línea muy útiles para desarrollar las habilidades de lectura. Observe y anote. Observar a su hijo más de cerca y tomar notas de su conducta podría revelar patrones o desencadenantes que usted podría modificar. Sus notas van a ser muy útiles a la hora de hablar con maestros, médicos o con cualquier persona que pueda ayudar a su hijo. Concéntrese en el esfuerzo y no en el resultado. Felicite a su hijo por esforzarse y enfatice el hecho de que todos cometemos errores, ¡incluido usted! Ayúdelo a entender lo importante que es continuar practicando, y abrácelo, celébrelo y prémielo, incluso, por pequeños esfuerzos y progresos. Eso lo ayudará a mantenerse motivado. Vea cómo se siente. Use A través de los ojos de su hijo para que experimente cómo se siente tener dislexia. Algunas veces, reconocer que entiende lo que su hijo está experimentando puede hacerlo sentir más seguro y estimularlo a probar diferentes estrategias y a utilizarlas el mayor tiempo posible para determinar cuál es la más útil. Haga de su casa un espacio atractivo para leer. Ponga en cada habitación (¡incluso en el baño!) algunos libros o revistas que le puedan interesar a su hijo. Lleve un libro cuando vaya a comprar pizza o viaje, y léalo a su familia para discutirlo luego. Busque otras formas creativas para alentar la lectura y la escritura en su casa. Estimule la confianza. Utilice los pasatiempos de su hijo y las actividades después de la escuela para mejorar su autoestima y aumentar su capacidad de tolerar frustraciones. Intente diferentes maneras de identificar y desarrollar las destrezas de su hijo.

Los Mapas Conceptuales de Novak

En el proceso del aprendizaje es frecuente que los alumnos memoricen mecánicamente los conceptos sin relacionarlos con las ideas que ellos ya comprenden. Es Ausubel, quien distingue el aprendizaje por repetición de lo que él denominó aprendizaje significativo, este último se produce cuando el que aprende relaciona los nuevos conocimientos, de manera organizada y sustancial con lo que ya sabe. No obstante, la persona debe estar motivada con la integración a sus conocimientos de la información que recibe, de manera que lo que aprende sea significativo para ella y de esta forma esté dispuesta a establecer esa relación sustancial en la esfera cognoscitiva. Un instrumento que ha demostrado gran utilidad para lograr el aprendizaje significativo es el mapa conceptual, a partir del modelo de Ausubel, surge el mapa conceptual de Novak como estrategia para guiar a los estudiantes a aprender y a organizar los materiales de aprendizaje o para encontrar los procedimientos a seguir en la resolución de problemas, al decir del propio Novak no es más que “una técnica (estrategia, herramienta o recurso) para representar y organizar el conocimiento, empleando conceptos y frases de enlace entre estos conceptos” que “tienen por objeto representar relaciones significativas entre conceptos en forma de proposiciones”.
Este método se usa como un lenguaje para la descripción y comunicación de conceptos dentro de la teoría de asimilación, teoría del aprendizaje basada en un modelo constructivista de los procesos cognitivos humanos, que describe cómo el estudiante adquiere conceptos y se organiza en su estructura cognitiva. Se señala que el mapa conceptual es la principal herramienta metodológica de esta teoría y que ha sido usado por personas de los más variados niveles.
Los mapas conceptuales contienen 3 elementos fundamentales: concepto, proposición y palabras de enlace. Los conceptos son palabras o signos con los que se expresan regularidades; las proposiciones son 2 o más términos conceptuales unidos por palabras de enlace para formar una unidad semántica; y las palabras de enlace, por tanto, sirven para relacionar los conceptos. Se caracterizan por la jerarquización de los conceptos, ya que los conceptos más inclusivos ocupan los lugares superiores de la estructura gráfica; por la selección de los términos que van a ser centro de atención y por el impacto visual, ya que permiten observar las relaciones entre las ideas principales de un modo sencillo y rápido. Es una manera de representar gráficamente las ideas o conceptos. Es importante tener en cuenta las siguientes cualidades: Selectividad. Antes de construir el mapa conceptual hay que seleccionar los conceptos más importantes. Los conceptos aparecen solo una vez. Jerarquía. Los conceptos se ordenan de mayor a menor de acuerdo a la importancia o criterio de inclusión. Los de mayor jerarquía, se ubican en la parte superior. Impacto visual. Debe ser claro, simple, atractivo y sencillo, con una adecuada distribución de los conceptos que genere comprensión de las ideas que se quieren organizar. Dadas esas condiciones, esta estrategia didáctica puede ser un instrumento eficaz para el desarrollo del pensamiento científico en los estudiantes, porque en ellos se ponen de manifiesto las características esenciales de este tipo de pensamiento, el carácter jerárquico, el carácter integrador y la multiplicidad de descripciones. Existen también herramientas informáticas que permiten potenciar el aprendizaje visual del estudiante, de manera que el pensamiento se vuelve más activo que pasivo para llegar a la construcción de un nuevo conocimiento y teniendo los medios para hacerlo facilita su realización.  
Su representación es a través de gráficos, nudos y líneas, donde el nudo representa el concepto y las líneas las palabras de enlace para formar las proposiciones.  Los símbolos para representar los conceptos que deseamos explicitar pueden tener diversas formas, el grafico estará en dependencia de la idea que se quiere describir, incluso pueden utilizarse figuras, fotos u otros elementos que la representen con mayor nitidez.  Las líneas que unen los conceptos pueden o no tener saetas, en dependencia del sentido o precedencia que se quiera enfatizar.  
Los pasos para su construcción son los siguientes:
- Tomar el concepto que se desea profundizar.
- Reflexionar e identificar las partes o elementos esenciales del concepto.
- Hacer una lista de los conceptos, de los más generales a los más específicos.
- Detallar los conceptos más generales en la parte superior del mapa y unir con líneas para demostrar cómo los conceptos se relacionan.
- Hacer ramificaciones al mapa añadiendo dos o más elementos a cada concepto que ya está en el mapa.
- Hacer conexiones entre dos o más conceptos mediante el uso de flechas para señalar la dirección de dicha relación si existe.  
Un método didáctico para la construcción de este recurso es:
- Seleccionar un problema o tema de estudio, a través de un texto en el que se desee comprobar la capacidad de comprensión y síntesis.
- Explicar la técnica y pasos para elaborar el mapa conceptual.
- Constituir varios equipos a los cuales se les entrega el texto y plantearles la confección de un mapa conceptual sobre el mismo.
- A punto de partida de lo realizado por los equipos, a través del método de elaboración conjunta, elaborar un mapa conceptual general, integrando y organizando las ideas expuestas por cada equipo.  

Entonces los Mapas Conceptuales, son un instrumento de aprendizaje fundamentado en las relaciones significativas que existen entre los conceptos. Aquí no se trata tanto de representar visualmente el conocimiento como de entender las relaciones y jerarquías entre conceptos. Nos ayuda a tener una mejor comprensión lectora.
Están formados por:
- Conceptos: expresiones de ideas mediante palabras. Se suelen representar dentro de un cuadro o una elipse.
- Palabras-enlace o conectores: unen los conceptos indicando la relación que existe entre ellos.
- Proposiciones: son las formadas por la unión entre conceptos y conectores.
Los mapas conceptuales conducen nuestra atención hacia lo importante y permiten aclarar y jerarquizar conceptos, potenciando la comprensión total del texto.  Aprender a elaborarlos no suele ser tarea fácil, pero en cuanto se les coge el truquillo constituyen una herramienta de comprensión y memorización fundamental. Funcionan también a modo de esquema de lo estudiado. Hace el estudio más activo y aumenta la concentración y la motivación.

Otra herramienta visual que sirven para trabajar con los conceptos esenciales de aquello sobre lo que estamos trabajando son los mapas mentales. A pesar de la similitud con lis mapas conceptuales son dos herramientas claramente distintas y con propósitos distintos. Muchos alumnos (e incluso porfesores o autores) suelen fomentar la confusión sobre ambos términos refiriéndose a los mapas mentales cuando en realidad están hablando de conceptuales, y viceversa.  Esta herramienta ampliamente desarrollada por Tony Buzan (también uno de los gurús de la lectura rápida) consiste en la representación gráfica del conocimiento, esta técnica busca tomar notas o apuntes de nuestras diferentes expresiones mentales, y se plasmen estas en forma gráfica.  Facilitan la ordenación y estructuración del pensamiento, por medio de la jerarquización y categorización. Si nuestro propio cerebro es una máquina de asociaciones ramificadas, los mapas mentales responden a esta manera de entender la realidad, que es la nuestra, la de nuestra mente. El mapa mental condesa la información y la organiza de forma visual.
¿Cómo lo hace?
Pues irradiando ideas clave a partir de un tema o idea central, semejante a las ramas que salen de un tronco. La habilidad principal para su elaboración consistirá en simplificar estas ideas claves a una sola palabra siempre que sea posible.
Nuestro cerebro trabaja por asociación y de forma no lineal, sino circular. Además, trabaja con colores, símbolos e imágenes. Por lo que el mapa mental responde a estas necesidades.
Utilidades de los mapas mentales:
- Para el estudio.
- Planificación de actividades.
- Tomar apuntes.
- Confeccionar una presentación.
- Dirigir reuniones.
- Explicar temas en la pizarra.
- Planificar y organizar proyectos.
- Analizar un problema. Tomar decisiones.