domingo, 25 de septiembre de 2016

La Disgrafia

Probablemente ha escuchado hablar mucho de las dificultades de aprendizaje y de atención como la dislexia y el TDAH. Pero es probable que no haya escuchado mucho acerca de la disgrafía. Si su hijo tiene problemas para expresarse por escrito, usted podría querer aprender más acerca de esta condición. Las dificultades con la escritura son comunes entre los niños y pueden provenir de una variedad de dificultades de aprendizaje y de atención. Si sabe a qué prestar atención, entonces podrá estar preparado para obtener la ayuda que su hijo necesita. No hay cura o un arreglo fácil para la disgrafía, pero hay estrategias y terapias que pueden ayudar a que un niño mejore su escritura. Esto pude ayudarle a progresar en la escuela y en cualquier otro lugar donde tenga que expresarse por sí mismo a través de la escritura.

¿Qué es disgrafía?
La disgrafía es una condición que causa dificultad con la expresión escrita. El término viene de las palabras griegas dys (“impedido”) y grafía (“hacer forma de letras a mano”). La disgrafía es una dificultad que se basa en el cerebro y no es el resultado de que un niño sea perezoso. Para muchos niños con disgrafía el simple hecho de sostener un lápiz y organizar las letras en una línea es muy difícil. La escritura a mano de estos niños tiende a ser desordenada. Muchos batallan con el deletreo, la ortografía y para poner sus ideas en un papel. Estas y otras tareas de escritura, como poner las ideas en un lenguaje organizado, almacenarlas en la memoria y luego utilizarlas, podrían agregarse a la batalla de la expresión escrita. Los profesionales podrían usar diferentes términos para describir las dificultades con la expresión escrita. El Manual Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales-5 (DSM-5, por sus siglas en inglés) no utiliza el término disgrafía, pero sí utiliza la frase “impedimento en la expresión escrita” bajo la categoría de “trastorno específico del aprendizaje”. Este es el término utilizado por la mayoría de los médicos y psicólogos. Algunos psicólogos escolares y maestros utilizan el término disgrafía como una manera corta para hablar de los “trastornos de las expresiones escritas”. Para calificar para los servicios de educación especial, un niño debe tener una dificultad nombrada o descrita en la Ley para la Educación de los Individuos con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés). A pesar de que IDEA no utiliza el término de “disgrafía”, sí lo describe bajo la categoría de “discapacidad de aprendizaje específica”. Esto incluye las dificultades con la comprensión o el uso del lenguaje (hablado o escrito) que dificulta escuchar, pensar, hablar, leer, escribir, deletrear o, incluso, hacer cálculos matemáticos. Cualquiera que sea la definición utilizada es importante entender que la escritura lenta o desordenada no es necesariamente un signo de que su hijo no esté tratando lo mejor que él puede. La escritura requiere un conjunto complejo de habilidades motoras finas y del procesamiento del lenguaje. Para los niños con disgrafía, el proceso de escribir es más complicado y más lento. Sin ayuda, un niño con disgrafía podría tener dificultades en todas las actividades de la escuela.

¿Qué tan común es la disgrafía?
La disgrafía no es un término familiar, pero los síntomas de la disgrafía no son raros, especialmente en los niños pequeños que están comenzando a aprender a escribir. Si un niño continúa batallando con la escritura, a pesar de mucha práctica y ejercicios de corrección, sería buena idea mirar más de cerca para ver si la disgrafía es la causa.

¿Cuáles son las causas de la disgrafía?
Los expertos no están seguros cuáles son las causas de la disgrafía y de otras dificultades con la expresión escrita. Normalmente, el cerebro toma la información a través de los sentidos y los almacena para usarlos más tarde. Antes que una persona comience a escribir, él rescata la información de su memoria a corto o a largo plazo y la organiza para comenzar a escribir. En una persona con disgrafía, los expertos creen que uno o ambos de los siguientes pasos en el proceso de la escritura se descarrilan: La organización de la información que está guardada en la memoria Plasmar las palabras en el papel escribiéndolas a mano o con un teclado Esto resulta en un producto escrito que es difícil de leer y lleno de errores. Y lo más importante, esto no tiene nada que ver con lo que el niño sabe y con lo que él intentó escribir. La memoria funcional podría también tener un rol en la disgrafía. Un niño podría tener dificultad con lo que se llama la “codificación ortográfica”. Esta es una habilidad que almacena las palabras escritas que no son familiares en la memoria funcional. Como resultado, el niño podría tener problemas para recordar cómo escribir a mano o escribir una letra o una palabra. También se cree que pudiera haber un enlace genético cuando la disgrafía se repite en las familias.

¿Cuáles son los síntomas de la disgrafía?
Los síntomas de la disgrafía caen en seis categorías: visual espacial, motora fina, procesamiento del lenguaje, deletreo/escritura a mano, gramática y organización del lenguaje. Un niño podría tener disgrafía si sus habilidades para escribir se retrasan comparado con los compañeros de clase y, además, presenta por lo menos algunos de los siguientes síntomas:
- Tiene problemas con la discriminación de las formas y el espacio entre letras.
- Tiene problemas para organizar las palabras en la página, de izquierda a derecha.
- Escribe las letras que van en todas las direcciones, y las letras y palabras que van juntas en la página.
- Tiene problemas para escribir sobre una línea y dentro de los márgenes.
- Tiene problemas para leer mapas, dibujar o reproducir formas.
- Copia los textos lentamente.
- Tiene problemas para sostener un lápiz correctamente, hacer trazos, cortar la comida, atarse los cordones de los zapatos, armar rompecabezas, escribir mensajes de texto y usar un teclado de computadora.
- Es incapaz de utilizar las tijeras bien o colorear dentro de las líneas.
- Cuando escribe, mantiene su muñeca, brazo, cuerpo o el papel en posiciones raras y extrañas.
- Tiene problemas para poner las ideas en papel.
- Tiene problemas para entender las reglas de los juegos - Tiene problemas para seguir direcciones.
- Le cuesta trabajo entender las reglas del deletreo y de la ortografía.
- Tiene problemas para decir si una palabra está mal escrita.
- Puede deletrear correctamente en forma oral, pero comete errores por escrito.
- Deletrea las palabras incorrectamente y de diferentes maneras.
- Tiene problemas para utilizar un verificador de ortografía y, cuando lo hace, no puede reconocer la palabra correcta.
- Mezcla letras mayúsculas y minúsculas.
- Mezcla cursivas y letra de imprenta.
- Tiene problemas para leer su propia escritura.
- Evita escribir.
- Borra mucho.
- Tiene problemas gramáticales y de usos de palabras, no sabe cómo usar la puntuación.
- Usa demasiado las comas y mezcla los tiempos de verbo.
- No comienza las oraciones con una letra mayúscula.
Los síntomas de la disgrafía varían dependiendo de la edad del niño. Los signos, por lo general, aparecen cuando los niños están aprendiendo a escribir. Niños preescolares, podrían dudar en escribir y dibujar, y decir que ellos odian colorear. Niños de edad escolar, podrían tener una escritura a mano ilegible, que a su vez, podría estar mezclada en el uso de letra cursiva e imprenta. Ellos podrían tener problemas para escribir sobre la línea y podrían hacer letras que son disparejas en medida y en altura. Algunos niños también podrían necesitar decir las palabras en voz alta cuando escriben o tener problemas para poner sus pensamientos en papel. Adolescentes, podrían escribir en oraciones simples. Su escritura podría tener errores gramaticales en mayor cantidad que otros niños de su misma edad.

¿Qué habilidades están afectadas por la disgrafía?
El impacto de la disgrafía en el desarrollo de un niño varía, dependiendo de los síntomas y de su severidad. Estas son algunas áreas comunes problemáticas para los niños con disgrafía:
- Académica: Los chicos con disgrafía pueden retrasarse en el trabajo escolar porque les toma mucho tiempo escribir. Tomar notas es un desafío. Podrían sentirse desalentados y evitar escribir las tareas.
- Habilidades básicas de la vida: Las habilidades motoras finas de algunos niños son limitadas. Se les hacen difíciles las tareas de todos los días, tales como abotonarse una camisa y hacer una lista simple.
- Social-emocional: Los niños con disgrafía podrían sentirse frustrados o ansiosos acerca de los retos académicos y de sus vidas. Si ellos no han sido identificados, los maestros podrían criticarlos por ser “perezosos” o “desorganizados.” Esto podría agregar aún más estrés. La autoestima baja, frustración y sus problemas de comunicación pueden hacer aún más difícil socializar con otros niños. Aunque la disgrafía es una condición para toda la vida, hay muchas estrategias y herramientas ya probadas que pueden ayudar a los niños con disgrafía a mejorar sus habilidades de escritura.

¿Cómo es diagnosticada la disgrafía?
Los signos de disgrafía, por lo general, aparecen temprano en la escuela primaria. Sin embargo, los signos podrían no ser evidentes hasta la etapa de la escuela media o más tarde. Algunas veces, los signos pasan desapercibidos por completo. Como ocurre con las dificultades de aprendizaje y de atención, cuanto antes se reconozcan los signos de disgrafía y se atiendan, será mejor. La disgrafía es, por lo general, identificada por los psicólogos con licencia (incluyendo a los psicólogos escolares), quienes se especializan en las dificultades de aprendizaje. Ellos le darán a su hijo una evaluación académica y pruebas escritas. Estas prueba evaluativas van a medir las habilidades motoras finas y la producción de expresiones escritas. Durante la evaluación, el profesional podría pedir a su hijo que escriba unas oraciones y que copie un texto. Ellos medirán, no solamente el producto terminado de su hijo, sino también su proceso de escritura. Esto va a incluir su postura, su posición, cómo toma el lápiz, la fatiga y si hay signos de calambres. El evaluador podría también evaluar la velocidad de sus habilidades motoras finas, con derivación del dedo y girando la muñeca. Los maestros de educación especial y los psicólogos escolares pueden ayudar a determinar el impacto emocional o académico que esta condición pudiera estar teniendo en su hijo.

¿Cuáles son las condiciones asociadas con la disgrafía? Muchos niños con disgrafía tienen también otras dificultades de aprendizaje. Estas condiciones, las cuales también pueden afectar la expresión escrita, incluyen:
- Dislexia: Esta dificultad del aprendizaje hace difícil la lectura. La dislexia también puede hacer que la escritura y el deletreo sean un desafío. Infórmese más sobre las diferencias entre disgrafía y dislexia.
- Trastornos del lenguaje: Los trastornos del lenguaje pueden causar una variedad de problemas con el lenguaje escrito y el hablado. Los niños podrían tener problemas aprendiendo palabras nuevas, usando correctamente la gramática, y poniendo sus pensamientos en palabras.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH): El TDAH causa problemas con la atención, la impulsividad y la hiperactividad.
- Dispraxia: La dispraxia es una condición que causa una coordinación física limitada al igual que las habilidades motoras. Podría causar problemas con las habilidades motoras finas, las cuales afectan las tareas físicas de escribir y usar el teclado. Infórmese acerca de diferencias entre dispraxia y disgrafía.

¿Cómo pueden ayudar los profesionales con la disgrafía? Si un niño no progresa, podría recibir educación intensiva individual. Hay muchas maneras de ayudar a un niño con disgrafía. Algunos niños, podrían practicar el copiado de letras utilizando papel con líneas marcadas en otro color o con relevancia para ayudarles a escribir en líneas derechas. Un terapeuta ocupacional podría proveer los ejercicios para aumentar la fortaleza muscular y la destreza, e incrementar la coordinación mano–ojo. No hay medicación para tratar la disgrafía. Sin embargo, los niños quienes tienen TDAH, algunas veces encuentran que la medicación para el TDAH alivia los síntomas de la disgrafía.

¿Qué se puede hacer en el hogar por la disgrafía?
Hay muchas cosas que usted puede hacer en su hogar para ayudar a su hijo con la disgrafía. Estas son algunas estrategias para que usted considere. Observe y tome notas. Tomar notas acerca de las dificultades para escribir de su hijo (incluyendo cuándo ocurren) va a ayudar a encontrar los patrones y los desencadenantes. Luego, usted puede desarrollar estrategias para trabajar alrededor de ellas. Sus notas serán útiles cuando usted hable con el doctor, los maestros y con cualquier otro profesional que esté ayudando a su hijo. Enseñe a su hijo ejercicios de pre-calentamiento para prepararse a escribir. Antes de escribir (o incluso cuando se toma un descanso de escribir), su hijo puede hacer algunos ejercicios para aliviar el estrés. Él podría agitar sus manos o refregarlas entre sí con el fin de aliviar la tensión. Hagan juegos que fortalezcan las habilidades motoras. Jugar con plastilina fortalece los músculos de la mano. Apretar una bola de goma puede mejorar los músculos de las muñecas y las manos, así como también, la coordinación. Es mejor no tratar muchas estrategias de una sola vez. En vez de esto, pruebe las estrategias de a una, así usted puede saber cuál es la que funciona o la que no funciona. Elogie a su hijo por el esfuerzo y por sus logros. Esto puede motivarle a continuar trabajando para construir y mejorar sus habilidades. Muchos niños superan y trabajan alrededor de sus dificultades para escribir. Con ayuda su hijo también podrá mejorar.

¿Qué puede hacer el camino más fácil?
Ya sea que usted recién esté comenzando a aprender acerca de la disgrafía, o ya conozca del tema, si su hijo no ha sido identificado con disgrafía, considere que sea evaluado por la escuela o por un profesional fuera de la escuela. Conocer qué clase de dificultad tiene su hijo es el primer paso hacia obtener la mejor ayuda para él. Solicite una evaluación. Si encuentran que su hijo tiene disgrafía, conéctese con otras familias. Recuerde que usted no está solo. Obtenga consejos de los expertos. Utilice el Entrenamiento para padres para ayudarle a navegar las dificultades de conducta y las emocionales a lo largo del camino. La dificultad con la escritura no necesita retrasar a su hijo. Explore y experimente con diferentes herramientas y estrategias. Eventualmente, usted encontrará las maneras de ayudar a su hijo a tener éxito.

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