domingo, 25 de septiembre de 2016

La Discalculia

Si le han dicho que su hijo tiene discalculia o si sospecha que la tiene, seguramente se preguntará cómo ayudarlo. La discalculia es una dificultad de aprendizaje que causa serios problemas con las matemáticas. No es tan conocida como la dislexia, pero algunos investigadores creen que es casi tan frecuente como la dislexia. Afortunadamente hay muchas maneras en las que usted y los maestros pueden ayudar a su hijo. Ya sea mejorando sus habilidades matemáticas o fortaleciendo su autoestima, estos son pasos que puede seguir.

¿Qué es la discalculia?
La discalculia es una condición cerebral que afecta la habilidad de entender y trabajar con números y conceptos matemáticos. Algunos niños con discalculia no pueden entender conceptos numéricos básicos. Se esfuerzan mucho para aprender y memorizar datos numéricos básicos. Puede que entiendan qué hacer en la clase de matemáticas pero no entienden por qué lo hacen. En otras palabras, no entienden la lógica del proceso. Otros niños entienden la lógica de las matemáticas pero no están seguros cómo y cuándo aplicar su conocimiento para resolver problemas. La discalculia se conoce con otros nombres. Algunas escuelas públicas la llaman ”discapacidad del aprendizaje de las matemáticas”. Los médicos a veces la llaman “trastorno de las matemáticas”. Muchos niños y padres la llaman “dislexia de las matemáticas”. Las dificultad de su hijo con las matemáticas ser confusas, sobre todo si le está yendo bien en otras asignaturas. Esto puede causar ansiedad y baja autoestima, pero los padres tienen el poder para cambiar la ecuación. Hay muchas herramientas y estrategias que pueden ayudar con la discalculia. El truco está en encontrar las que funcionen mejor para su hijo. La discalculia es una condición que dura toda la vida, pero eso no significa que su hijo no pueda ser feliz y exitoso. Entender los números y otras dificultades La discalculia puede afectar varias áreas del aprendizaje y el desempeño en matemáticas. Diferentes niños enfrentan desafíos diferentes. El problema más común es “entender los números”. Esto se refiere a la comprensión intuitiva de cómo funcionan los números y cómo comparar y estimar cantidades en una secuencia numérica. La mayoría de los investigadores están de acuerdo que entender los números es la base del aprendizaje de las matemáticas. Si los niños no entienden lo básico sobre cómo funcionan los números, aprender matemáticas y usarla en la vida diaria puede ser muy frustrante.

¿Qué tan común es la discalculia?
Si usted no había escuchado acerca de la discalculia hasta hace poco, usted no está solo. No ha sido discutida tan abiertamente como la dislexia, ni tampoco es tan bien entendida. Sin embargo, algunos investigadores creen que es casi igual de frecuente. No está claro cuán frecuentemente los niños que son diagnosticados con dislexia también cumplen los criterios para ser diagnosticados con discalculia. Ambas condiciones pueden afectar la habilidad de un niño para entender palabras relacionadas con las matemáticas. Los científicos no pueden afirmar con seguridad cuántos niños y adultos tienen discalculia. En parte es debido a que diferentes investigadores usan diferentes criterios para diagnosticar las dificultades matemáticas severas. No hay una base de datos centralizada para la investigación sobre la discalculia. Eso dificulta estimar cuántas personas la tienen. Un estimado del 6 al 7 por ciento de los estudiantes de primaria en nuestro país podrían tener discalculia. No es inusual que los niños tengan más de una dificultad de aprendizaje. De hecho, los niños con un trastorno de lectura también tienen un desempeño deficiente en matemáticas. Y los niños con una discapacidad de las matemáticas tienen un desempeño deficiente en lectura. La buena noticia es que todos estos niños pueden destacarse en otras áreas.

¿Qué causa la discalculia?
Los investigadores no saben con exactitud qué causa la discalculia, pero han identificado ciertos factores que indican que es una condición cerebral. Estas son algunas de las posibles causas de la discalculia: Genes y herencia: Los estudios muestran que algunas familias están más predispuestas a la discalculia. Los investigadores descubrieron que los niños con discalculia frecuentemente tienen un padre o un hermano con dificultades similares. Por lo tanto, la discalculia puede ser genética. Desarrollo cerebral: En la actualidad, hay investigadores que están usando herramientas modernas de imágenes cerebrales para estudiar el cerebro de personas con y sin dificultades con las matemáticas. Lo que aprendamos de ese estudio nos ayudará a entender cómo ayudar a los niños con discalculia. El estudio también encontró diferencias en la superficie, grosor y volúmen de ciertas áreas del cerebro. Esas áreas están relacionadas con el aprendizaje y la memoria, con la planificación y la supervisión de tareas y con recordar datos matemáticos. La discalculia ha sido vinculada con la exposición al alcohol en el útero. El nacimiento prematuro y con bajo peso puede que también tengan un rol en la discalculia. Los estudios muestran que lesiones en ciertas partes del cerebro pueden resultar en lo que los investigadores llaman “discalculia adquirida”. En los niños con discalculia no está claro cuánto de sus diferencias cerebrales son causadas por la genética y cuánto por sus experiencias. Los investigadores están tratando de determinar si ciertas intervenciones para la discalculia pueden “reconectar” el cerebro de los niños con discalculia y así facilitar el aprendizaje de las matemáticas. Este concepto es conocido como “neuroplasticidad” y se ha visto que funciona en personas con dislexia.

¿Cuáles son los síntomas de la discalculia?
La discalculia incluye diferentes clases de dificultades con las matemáticas. Los síntomas de su hijo puede que no sean exactamente iguales a los de otro niño. Observar a su hijo y tomar notas para discutirlas con maestros y médicos es una buena manera de encontrar las mejores estrategias y apoyos para su hijo. Los síntomas de la discalculia varían según la edad, y tienden ser más aparentes a medida que los niños crecen. Pero esta condición se puede detectar tan temprano como a nivel de preescolar. Aquí tiene una lista de lo que podría observar:
- Signos de alerta de la discalculia en la educación Inicial.
- Tiene problemas para aprender a contar, especialmente cuando debe asignar un número a cada objeto perteneciente a un grupo.
- Tiene problemas reconociendo los símbolos que representan a los números, como hacer la conexión entre “7” y la palabra siete.
- Le resulta difícil conectar un número a una situación real, como saber que “3” se puede aplicar a cualquier grupo que tenga tres cosas: 3 galletas, 3 carros, 3 niños, etc.
- Tiene problemas recordando números y omite números mucho tiempo después que niños de su misma edad ya cuentan números y los recuerdan en el orden correcto.
- Se le dificulta reconocer patrones y clasificar los objetos por tamaño, forma y color.
- Evita juegos populares como Monopolio porque usan números, requieren contar y otros conceptos matemáticos.
- Le cuesta reconocer números y símbolos.
- Tiene dificultad aprendiendo y recordando datos matemáticos básicos, como 2 + 4 = 6
- Tiene dificultad identificando +, ‒ y otros signos, y no puede usarlos correctamente.
- Puede que utilice los dedos para contar en vez de métodos más sofisticados.
- Le cuesta escribir dígitos numéricos claramente y colocarlos en la columna correcta.
- Tiene dificultad en idear un plan para resolver un problema matemático Tiene problemas para entender palabras relacionadas con las matemáticas, como más grande que y menor que.
- Tiene problemas diferenciando la derecha de la izquierda y su sentido de orientación es deficiente.
- Tiene dificultad recordando números de teléfono y los resultados de un juego deportivo.
- Tiene dificultad aplicando los conceptos matemáticos a la vida diaria, incluyendo asuntos de dinero cómo estimar el costo total, dar el cambio exacto y calcular una propina.
- Tiene problemas midiendo cosas, como los ingredientes de una receta.
- Tiene dificultad para encontrar una dirección y teme perderse.
- Le cuesta entender la información presentada en gráficos y mapas.
- Tiene dificultad para encontrar resolver el mismo problema de matemáticas de maneras diferentes.
- Se siente inseguro en actividades que requieren estimar velocidad y distancia, como practicar deportes y aprender a conducir.

¿Qué habilidades se ven afectadas por la discalculia?
La discalculia afecta más que la habilidad de su hijo para manejar la clase de matemáticas y la tarea escolar. Las destrezas y conceptos matemáticos son utilizados en todos lados, en la cocina, el parque, el trabajo. Es comprensible que le preocupe el impacto de la discalculia a largo plazo en la vida de su hijo. Pero una vez que identifica las limitaciones de su hijo, puede encontrar maneras de esquivarlas desarrollando fortalezas. Estas son algunas destrezas y actividades diarias que puede que se le hagan difíciles a su hijo.
- Destrezas sociales: El fallo constante en la clase de matemáticas puede hacerle creer que el fracaso será también inevitable en otras áreas. La baja autoestima puede afectar la disposición de su hijo para hacer amigos nuevos o participar en actividades después de la escuela. Puede que también evite participar en deportes y juegos que requieren usar las matemáticas y llevar la cuenta de los resultados.
- Sentido de la orientación: Su hijo puede tener problemas para diferenciar la izquierda de la derecha y, por lo tanto, para llegar a un lugar leyendo mapas o siguiendo direcciones. Algunos chicos con discalculia no pueden imaginarse las cosas. ¿Tiene su hijo problemas para imaginarse cómo se ve un edificio u otro objeto tridimensional desde otro ángulo? Si así fuera, podría preocuparle perderse cuando cambia de clase, monta la bicicleta o conduce un carro.
- Coordinación física: La discalculia puede afectar cómo el cerebro y los ojos trabajan en conjunto. Así que su hijo podría tener problema para estimar la distancia entre objetos. Podría parecer torpe comparado con otros chicos de la misma edad.
- Manejo del dinero: La discalculia puede dificultar atenerse a un presupuesto, balancear una chequera y estimar costos. También puede hacer difícil calcular una propina y dar el cambio exacto.
- Manejo del tiempo: La discalculia puede afectar la habilidad de medir cantidades, inclusive las unidades de tiempo. Su hijo puede que sea incapaz de estimar cuán largo es un minuto o cuánto tiempo ha pasado. Esto dificulta seguir un horario.
- Otras destrezas: Los chicos pueden tener problemas para calcular cuánto de un ingrediente deben usar en una receta. También pueden tener dificultades para estimar cuán rápido se está moviendo un carro y a que distancia está.

¿Cómo se diagnóstica la discalculia?
Si su hijo está teniendo problemas con las matemáticas, sería buena idea descubrir exactamente lo que está pasando para que usted y los maestros encuentren la manera de ayudarlo. Se ha investigado menos sobre la discalculia que sobre otras dificultades de aprendizaje, lo que complica la identificación del problema. Afortunadamente, hay mucho que puede hacer para facilitar el proceso. Usted y los maestros de su hijo pueden hablar y tomar notas acerca del tipo de cosas que a su hijo le cuesta entender o hacer. Esas notas son muy útiles cuando tenga que hablar con el médico de su hijo o cualquier otro profesional de la salud. No hay un test específico para discalculia. Esto significa que obtener un diagnóstico implica varios pasos:
Paso 1: Obtener un examen médico. Un examen médico no es tan serio como suena. Es solamente usted, su hijo y el pediatra hablando de lo que le preocupa. Juntos harán un plan para ver si hay alguna otra condición médica que está contribuyendo a las dificultades de aprendizaje de su hijo. Las dificultades con las matemáticas son comunes en niños con ciertos desórdenes genéticos, en niños que fueron prematuros y pequeños al nacer y en los que tienen TDAH. Si su hijo tiene TDAH, puede ser difícil saber si sus dificultades con las matemáticas son causadas por la discalculia, el TDAH o por ambas. Parte del examen inicial puede hacerse en la oficina del pediatra. El médico podría referirlo a un especialista como un neurólogo o un psicólogo educativo para un evaluación más completa. Una vez que los especialistas hayan identificado o descartado problemas médicos, usted puede dar el próximo paso.
Paso 2: Buscar un profesional de la educación. Busque a un profesional capacitado en pruebas que determinen con qué habilidades matemáticas tiene problemas su hijo. Puede ser un psicólogo escolar, un psicólogo privado u otro profesional. Si no le han dado una referencia para un profesional, usted puede pedir una. Esto es importante porque, aunque su hijo tenga otra condición como por ejemplo el TDAH, también podría tener discalculia. Saber qué síntomas corresponden a cada condición puede facilitar encontrar las estrategias más adecuadas para su hijo. EL psicólogo le hablará sobre las dificultades que usted ha estado observando y revisará los registros médicos y escolares de su hijo. También podría pedirle a su hijo que: Cuente puntos. Algunas pruebas para la discalculia, que he desarrollado en el colegio es que cuenten de atrás hacia adelante. Hagan ejercicios que requieren escribir y hablar. No deje que la palabra “neuropsicológico” lo asuste. Simplemente significa pruebas que dan los profesionales, es una idea más clara sobre cómo el cerebro de su hijo piensa y entiende las matemáticas. Copie formas o las dibuje de memoria. Diferentes herramientas de evaluación pueden indicar como su hijo ve y entiende las formas. Si, por ejemplo, su hijo tiene un bloque rectangular enfrente de él pero no puede seleccionar una tarjeta que muestra la imagen del mismo bloque desde un ángulo diferente, puede indicar problemas con sus habilidades visoespaciales. Lo observarán en clase. Muchos profesionales querrán ver cómo su hijo interactúa con conceptos matemáticos en situaciones diarias. Pregunte al especialista si observará a su hijo en el salón de clases. Siempre es buena idea preparar a su hijo para su sesión con el psicólogo académico. Podría decirle que el especialista va a jugar con él. Asegúrele que no va a recibir una calificación ”buena” o “mala”. El especialista sólo quiere conocerlo mejor. Si el profesional planea observar a su hijo en la escuela, consulte con él y el maestro cómo se le explicará a su hijo y a los compañeros de clase. Una preparación adecuada puede ayudar a que su hijo esté relajado y actúe de manera natural.
Paso 3: Reunir todas las piezas. Después de examinar a su hijo, el psicólogo y el pediatra revisarán toda la información recogida. Algunos psicólogos podrían darle una opinión informal enseguida, otros esperan los resultados de las pruebas. Si el psicólogo decide esperar, pregúntele en cuánto tiempo estará listo el reporte oficial. Considere hacer una cita para revisar los resultados. Hacer una cita con anticipación puede ayudar a que el reporte esté listo en el tiempo estipulado.

¿Cómo pueden ayudar los profesionales con la discalculia?
La discalculia no es tan bien conocida como otras dificultades de aprendizaje como la dislexia. Usted deberá ser persistente para lograr que los médicos y la escuela revisen más detalladamente las dificultades de su hijo con las matemáticas. Estas son las personas que pueden ayudar:
- Los maestros de su hijo: Si su hijo han sido diagnosticado con discalculia y califica para los servicios de educación especial, usted y la escuela pueden elaborar un plan de apoyo y adaptaciones. Estas pueden incluir darle más tiempo en las pruebas o permitirle usar una calculadora. Pero aunque no esté diagnosticado, la escuela de su hijo puede hacer varias cosas para ayudarlo a progresar. Contar con la ayuda del maestro de su hijo es un paso muy importante. Haga una cita para discutir sus preocupaciones mutuas. Pregúntele al maestro si está dispuesto a llevar un diario sobre cómo su hijo responde a las diferentes estrategias o a las actividades relacionadas con matemáticas. Usted puede hacer lo mismo en la casa y comparar notas. Estas son algunas de las estrategias más comunes que los maestros usan para ayudar a los niños con discalculia:
- Usar ejemplos concretos que conectan las matemáticas con la vida real para fortalecer el entendimiento de los números. Por ejemplo: clasificar botones u otros objetos familiares. Usar ayudas visuales al resolver problemas incluyendo dibujar o mover objetos físicos, que los maestros llaman “manipulativos”.
- Asignar una cantidad manejable de trabajo para que su hijo no se sienta sobrecargado.
- Revisar una destreza reciéntemente aprendida antes de continuar con una nueva y explicar cómo ambas están relacionadas.
- Supervisar el trabajo y alentar a su hijo a que explique cómo se resuelve el problema. Esto asegura que se estén usando las reglas y fórmulas matemáticas correctas.
- Dividir las lecciones en partes pequeñas que fácilmente muestren cómo las diferentes destrezas se relacionan con el nuevo concepto. Los maestros llaman a este proceso “fragmentación”.
- Permitir que su hijo use papel cuadriculado para ayudarlo a alinear los números.
- Usar un pedazo de papel para cubrir la mayor parte de lo que aparece en el examen de matemáticas para que su hijo pueda concentrarse en un ejercicio a la vez.
- Participar en juegos matemáticos para que su hijo se divierta y se sienta más cómodo con las matemáticas.
- Dare más tiempo para terminar un examen o contestar menos preguntas del examen.
- Usar una calculadora en la clase.

¿Qué puede hacer en la casa para ayudar con la discalculia?
Criar a un niño con discalculia puede ser un reto, especialmente si usted nunca se sintió hábil para las matemáticas. Pero no tiene que ser un experto. A continuación encontrará diferentes maneras para ayudar a mejorar la habilidad de su hijo para trabajar con números. Mejorar su destreza en matemáticas puede mejorar su autoestima y su resistencia. Tenga en cuenta que todos los niños (y las familias) son diferentes. Tendrá que probar y errar hasta que descubra qué es lo que le funciona a usted y a su hijo. Encontrar las estrategias adecuadas y ver el progreso puede aumentar confianza de todos. No se asuste si al principio las estrategias que intenta no son efectivas. Puede que necesite probar diferentes enfoques hasta descubrir lo que funciona mejor para su hijo. Estas son algunas cosas que puede probar en la casa:
- Aprenda lo más que pueda. Entender la naturaleza de la discalculia es un buen primer paso a ayudar a su hijo a desarrollar las habilidades relacionadas con las matemáticas.
- Déjele saber que usted entiende por lo que está pasando y que no piensa que es un holgazán, sin motivación o que no es inteligente. Esto le puede dar la motivación que necesita para seguir trabajando en ese difícil problema de matemáticas. También puede reducir la ansiedad o esos sentimientos de inferioridad que puede estar experimentando.
- Practique juegos matemáticos.
- Practicar conceptos numéricos puede mejorar las habilidades y reducir la ansiedad en la escuela.
- Use objetos de su casa como juguetes, uvas o pares de calcetines tan frecuente como pueda para ayudarle a relacionar los números con las actividades diarias.
- Trate de no insistir ni forzar a su hijo a participar en esos juegos ya que podría aumentar su ansiedad. Los niños aprenden más fácilmente cuando están contentos y relajados.
- Cree un lugar especial para la tarea. Ayude a su hijo a ser más productivo al hacer la tarea escolar proporcionándole un lugar que sea lo más tranquilo y sin distracciones como sea posible. También puede ayudarlo dividiendo la tarea en partes más pequeñas y manejables, como por ejemplo, hacer 5 problemas de matemáticas y luego descansar antes de continuar con otros 5.
- Ayúdelo a familiarizarse con la calculadora. Para los niños que tienen problemas para recordar datos matemáticos básicos, una calculadora puede ayudarlos a concentrarse en el razonamiento y la resolución de problemas. Estas destrezas son muy valiosas en el lugar de trabajo donde usar una calculadora no significa hacer trampa.
- Identifique las fortalezas de su hijo y utilízelas para mejorar (o evitar) sus limitaciones, esto ayudará a mejorar su autoestima y su resistencia a la frustración.
- Ayude a su hijo a darse cuenta del paso del tiempo. Ya sea una mano en el hombro, unas palabras clave o la alarma de un teléfono celular, tenga un sistema para anunciarle a su hijo que tiene problemas para administrar el tiempo, cuando es el momento de comenzar su próxima actividad.
- Experimente lo que se siente. Use a través de los ojos de su hijo para experimentar lo que se siente tener discalculia. Reconocer que entiende lo que su hijo está experimentando es otra manera de mejorar la confianza en sí mismo.
- Esté motivado. Déjele saber cuando está haciendo un buen trabajo. Elogiar el esfuerzo y los logros de su hijo puede ayudarlo a sentirse querido y respaldado. También puede darle confianza para que se esfuerce más en desarrollar sus destrezas y motivarlo a intentar cosas nuevas.

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