martes, 20 de enero de 2015

Diez claves para fomentar aprendizajes desde el hogar.

Sea durante las vacaciones o el período escolar, los adultos estamos en la obligación de motivar a los niños y adolescentes a aprender y desarrollar sus capacidades a través de las diversas actividades cotidianas dentro o fuera de casa, razón por la cual le recomiendo estas diez claves que contribuirán a cumplir con ese objetivo.
1. Desarrollemos su autonomía dejándoles tareas domésticas que pueden realizar sin ayuda, haciéndolos partícipes en la toma de decisiones familiares y felicitando sus iniciativas.
2. Reconozcamos su esfuerzo, aún cuando no alcancen la meta prevista. Afirmemos que estamos orgullosos de sus avances, por más pequeños que estos sean. El sentirse valorados les dará mayor seguridad en sí mismos.
3. Seamos tolerantes comprendiendo que están en proceso de aprendizaje y que no todos aprenden de la misma forma o al mismo ritmo. Recordemos que los errores también son parte de su desarrollo.
4. Respetemos su forma de ser, gustos, preferencias, derechos y opiniones.
5. Demostremos amor a los niños y adolescentes con abrazos, caricias, diciéndoles "te quiero" y respetando sus espacios y momentos de juego, descanso o estudio.
6. Escuchemos sus ideas con atención, brindándole el tiempo necesario para que puedan expresarse. Luego podremos orientarlos sobre lo que consideremos que necesitan aprender.
7. Dialoguemos contándoles nuestras vivencias del día, experiencias y escuchando sus opiniones, al tiempo de preguntarles cómo les fue, motivándolos a expresar sus emociones, lo que sienten y piensan.
8. Fomentemos su aprecio por el estudio explicándoles la importancia de aprender para desarrollarse y forjarse un futuro mejor.
9. Elaboremos juntos un horario de las actividades familiares y motivémoslos a hacer diariamente su propia agenda anotando las horas de juego, de alimentación, paseo, tareas, entre otros.
10. Brindémosles un espacio, aunque sea pequeño, que sea exclusivamente para estudiar.

Recuperar el tiempo perdido

Después de tres años y medio, la política gubernamental en educación muestra escasos resultados. Se puede mencionar Beca 18 en el marco del Programa Nacional de Becas, el aumento de la cobertura para los niños de inicial, el concurso- en proceso- para cubrir 12 mil plazas de directores y subdirectores y la incorporación de 25 mil docentes de la tercera a la sexta escala magisterial, de un total de 200 mil provenientes de la ley del Profesorado.
Todo esto en un contexto (a partir de agosto del 2011) de querer "comenzar todo de nuevo" y de desmantelar un equipo de profesionales cuyo talento se fue gestionando durante varias gestiones ministeriales anteriores, poniéndose en evidencia la costumbre perjudicial de no fortalecer lo bueno, superar lo regular y dejar de lado lo que no funciona. Por eso se dejó sin efecto -entre otros- el Programa Nacional de Capacitación Docente (a cargo de las mejores universidades públicas y privadas), la política pedagógica que tenía como centralidad el Diseño Curricular Nacional vigente, la modernización de colegios emblemáticos, el programa piloto de extensión de la jornada escolar, las movilizaciones por la lectura, las acciones de mejoramiento de la enseñanza del inglés y las evaluaciones integrales para nombramiento de profesores en la carrera.
El Presidente de la República, en julio del 2014, reiteró medidas con algunas novedades como el Bono Escolar, los Colegios de Alto Rendimiento y el mejoramiento del inglés. Lo que ha disminuido es el énfasis teórico sobre el mejoramiento de la educación rural e intercultural bilingüe, para lo cual se destinó un alto porcentaje de los cuatro mil millones aproximadamente que se aumentó al presupuesto educativo en el 2012 y 2013, y que mayormente se devolvieron al erario nacional.
Por eso llama la atención que el 2015 se haya denominado: "Año de la Diversificación productiva y el Fortalecimiento de la Educación" ¿Es que iniciamos un periodo de sostenimiento, crecimiento, de mayor fuerza de la política educativa iniciada en agosto del 2011? En todo caso me parece que las medidas en infraestructura, docencia, aprendizajes y gestión que recién se comienzan a implementar están orientadas a recuperar el tiempo perdido. Este es el desafío contraído por el ministro Saavedra que saludamos y debemos apoyar.
No obstante, es bueno mencionar algunas preocupaciones. La primera tiene que ver con el Bono Escolar que ha acrecentado, en el último cuatrimestre del año pasado, el entrenamiento para las pruebas de la Evaluación Censal de Estudiantes. De este modo estarían tergiversándose el concepto de formación integral, la naturaleza las evaluaciones estandarizadas -que son para "tomar decisiones de mejoramiento educativo y no para premiar"- y el logro de una real educación de calidad. La segunda tiene que ver con la reducción de las evaluaciones a una sola prueba de lápiz y papel dejándose de lado, por ejemplo, la capacidad didáctica y las clases modelo, los méritos y trayectoria profesional, así como las pruebas de TIC e inglés. A propósito: ¿Qué pasó con la evaluación de desempeño? Parece que aquí vale la frase popular: "una cosa es con guitarra y otra con cajón".
Finalmente, valorando que el ministro de Educación ha puesto por fin las cosas en su lugar en la política curricular, después de tres años de informalidad y desconcierto pedagógico en los colegios, resulta indispensable desarrollar -con un renovado liderazgo educativo- un proceso para avanzar hacia un currículo de calidad concertado social, técnica y políticamente, para que tenga continuidad

lunes, 19 de enero de 2015

10 preguntas que debes hacerte antes de elegir el colegio para tus hijos

Elegir un buen colegio es una tarea que muchos padres deben tomar en serio ya que se trata de dar la mejor educación a nuestros hijos. Y es que hay que recordar que "una buena educación es el pasaporte para el futuro": La verdad que escoger el colegio a veces puede ser un dilema para los padres ante una amplísima oferta educativa que existe: ¿religioso?¿bilingüe?, ¿pública o privada?, ¿cerca a la casa o alejada?
Bueno; te ofrezco las preguntas que debes hacerte antes de elegir el colegio. La clave es encontrar el mejor centro donde se brinde una buena calidad en educación.
1. ¿Cuál es el proyecto educativo del centro?: es el modo como transmiten los conocimientos en el colegio con sus métodos de aprendizaje utilizan y si tienen alguna orientación pedagógica concreta.
2. ¿Cuántos alumnos hay por clase?: Lo normal es que sean 30 alumnos por aula. Claro que, si el colegio cuenta con clases más reducidas, es un punto a su favor, porque la atención al niño será más personalizada encada nivel de su educación.
3. ¿A qué distancia está el colegio?: Es importante considerar este aspecto ya que depende de dónde esté tendrán que coger transporte o no. Además, si hay que ir a recogerlo, estará supeditado a nuestro horario de trabajo. Sin embargo, no es determinante, porque a veces compensa lo que nos ofrece el colegio aunque esté más lejos. Todo depende de las preferencias de los padres.
4. ¿Qué importancia le dan a los idiomas?: Hay que considerar también si es un colegio bilingüe o que ofrecen otros idiomas, aparte del inglés. A fin de cuentas, debes preguntarte también cuáles son los idiomas mas importantes profesionalmente.
5. ¿Cuál es el ideario del colegio?: Se debe averiguar cuáles son las líneas morales, religiosas e ideológicas del centro. Estas deben adaptarse a la educación que queremos dar a nuestros hijos y a nuestras creencias, para que no haya contradicciones
6. ¿Cómo es el día a día en el centro?: Para ello, nada mejor que visitar el colegio, ver cómo son las clases, informarte de cómo distribuyen el tiempo, hablar con otros padres que tienen ahí a sus hijos sobre su experiencia.
7. ¿Hay comedor?: Y si es así, ¿qué tipo de alimentación ofrecen? Más allá de los conocimientos que pueda adquirir en el colegio, una dieta sana y equilibrada es determinante para la salud y el desarrollo del niño.
8. ¿Qué actividades extraescolares ofrece?: Las actividades extraescolares son importantes para que el niño pueda desarrollar otras competencias y habilidades. Presta atención a sus gustos y a la oferta del centro.
9. ¿A qué hora salen del colegio?: Los horarios del centro deben ser compatibles con el trabajo y actividades de los padres, para que el niño pueda estar bien atendido y no haya nunca problemas a la hora de recoger.
10. ¿Ofrece buenas instalaciones?: Hay que considerar las herramientas con las que cuenta el colegio, sobre todo las nuevas tecnologías, como ordenadores y pizarras electrónicas, con las que el niño va a crecer y serán determinantes en su educación futura

sábado, 17 de enero de 2015

Para que sirve la Escuela

Muchas veces los padres decimos a nuestros hijos "frases hechas" que escuchamos a su vez de nuestros padres sobre la importancia de ir a la escuela, casi sin pensarlas... no?
Tenemos "grabado a fuego" el mandato de que hay que ir a la escuela para conseguir un buen trabajo y para "ser alguien en la vida", discurso propio de otra época en la cual un título, aún de nivel secundario, abría muchas puertas y era signo de ascenso social porque nuestros padres o abuelos con suerte habían terminado la escuela primaria, y tener un hijo universitario era fuente de orgullo para toda la familia.
Hoy en día los trabajos, y por ende los estudios y carreras, han cambiado y  un título no es la llave segura de un buen sueldo, un buen trabajo ni de prestigio social asegurado. Si no veamos a Steve Jobs, Mark Zuckerberg y tantos emprendedores que dirigen empresas y ganan fortunas sin terminar sus estudios.
Por otra parte la oferta educativa no formal es cada vez más grande e interesante y se puede estudiar desde casa carreras enteras muy útiles.
Pero la escuela sigue siendo una institución valiosa y necesaria, al menos en el nivel primario y secundario. En ella se aprende a compartir, se modela la personalidad, se trabaja la integración, la aceptación, la tolerancia y el sentido del esfuerzo... o deberían trabajarse.
Es cierto que está desactualizada, que se critican su métodos y programas...  pero para eso estamos los docentes, y especialmente los que participan en redes como ésta, que se capacitan continuamente, que son creativos y hacen de la escuela un gran lugar!
Comparto con ustedes la opinión de Marcia Olivos Orosco, gran amiga pedagoga y psicolga sobre lo que le decimos a niños y jóvenes sobre porqué deben ir a la escuela:
"No podemos decirles a los chicos que tienen que ir a la escuela porque así se ganarán la vida. Decirle a un ser humano que tiene que estudiar porque está trabajando para tener trabajo es contradictorio con darle un sentido a la vida. Porque lo que le estamos diciendo es que su vida sólo vale para ser conservada en sí misma, y no para producir algo diferente. Si a un ser humano le decimos que lo único que importa de todo lo que está haciendo ahora es prepararse para seguir viviendo, estamos hablándole a un esclavo y no a un ser humano.
Los seres humanos tienen que sentir que lo que hacen tiene algún sentido que excede a la autoconservación. No se le puede plantear a un ser humano que el sentido de su vida está en ganarse la subsistencia, porque eso no es el sentido de ninguna vida.
Tenemos que terminar con esta idea que le planteó a los chicos de que el único sentido de conservar su vida es para que trabajen y sobrevivan: el sentido de conservar su vida es para producir un país distinto en donde puedan recuperar los sueños. Y la escuela es un lugar de recuperación de sueños, no solamente de auto-conservación.”

viernes, 16 de enero de 2015

De que manera fomentamos en el niño la autoconfianza.

¿Cuáles son estas etapas del desarrollo? Y ¿De qué manera se ve influenciado el niño en cada una de estas etapas?
1.- Etapa incorporativa, fase oral. Va desde el nacimiento hasta los 2 años de edad. Al nacer, el niño depende en su totalidad del medio ambiente, si los padres establecen un cuidado consistente, continúo e integro que cubra las necesidades del niño, se generará en él una sensación de confianza y seguridad, lo cual creará un sentido de esperanza y optimismo ante las diferentes dificultades o frustraciones que se le presenten. De lo contrario si el cuidado es variable y poco atento o conflictivo se generará un estado de desconfianza, lo cual lo hará sentirse inseguro e incapaz de poder lidiar con sus frustraciones normales a su edad.

2.- Etapa niñez temprana, fase muscular anal: Va desde un año hasta los tres años. Se va fijando la autonomía del niño, iniciando desde la capacidad de controlar esfínteres, vocalizar, usar músculos para moverse, etc. Con ello se desarrollará su estado de autonomía y desapego de los padres. Si no se permite al niño explorar y valerse por sí mismo sentirá sensación de control, temor a ser avergonzado con los primeros fracasos, por lo que pueden surgir sentimientos de vergüenza, duda e inseguridad de hacer las cosas. Se debe crear por el contrario una sensación de tener una voluntad y personalidad propia diferente, de la de papá y mamá.

3.- Etapa locomotora genital, preescolar. Va desde los tres años a los seis años. En dicha etapa el niño se da cuenta de más detalles de su medio externo, aquí toma la iniciativa para establecer relaciones más cercanas con uno de sus padres, por lo general el del sexo opuesto a él. Existe mayor noción de las diferencias entre ambos sexos. Para establecer este primer acercamiento en sus relaciones, es importante crear un vínculo afectivo próspero entre el niño y el padre con el cual más se identifique, con el fin de crear seguridad para establecer sus relaciones posteriores con niños de ambos sexos y de su misma edad.

4.- Etapa de latencia, escolar: Va desde los seis años a los doce años.
El niño muestra su capacidad para desenvolverse e interactuar en diferentes ámbitos como la escuela, segunda interacción de mayor importancia después de la que se establece en casa. En la medida que esto se de de manera positiva se logrará un sentido de competencia, de lo contrario se sentirá inferior generando aislamiento escolar, fobias, etc.

5.- Etapa de Adolescencia: Se extiende desde los doce años a los veinte años. La importancia de dicha etapa radica en el concepto de consolidación de la identidad. Prevalecen cambios físicos y psicológicos propios de esta fase las cuales hacen entrar en un periodo de aumenta del conflicto psicológico interno creándoles un sentido de continuidad y estabilidad de uno mismo a largo plazo, cuando esto no se logra se crea una disfunción y confusión en la consolidación de esta identidad. El fijar e identificar sus propios gustos, intereses y valores es el modo de crecer pues delimita su sí mismo del de sus padres.

 Con lo anterior podemos concluir que la formación de la personalidad, la identidad propia y el concepto que se tenga de sí mismo, inicia desde la primera etapa del desarrollo y con ayuda de nuestros padres, ya que el cuidado y el trato que se brinde al niño será el pilar de mayor importancia para una consolidación plena.

jueves, 15 de enero de 2015

La adolescencia

La adolescencia puede ser una etapa turbulenta, de crisis inevitable, de irresponsabilidad y conductas de riesgo. O no. Para la psicóloga y pedagogo Marcia Orozco, esta mala prensa de los jóvenes está agravando el fenómeno en lugar de resolverlo. De hecho estos modelos sociales, advierte Marcia, se convierten en profecías autocumplidas por el mero hecho de decirlas. «Si repetimos muchas veces que los adolescentes son ineducables y difíciles de tratar, conseguiremos que lo sean», augura.
Conversando con Marcia la semana pasada en el restaurante  Pálidos y Tenedores en Chosica,  le preguntaba sobre el tema.

¿En que se basa esta nueva corriente para desmontar los mitos que hay entorno al adolescente?
Esta nueva corriente aboga por tomar la adolescencia como una nueva segunda oportunidad. Para ello se basa en los últimos descubrimientos de la neurociencia, que hablan de que hacia los 13 años se realiza un nuevo y completo rediseño del cerebro. Es una segunda oportunidad de aprendizaje que tenemos que aprovechar para explicar a los adolescentes que tienen que sacarse el carnet de conducir de su nuevo producto, que es el momento de decidir sobre su personalidad.

¿Cómo se toman esta nueva teoría los jóvenes?
 Cuando se lo explicas bien les produce una gran euforia educativa: les damos la razón de que tienen que tomar las riendas de su vida pero tienen que aprender a conducir. Les interesa mucho cuando les hablas de su cerebro.

¿Sin embargo, adviertes que muchos adolescentes piensan a esa edad que ya no pueden cambiar?
Sí, a esa edad ya han forjado la creencia de que «como soy así ya no puedo cambiar», pero precisamente es el momento en el que pueden cambiar y tienen que hacerlo. Y que pueden aprender a pensar mejor, aprender a sentir mejor, aprender a tomar mejor las decisiones y ser más autónomos y por lo tanto a desarrollar su personalidad. Es el momento de la personalidad.

¿Cómo pueden ayudar unos padres que también piensan que esta época es difícil?
Los padres tienen tres grandes recursos: el cariño, la exigencia (tienen que poner limites) y la comunicación, todo ello adaptado a esta edad. No digo que esto último no sea complicado: Necesitan la conexión emocional pero al mismo tiempo la rechazan. Pero una conversación no es somerterle a un interrogatorio. La conexión emocional se hace en primer lugar intentando entender al adolescente y tomando en serio sus intereses y preocupaciones, aunque a los adultos les parezcan absurdas.

¿Dónde cometen los padres el mayor error?
El problema está en que estamos infantilizando la adolescencia. Así lo afirman la mayor parte de los expertos de este momento. Como tenemos miedo a su irresponsabilidad no les damos responsabilidades y a los niños hay que dárselas. La adolescencia no es una etapa biológica, esa es la pubertad. La adolescencia es una creación cultural estrictamente educativa que sirve para permitir que los niños no entren en el mercado de trabajo y tengan un periodo de aprendizaje más amplio. Pero es un periodo que debe ser más riguroso ya que debe servir de adquisición de responsabilidades, de autonomía... que es lo que pide esa edad. No podemos olvidarlo con el pretexto de que son niños peligrosos. Pueden y deben tomar muchas decisiones.

¿Dónde se busca, cómo se puede fomentar  El talento en los Adolescentes?
El talento está en poner como destreza la perseverancia y la constancia como aptitud central. Y se puede educar en la perseverancia a todos los niveles educativos, con una llamada a los padres, pedagogos y maestros: Si no tienen perseverancia las demás aptitudes no se desarrollan y resultan chicos vulnerables que inmediatamente se desfondan. El esfuerzo es central para el desarrollo educativo, y pretender reducirlo es un problema y un freno para la excelencia. Es muy sencillo. A ti que te gustaría jugar al baloncesto, bien o mal, pero para ello es necesario entrenarte. Puede ser muy aburrido, pero si no te entrenas, no adquieres fondo, destreza... El esfuerzo es necesario para adquirir excelencia.

¿Cómo motivar al adolescentes para que mejore?
La clave está en elogiar el esfuerzo, explicándoselo bien. A partir de la adolescencia podemos hacer poco por ellos, ya son los que deciden si mejorar o no. Si quieren ser mediocres, vulgares, asustados de los demás es su opción, pero hay procedimientos para que no sean nada de eso: pueden entrenarse para la brillantez, la creatividad. En todos las actividades humanas se puede mejorar. Y una vez que una persona siente la experiencia de la mejora es tan agradable que quiere continuar. A los adolescentes tenemos que explicarles cosas que resultan de cajón pero que hay que explicarlas, además, poniéndoles la pelota en su campo. Decirles:«Sois vosotros los que tenéis que jugar».

¿El talento, se aprende entonces?
No hay genios, el talento se aprende. No hay talentos innatos, hay capacidades innatas y esas capacidades se desarrollan o no se desarrollan.

¿Se consigue algo castigando al adolescente?
El castigo es una aplicación imprescindible pero solo inhibe conductas, no fomenta. Con el castigo no haces que un chico estudie porque, o bien falsea las notas, o copia. Quizá podríamos decir que en algunos casos muy concretos, de consumo de alcohol y drogas, se utilicen todos los métodos disponibles.Pero en la adolescencia conviene sustituir el castigo por la lógica de las consecuencias: «Si haces esto te va a pasar esto».

¿Que consejo práctico darias a padres con adolescentes en casa?
Los contratos entre padres e hijos. Hay que volver a marcar los límites conjuntamente sabiendo que el chico tiene que aprender autonomía con responsabilidades.Si no cumplen las condiciones, no hay excepciones. Sería algo así como que «esto lo habíamos acordado, esto se acabó, y el contrato tiene que cumplirse». Les estamos tomando en serio y se dan cuenta.Sobre todo, no infantilizar

miércoles, 14 de enero de 2015

El mapa de las emociones humanas

¿Quién no ha experimentado nunca esa sensación de rabia instalada en nuestro estómago como un nudo doloroso? ¿O ese miedo que hace palpitar nuestro corazón hasta dejarnos sin aliento?
Lo interesante sin duda es saber que todo sentimiento, toda emoción, parece tener una correlación biológica: la envidia, la tristeza, la rabia, el amor, la ansiedad.
Mariposas en el estómago, tener el corazón roto, quedarnos fríos… expresiones populares que en cierto modo establecen ya una asociación entre los estados mentales y la sensación corporal.
Las emociones tienen como finalidad ayudarnos a afrontar determinadas situaciones de nuestro entorno, así por ejemplo, ante una desilusión, ante una decepción o una pérdida, nuestro cerebro liberará una serie de neurotransmisores que nos transmitirán la conocida sensación de tristeza; algo que nos va a obligar a quedarnos un poco apartados para buscar el recogimiento en nosotros mismos y valorar el porqué ha ocurrido y obtener estrategias de superación.
Las sensaciones, a su vez, tienen correlación en nuestro cuerpo, ajustando esa unión entre el cuerpo y la mente preparándonos para poder reaccionar. Por otro lado, la ansiedad agita nuestros órganos, acelera nuestro corazón, nos prepara en esencia para el movimiento y para buscar respuesta.
La atracción o incluso el amor, nos ofrecen una sensación de bienestar físico que el cerebro juzga como agradable, es algo beneficioso y por lo tanto el cuerpo se encuentra bien.
Las sensaciones más comunes del ser humano: rabia, tristeza, felicidad, miedo…etc, suelen desencadenar las sensaciones corporales más fuertes, todos los sabemos: ese dolor o presión en el pecho, rigidez muscular, vacíos en el estómago… Además, señalan que estos correlatos físicos son universales en todas las culturas, hasta en las asiáticas, de las que se suele pensar que son más fríos o diferentes a la hora se experimentar emociones.
Así, hay una cosa que queda clara: todos las sentimos de igual modo, pero las expresamos de forma diferente. Ahí entran en juego los patrones de personalidad de cada uno y las diferencias culturales. Pero todos sentimos la decepción en los mismos órganos y la felicidad alborota de igual modo nuestro corazón.
Llama especialmente la atención que emociones como la felicidad y el amor irradian la totalidad del cuerpo, mientras que la envidia, por ejemplo, afecta a una parte muy puntual.
Sea como sea, el mapa de las emociones viene a ilustrarnos algo que seguramente ya sabíamos. A pesar de que en ocasiones creamos que los seres humanos somos infinitamente complejos e indescifrables, todos sabemos qué es la decepción y cómo se siente la alegría… las emociones positivas nos enriquecen y las negativas nos causan daño y hasta pueden ser origen de enfermedades. Tal vez, lo que nos enseñan estos estudios es que no importan sexos o culturas, todos compartimos el mismo mapa emocional.