viernes, 16 de enero de 2015

De que manera fomentamos en el niño la autoconfianza.

¿Cuáles son estas etapas del desarrollo? Y ¿De qué manera se ve influenciado el niño en cada una de estas etapas?
1.- Etapa incorporativa, fase oral. Va desde el nacimiento hasta los 2 años de edad. Al nacer, el niño depende en su totalidad del medio ambiente, si los padres establecen un cuidado consistente, continúo e integro que cubra las necesidades del niño, se generará en él una sensación de confianza y seguridad, lo cual creará un sentido de esperanza y optimismo ante las diferentes dificultades o frustraciones que se le presenten. De lo contrario si el cuidado es variable y poco atento o conflictivo se generará un estado de desconfianza, lo cual lo hará sentirse inseguro e incapaz de poder lidiar con sus frustraciones normales a su edad.

2.- Etapa niñez temprana, fase muscular anal: Va desde un año hasta los tres años. Se va fijando la autonomía del niño, iniciando desde la capacidad de controlar esfínteres, vocalizar, usar músculos para moverse, etc. Con ello se desarrollará su estado de autonomía y desapego de los padres. Si no se permite al niño explorar y valerse por sí mismo sentirá sensación de control, temor a ser avergonzado con los primeros fracasos, por lo que pueden surgir sentimientos de vergüenza, duda e inseguridad de hacer las cosas. Se debe crear por el contrario una sensación de tener una voluntad y personalidad propia diferente, de la de papá y mamá.

3.- Etapa locomotora genital, preescolar. Va desde los tres años a los seis años. En dicha etapa el niño se da cuenta de más detalles de su medio externo, aquí toma la iniciativa para establecer relaciones más cercanas con uno de sus padres, por lo general el del sexo opuesto a él. Existe mayor noción de las diferencias entre ambos sexos. Para establecer este primer acercamiento en sus relaciones, es importante crear un vínculo afectivo próspero entre el niño y el padre con el cual más se identifique, con el fin de crear seguridad para establecer sus relaciones posteriores con niños de ambos sexos y de su misma edad.

4.- Etapa de latencia, escolar: Va desde los seis años a los doce años.
El niño muestra su capacidad para desenvolverse e interactuar en diferentes ámbitos como la escuela, segunda interacción de mayor importancia después de la que se establece en casa. En la medida que esto se de de manera positiva se logrará un sentido de competencia, de lo contrario se sentirá inferior generando aislamiento escolar, fobias, etc.

5.- Etapa de Adolescencia: Se extiende desde los doce años a los veinte años. La importancia de dicha etapa radica en el concepto de consolidación de la identidad. Prevalecen cambios físicos y psicológicos propios de esta fase las cuales hacen entrar en un periodo de aumenta del conflicto psicológico interno creándoles un sentido de continuidad y estabilidad de uno mismo a largo plazo, cuando esto no se logra se crea una disfunción y confusión en la consolidación de esta identidad. El fijar e identificar sus propios gustos, intereses y valores es el modo de crecer pues delimita su sí mismo del de sus padres.

 Con lo anterior podemos concluir que la formación de la personalidad, la identidad propia y el concepto que se tenga de sí mismo, inicia desde la primera etapa del desarrollo y con ayuda de nuestros padres, ya que el cuidado y el trato que se brinde al niño será el pilar de mayor importancia para una consolidación plena.

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