Desde el viernes 5 de agosto al sabado 13 de agosto se esta llevando a cabo el Festival de Cine de Lima y que cumple veinte años con la proyección de 373 películas.
Corría la segunda mitad de los noventa yo era un estudiante universitario de la UNE y el Perú salía de una crisis económica que parecía endémica. Sin embargo, las alternativas culturales fueron ganando espacio en la vida cotidiana. Un ejemplo es la creación del Centro Cultural de la Universidad Católica (CCPUCP) en 1994. En el ámbito de las letras, ya existía la Feria Ricardo Palma, y en 1996 se celebró la primera edición de la Feria Internacional del Libro de Lima. A la cual tuve la oportunidad de asistir en varias ocasiones. Pero aún no había un espacio dedicado al cine. La cartelera estaba invadida por los estrenos de Hollywood, como aún sucede hoy; había poco lugar para otras cinematografías, como la europea, la asiática y, más cerca, la latinoamericana.
A mi e encanta ver muchas películas en el cine, he visto de todo, europeas, como francesas, italianas, alemanas, y españolas, también asiáticas y sobre las norteamericanas, he visto muy poco cine latinoamericano.
Pero el Festival de Cine de Lima, que se inició este viernes, y que en esta edición cumplirá veinte años, les fue abriendo lugar. El Cine latinoamericano a pesar de la cercanía geográfica, los cinéfilos tenían la impresión por la pobreza de la cartelera local de que casi no se hacía cine en América Latina. Para subsanar esta carencia, un grupo de gente vinculada al teatro decidió crear en 1997 el Encuentro Latinoamericano de Cine, un espacio para conocer y divulgar el cine que se hacía en esta parte del mundo. Luego se convirtió en el Festival de Cine de Lima.
El festival se pensó para el público. La mayoría de los que en el mundo existen fueron creados para la crítica o para los potenciales distribuidores. Nosotros, ante las carencias de nuestra cartelera, decidimos crear un público sensible al que le gustase el buen cine”.
Hoy el cine latinoamericano es más trasgresor, más personal. Antes era más periodístico, tenía un compromiso: mostrar la realidad de determinada manera y bajo determinados parámetros. Ahora lo sigue haciendo, pero desde un punto de vista más personal; hoy es mucho más impactante, mucho más fuerte y, sobre todo, más atractivo para otras realidades”,
El impacto de la Feria de Cine en el Perú es muy bueno
Por ejemplo, para su primera edición hubo que hacer una preselección de cintas peruanas para que aquel encuentro tuviese sabor local. La elegida resultó una película ya exhibida. Veinte años después, el evento sólo admite cintas de estreno. El crecimiento a nivel de exhibición y público también es notable. En cuanto a salas de exhibición, en su primera edición sólo hubo 2; hoy cuenta con 65. Además hace 20 años se mostraron 48 películas, mientras este año se exhibirán 373 de todos los continentes. En 1997, 6,000 espectadores acudieron al festival. Este año se espera superar los 120,000, un 20% más que el año pasado. Sólo en prensa escrita se calcula que poco más de 600,000 peruanos tendrán noticias del festival. El Festival de Cine de Lima es, a diferencia de otras ferias, más descentralizado. Está presente en 11 regiones del país, y la cuarta parte de los espacios de exhibición está fuera de Lima, donde además la mayoría de las exhibiciones son gratuitas. Su impacto económico también es importante. Los S/.20 millones que cuesta organizarlo se quintuplican porque más peruanos van al cine.
Eventos como éste no sólo se quedan en las cifras: “Ayuda a las personas a soñar, a pensar, a imaginar, a entender; a crear un sentido de pertenencia y de ciudadanía. El cine nos hace más libres”.
La Feria de Cine de Lima es importante porque ha creado un público interesado en otras formas y sensibilidades, distintas de las que está acostumbrado a consumir en la cartelera comercial. El festival se presenta como uno de los pocos espacios donde no sólo podemos ver lo más interesante de la vanguardia del cine latinoamericano, sino también filmografías de países o directores poco conocidos en el Perú.
Para un director representa un gran estímulo estrenar su película en el festival más importante del país y competir con las películas latinoamericanas más reconocidas. Además, la película puede ser vista por productores o distribuidores extranjeros. Así pasó con El evangelio de la carne, que se estrenó comercialmente en Europa gracias a que una distribuidora francesa vio la película en el festival.
domingo, 7 de agosto de 2016
Los 20 años del Festival de Cine en Lima
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