sábado, 14 de febrero de 2015

La Clase del futuro

Me he topado con un precioso vídeo sobre las posibilidades que las nuevas tecnologías introducirán en la educación de un futuro supuestamente no tan lejano. Pizarras digitales táctiles, conferencias en tiempo real con expertos, aprendizaje por medio de la acción, trabajar en red, impresoras en 3-D que permitirán materializar los proyectos escolares… Toda una utopía educativa hoy en día.      
Yo de mayor quiero volver a ser estudiante de primaria en un futuro como este. Al margen de las novedades tecológico-educativas, que ya están aquí y a la vez parecen tan lejanas en la práctica educativa, lo más fascinante del vídeo es que muestra visualmente y en la práctica una serie de conceptos que todos manejamos de forma abstracta, y que en el vídeo están reflejados perfectamente de forma concreta gracias a las nuevas tecnologías: Aprendizaje
¿Puede considerarse este vídeo como representante realista de las escuelas del futuro?   ¿O es un vídeo bienintencionado pero ingenuo (además de una campaña de marketing, claro)?    Yo voy a mojarme: creo que sí representa una clase del futuro. Pero como todo no es blanco o negro, creo que para llegar ahí tenemos que superar antes muchos obstáculos: 
Dale toda esa tecnología a los profesores hoy. No todos, pero la mayoría acabarán haciendo una clase completamente tradicional solo que con más tecnología. Primer obstáculo: lo difícil de esa clase no es la tecnología (ya existe todo lo que se muestra, hasta la impresora 3D, y es sólo cuestión de tiempo que toda esa tecnología se acabe difundiendo); lo difícil es cambiar la mentalidad y cultura educativa de profesores, padres, directores de colegio, alumnos, etc.  Para mí, este obstáculo se solucionará a más tardar cuando los profesores sean de la generación actual de jóvenes, acostumbrados a utilizar con naturalidad todas esas herramientas de forma cotidiana. Mi opinión es que independientemente de la tecnología (que, repito, ya existe), es necesario un cambio generacional para llegar  a ver clases como la del vídeo de manera generalizada. Obviamente, hasta llegar ahí veremos (mejor dicho, ya vemos) muchos intentos más o menos acertados de ir construyendo una clase así.  - Ese puede ser el futuro educativo de algunos colegios, pero obviamente no van a llegar ahí al mismo tiempo ni todos las regiones de nuestro pais, ni todos los colegios, ni todos los profesores.
El segundo obstáculo es la enorme brecha digital que ya existe y que solo va aumentar a medida que se vayan digitalizando cada vez más ámbitos de la sociedad, las escuelas y las organizaciones en general. Habrá (¿hay ya, quizá?) universidades que consigan contratar profesores muy innovadores como el del vídeo muy pronto, pero se va a tardar mucho tiempo en conseguir un sistema educativo que genere educadores tan innovadores como el del vídeo (teniendo en cuanta además que profesionales así no se pueden generar de manera mecánica ni estandarizada). No sólo la tecnología, sino sobre todo el uso que se sepa hacer de ella en aula física y virtual por parte de alumnos y profesores marcará la diferencia entre una universidad mejor y otra peor. Creo que se va a generar una competición muy grande por la atracción de talento en las universidades, mucho más grande y más efectiva que la que existe actualmente y además de forma generalizada, y que en esa guerra por el talento van a tener mucho que ver las competencias digitales del profesor (sí, ya sé que eso ya es una realidad en muchas universidades innovadoras, peor a día de hoy no es la realidad de una gran parte de las universidades). Los profesores que existen hoy en día fuimos educados en un sistema prehistórico al lado del sistema del vídeo (aunque no tan alejado de lo que se hace actualmente en muchas universidades, desgraciadamente). Los profesores actuales somos todos inmigrantes digitales (aunque unos han llegado al país digital antes y con más entusiasmo que otros). Lo voy a decir de forma simplificadora y radical. Ya sólo existen tres tipos de profesores: los que lideran el cambio, los que se adaptan a él más o menos rápido, y los que se resisten a cambiar.  Voy a ser optimista. Ya sé que ha habido reiterados fracasos al intentar introducir tecnología en el aula porque al final se acababa haciendo lo mismo de siempre, ya sé que la innovación educativa no puede ser implementada de arriba a abajo de forma de forma estandarizada sin transformar a la vez la cultura educativa, ya sé que nada cambia si no cambian las prácticas educativas del profesor en el aula… Pero creo que, si no todos, muchos o al menos algunos profesores actuales llegarán a hacer algo similar a lo que se ve en el vídeo. Es más, estoy convencido de que muchos ya lo están haciendo aunque con mucho menos tecnología. Es de ellos de los que tenemos que aprender, de hecho.

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