“En el Perú existe una gran oferta laboral docente muy importante, Según el Censo Escolar último, el Estado peruano emplea a 324,995 educadores, aunque los índices de oferta del empleo muestra que existe un 10% (58,281) de educadores desempleados. El presente año 2013 el Ministerio de Educación ha presupuestado 51,000 plazas de contrato a nivel nacional.
El acelerado crecimiento de instituciones educativas privadas en ciudades de la costa peruana ha elevado el empleo de los educadores, representando el 28% (171,200) con respeto a docentes nombrados en el Estado. La oferta de empleo de educadores para escuelas privadas muestra el modelo económico que experimenta nuestro país; El Estado renuncia progresivamente a proporcionar educación de calidad a la población, se incentiva que sean inversionistas privados quienes se encarguen de una responsabilidad que les compete exclusivamente.
La selección y acceso laboral de los educadores muestra conflictos durante la competencia entre profesionales y normalistas egresados de institutos pedagógicos; además de la inclusión de profesionales que no han sido formados como educadores. Los últimos concursos de nombramiento y contratos aún muestran la equivocada percepción de funcionarios del Ministerio de Educación de elaborar pruebas de conocimientos generales en la creencia que esto acredita la calidad profesional de los educadores. En realidad omiten el nivel de experiencia y productividad que posee un educador. Este tipo de concurso ha detenido en parte el clientelaje político que caracterizaba la obtención de empleo en Educación, bastaba con presentar el carnet partidario para obtener nombramiento sin haber pisado un aula universitaria”
SALARIO DE LOS EDUCADORES EN PERÚ.
El Estado Peruano a través del Ministerio de Educación, -como órgano intermedio-, asignó el año anterior un Presupuesto Institucional Modificado (PIM) para el sector de s/17,189.300, lo que representa un 3.31% en referencia al Producto Bruto Interno para el año 2012. Este porcentual es el aproximado a lo que se ha venido asignando en los últimos seis años (ver cuadro 01), sin embargo, en el mayor de los casos solo se ejecutan en un aproximado del 85%, lo que en realidad indica que el Presupuesto real en Educación sólo se ejecuta en 2.78%.
La UNESCO sugiere que para mejorar la calidad educativa en el mundo, cada país debe invertir no menos del 6% de su Producto Bruto Interno (PBI). El Perú, -según el informe de la Comisión económica para América Latina (CEPAL)-, es una de las naciones en Latinoamérica con menor presupuesto educativo. En el gráfico 03 puede observarse las líneas de tendencia entre PBI y presupuesto educativo: mientras el PBI indica crecimiento sostenido, en cambio el presupuesto educativo se ha mantenido en 3%. Diferentes gobiernos en Perú se comprometieron a cumplir con el incremento al 6% en el presupuesto general de la república en un plazo mediano, aún no se ha cumplido dicha meta presupuestal.
El exiguo presupuesto también se refleja en el salario de los educadores. A excepción del gobierno de Alejandro Toledo, quien duplicó el sueldo, los demás gobiernos han supeditado los incrementos salariales al condicionamiento de una ley magisterial aprobada recientemente.
El salario de los educadores en Perú es diferenciado, varía según el tipo y nivel y la jornada laboral, es decir, existe un salario escalonado en el educador de nivel superior en cualquiera de sus formas, así como en educadores de Educación Básica Regular (EBR). Teniendo en cuenta que los educadores de EBR representan el mayor porcentaje laboral en nuestro país (ver cuadro) no existe pirámide salarial, sino una base muy ancha respecto a renumeración privilegiada que perciben un porcentaje muy bajo de educadores.
Bajo la nueva ley de educación los docentes de Educación Básica Regular en el primer nivel y con una jornada laboral de 24 horas perciben un salario promedio de 1,243.39 soles (478.22 USD), la cual va ascendiendo paulatinamente en un promedio de 100, 150 y 200 soles hasta el octavo nivel. Este sueldo resulta reducido comparado con el monto oficial de la canasta básica familiar que es de 2,240.00 soles (861.54 USD). Este salario es percibido por la mayoría de educadores y representa sólo el 55.50% de la canasta básica, muestra la insuficiente capacidad adquisitiva de un educador. Además, si se agrega el gran porcentaje de educadores que laboran en el sector privado y sus salarios representan sólo el 31.25 % de la dicha canasta familiar.
Ante tal situación salarial, las huelgas magisteriales son frecuentes y reiteran una justa demanda por el incremento salarial. Los reclamos de los educadores son tratados por cada gobernante como “conflictos superables” que se aplacan con pequeñas dádivas, -usualmente bonos económicos,- como pago por única vez. Desencadenada una huelga esta es aprovechada por gobernantes y funcionarios de educación para culpar a los educadores por la baja calidad educativa o por las consecuencias de dichas huelgas, donde se perjudica a los discentes.
A fin de atenuar necesidades vitales y obtener una mejor calidad de vida, los educadores optan por nuevas opciones laborales; trabajos a medio tiempo que puedan realizar fuera de sus horarios laborales, perdiendo la función de exclusividad al trabajo docente que se requiere. Esto deja entrever una interrogante ¿En qué momento este educador prepara y planifica sus clases? Es obvio que un educador estará concentrado en solucionar primero sus necesidades básicas y después se abocará a la planificación de lecciones en el aula. Esto constituye un indicador notorio y preciso que nos permite comprender que el desenvolvimiento docente, ya sea en el aula o en la sociedad, dependerá en gran medida de una mejora de sus capacidades adquisitivas.
INDICADORES DEL DESEMPEÑO EN EL AULA
El trabajo profesional de un educador requiere una especialización que no aporta ninguna otra carrera profesional: la formación de habilidades, destrezas y virtudes para educar a sus discentes, logrando a través de ello, fines educativos que involucran factores exógenos y endógenos. El producto más delicado y con potencialidad que forma es el ser humano, su educación no puede quedar en manos de improvisados que consideran la profesión del educador como la última opción laboral.
Esto requiere evaluar la calidad del desempeño docente, de sus cualidades como educador y de los productos que va forjando en las aulas. ¿Cómo se evalúa este desempeño docente? Los resultados se observan en los procesos adecuados de aprendizajes eficientes que realiza en el aula y por sus productos que obtiene después de un proceso prolongado de formación con valores y conocimientos.
Para el primer caso, los procesos adecuados de aprendizajes eficientes se reflejan en el discente como producto de un proceso planificado desde el currículo, en su desarrollo óptimo deberá existir un compromiso dual entre educadores y discentes o sus padres, el compromiso por aprender necesita predisposición y preparación y, sobre todo, contar con condiciones materiales favorables para lograr éxito.
Existen muchos indicadores para evaluar el desempeño docente, una de ellas es el dominio profesional. La característica que evalúa es la información teórica que posee el educador, mide la capacidad informativa y de conocimientos pedagógicos, el nivel académico, y la capacidad resolutiva. Este tipo de indicador no evidencia la experiencia acumulada respecto a las destrezas personales y la estrategia didáctica que posee el educador en su desempeño dentro del aula.
Un indicador de percepción y opinión de los discentes sobre el trabajo del educador en el aula suele ser relativo al momento de aplicarse, requiere de un nuevo modelo educativo, una práctica de libertad participativa y madurez del discente. Sus criterios evaluativos resultarían objetivos si tuvieran un adecuado manejo de los instrumentos de evaluación. Siempre existe riesgo que las evaluaciones de los discentes respecto a los educadores prevalezcan factores subjetivos y surjan condicionamientos de diversa índole.
La autoevaluación proveniente del educador es un indicador de conciencia frente a los resultados de su desempeño en el aula, resulta interesante saber como considera cada uno los avatares del propio desempeño en el aula y sus planes de mejora que debería realizar para superar los obstáculos surgidos. Esta autoevaluación debe indicarnos la situación de la planificación de contenidos a desarrollarse en el aula, requiere que un educador cuente con documentación adecuada y controle los logros obtenidos.
Un indicador que sirve para percibir el desempeño óptimo de un educador es a través de la opinión de autoridades educativas, aunque es notorio en muchos casos se superponen factores ajenos y criterios subjetivos a la hora de aplicar un óptimo criterio evaluativo.
No tenemos cifras exactas para estos indicadores a nivel nacional. El único documento de referencia oficial es el ENEDU 2010, publicado por el Instituto Nacional de Estadística e Investigación (INEI) en convenio con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), para seguimiento del presupuesto público 2010. Este documento presenta una muestra de 5,457 instituciones educativas y 13,189 fue el número de educadores participantes de inicial, primer y segundo año de EBR, representando el 4% respecto al número total de educadores de dicho año. La estadística no incluye los departamentos de Tumbes, Lambayeque, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna, por lo que sus resultados podrían variar significativamente.
De acuerdo a los resultados de ENEDU 2010, se percibe un incremento de grados académicos de alto nivel entre los educadores hasta el año 2010. Es necesario tener en cuenta que el proceso del perfeccionamiento para estudio de maestría y doctorado son cubiertos por los mismos educadores, -salvo el caso excepcional de la Región Callao-, los gastos que demanda este tipo de perfeccionamiento son muy altos respecto a la escala salarial de los educadores.
Observando estos resultados es necesario preguntarse como logran los educadores con exiguos salarios obtener grados académicos que sólo se reconoce con un pago aproximado de 46.15 $USD y que la nueva ley magisterial ya no reconoce como bonificación.
Para mejor idea del desempeño de los educadores de inicial, primer y segundo grado de EBR, ENEDU 2010 muestra un análisis de indicadores de acompañamiento pedagógico en el marco del Programa Estratégico Logros de Aprendizaje (PELA). El concepto de “acompañamiento pedagógico” es definido como: “brindar retroalimentación y soporte técnico, promueve su reflexión continua y la mejora permanente de sus desempeños, construyendo vínculos afectivos de cooperación mutua, apoyo solidario y estableciendo relaciones amistosas, de respeto y confianza entre acompañante y acompañado”. Esta definición indica que los aspectos pedagógicos tratados durante el acompañamiento han sido: Programación curricular, Clima en el aula, estrategias de enseñanza–aprendizaje de Comunicación, estrategias de enseñanza–aprendizaje de Matemática.