La situación de la educación inicial en el Perú es que el 65,2% de la población de 3 a 5 años asiste a un servicio o programa de educación inicial público o privado. Si bien este dato nos señala que estamos avanzando en el acceso y la cobertura a la educación inicial, no dice nada sobre cómo estamos avanzando en el logro de las competencias básicas. No existen datos precisos sobre la calidad de los aprendizajes obtenidos por los alumnos de este nivel, habida cuenta que todavía no se conocen los resultados de la primera evaluación de logros de los niños de 5 años realizada por el Ministerio de Educación en el 2008. Pero el sentido común pedagógico considera que la educación inicial tiene mejor calidad que los otros niveles. Sin embargo, habría que precisar que los factores que determinan la calidad de la educación inicial, como los ambientes de aprendizaje, se encuentran en mal estado, como es el caso de los PRONOEI (Programas no Escolarizados de Educación Inicial), especialmente en el sector rural. Otros problemas son las serias limitaciones que los docentes tienen y la presión que se ejerce sobre los niños para que vivencien procesos antes de su edad.
Los principales problemas y carencias de la educación primaria, es la baja calidad educativa. Otros problemas son el bajo nivel pedagógico como consecuencia de la limitada formación docente, la deserción escolar y la falta de un trabajo desde y a través del arte, que se encuentra relegado en la educación primaria.
Los resultados de las pruebas de rendimiento de los alumnos del 2do grado de primaria sobre comprensión lectora y matemática, indican que a nivel nacional el número de alumnos que logran un rendimiento adecuado es bajo. Los progresos alcanzados entre los años 2016 y 2017 son poco significativos en comprensión de textos donde los niños de 2do grado se encuentran limitados en sus habilidades comunicacionales y en el pensamiento lógico matemático, revela que en los años anteriores, en la educación inicial, no se logran cubrir los objetivos previstos.
Los niños peruanos presentan niveles tan bajos en compresión lectora debido a las bajas expectativas del docente sobre las posibilidades de aprendizaje del niño; escasa confianza del docente en su capacidad para enseñar, debido a inconsistencias en su formación inicial y en servicio; debilidades del vínculo docente–alumno, donde el docente no estimula a los niños a desarrollar sentimientos de seguridad y confianza en sí mismos y menos a participar activamente en su aprendizaje; deficiente manejo de las transiciones hogar-escuela e inicial-primaria; ambientes de aprendizaje en el hogar y en la escuela que no aseguran una vinculación temprana de los niños con el código escrito. Un aspecto que debemos señalar es que el desarrollo de la lecto-escritura es un proceso gradual y debe ser dado sin presiones. Lo que observamos muy a menudo son aulas donde los docentes, muchas veces por desconocimiento o porque se encuentran presionados por los propios padres de familia, aceleran procesos y buscan que el niño lea y escriba antes de los 6 años. Los métodos que ahí se usan no toman en cuenta el proceso de aprendizaje de la lecto-escritura y los estímulos y oportunidades que se deben de dar para lograr habilidades comunicacionales. Hay un sinnúmero de investigaciones internacionales que han verificado la importancia de la educación temprana. Por otro lado, el niño que tiene entre 3 y 5 años se encuentra en una etapa de afirmación de sí mismo y exploración de su entorno es ahí donde la escuela tiene un gran valor por las oportunidades de socialización y de aprendizaje que brinda. El aprendizaje escolar es sistemático y gradual: si los niños, en los primeros grados de primaria, no desarrollan habilidades básicas que son prerrequisitos para aprender capacidades más complejas, tendrán serias dificultades en los grados superiores. Estas dificultades podrían generar en el niño desaliento, frustración, disgusto por la lectura, dificultades para el aprendizaje en otras áreas del currículo, y hasta abandono de la escuela.
Para mejorar la educación de los niños del nivel inicial tenemos que mejorar los ambientes de aprendizaje. Actualmente carecemos de infraestructura y material educativo y las que hay no se encuentran en las mejores condiciones para los niños menores de 6 años. Pero el problema no solo se limita a las condiciones materiales, sino también implica las dinámicas que constituyen los procesos educativos, las que se vienen dando sin reconocer al niño como protagonista de sus aprendizajes y el docente no logra ubicarse como orientador y mediador de dichos aprendizajes. Por otro lado, es importante que el niño se apropie del espacio y que se sienta identificado con éste. El espacio debe estimular la curiosidad, la capacidad creadora y el diálogo, y son los padres quienes dan un gran aporte al respecto, al participar en su ambientación de acuerdo al contexto cultural en el que viven. Eso es algo que no se toma en cuenta. CV: Hay que centrar la mirada en la dinámica de las interacciones maestro – alumno, maestro – maestro y maestro - padre de familia. Es necesario fortalecer las capacidades de los docentes para que afirmen los derechos de los niños y organicen situaciones de aprendizaje que les permitan desplegar todo su potencial. Se requiere diseñar e implementar una arquitectura institucional orientada a crear en la escuela comunidades de aprendizaje de docentes que reflexionen y generen conocimientos desde su práctica. Se debe establecer relaciones de intercambio de información mutuamente respetuosas entre maestros y padres de familia, en la perspectiva de establecer acuerdos y compromisos de acción concertada. El Proyecto Educativo Nacional plantea una serie de medidas para mejorar la educación que han sido discutidas y analizadas de manera participativa, sin embargo, muchas de ellas están siendo ignoradas, y las pocas que han sido tomadas en cuenta, como la necesidad de mejorar la formación de los docentes, dejan mucho que desear. El Proyecto Educativo Nacional contempla la importancia de preparar docentes especializados para el primer y segundo grado de educación primaria; habría que ver qué tanto las autoridades han tomado en cuenta esta política y cuánto se ha invertido al respecto.
El problema crítico de la educación y la sociedad peruana son las abismales diferencias entre la educación que reciben los niños de la ciudad y el campo, de la escuela privada y pública, de la educación formal y no formal. En los extremos están, por un lado, los hijos de familias pudientes que estudian en colegios particulares y, al otro lado, los hijos de los comuneros andinos y amazónicos que asisten a escuelas unidocentes o multigrado. La educación, en estos casos, lejos de ser un mecanismo que contribuye a reducir las inequidades sociales, podría tener como efecto inesperado la acentuación y hasta la perpetuación de las desigualdades existentes. Utilizar la educación como estrategia para reducir la pobreza requiere, entonces, de urgentes cambios en la sociedad y de una nueva educación.
Sobre el impacto en la educación de los programas sociales de atención a los niños en situación de pobreza y vulnerabilidad son muy criticos, a lo largo de mi carrera profesional he encontrado a muchos niños en riesgo nutricional donde son más lentos y cometen más errores al realizar las pruebas sicológicos en ayunas que cuando lo hicieron después de desayunar, lo que evidencia que en estos niños el cerebro es sensible a la disponibilidad inmediata de nutrientes en su organismo. Por otra parte, maestros y promotores educativos para cuyos alumnos se suspendió el beneficio del desayuno escolar dan testimonio del impacto positivo de éste en la asistencia a la escuela, contribuyendo a reducir la deserción. Sin embargo, como la alimentación escolar no es una prioridad para los gobiernos de turno, miles de niños pobres asisten en ayunas a la escuela.
Hay que prestar especial atención a los niños en situaciones de desventaja social y económica con programas de apoyo social, como alimentación de los más pequeños para combatir la desnutrición. Ante la ausencia de programas sociales, ya sea del Estado o de la sociedad civil, los niños tendrían serias dificultades, muchas veces irreversibles. Se ven esfuerzos por universalizar la salud, por erradicar la violencia o el maltrato, por la nutrición y la buena alimentación, sin embargo, todavía tenemos deudas fatales que comprometen a generaciones enteras. Es importante también sensibilizar a las propias comunidades y ayudarlas en la identificación de sus problemas y soluciones; de esta forma son más conscientes de sus derechos y asumen un rol proactivo frente a sus necesidades.
sábado, 22 de abril de 2017
La educación Inicial y Primaria en el Peru
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