En este nuevo año escolar 2017, la IEP donde yo trabajo deberá ser el motor de otras Instituciones públicas y privadas donde se impulse al resto de colegios a no limitar a sus estudiantes. La innovación en educación debe medirse por cuánto aprenden nuestros alumnos.
La innovación se suele asociar al mundo empresarial. Pero es válida e indispensable en muchos otros aspectos, como la educación. En educación, es difícil seguir los procesos naturales de la innovación: entender al usuario, diseñar, probar, rediseñar. La IEP Cesar Vallejo arriesgara en este año por una educación con metodologías que están a prueba, eso es lo interesante porque además, involucra a actores con intereses distintos que deben actuar alineados para generar un cambio. Pero eso si, como el resultado se ve en el largo plazo, es difícil medir el avance y es fácil dudar y retroceder en el camino. Pero no lo haremos.
¿Qué involucra educarse?
Es sinónimo de aprender, o al menos eso debería ser. Pero aquí y en muchos otros escuelas hemos confundido acertar con aprender y tener un título con saber. Y este es el primer cambio cultural que necesitamos para generar una verdadera mejora en educación. Naturalmente, los colegios juegan un rol fundamental. Y nuestro objetivo primordial deberá ser que nuestros alumnos aprendan.
La Internet ha generado nuevos medios de educación y, con ellos, han nacido nuevos retos y actores en la innovación educativa: el acceso a medios digitales, la comunicación y la creación de contenidos. Con tantos actores y con resultados que no son visibles inmediatamente, necesitamos una entidad que los alinee en un objetivo común, que la población aprenda, y que perdure en el tiempo.
La metodología de trabajo que tiene nuestra IEP Cesar Vallejo debe ser tomada en cuenta por otras instituciones educativas como las buenas prácticas y alinear incentivos en torno al aprendizaje. Se debe lograr que las instituciones privadas que innovan se conviertan en un motor que impulse al resto del sector y no en un esfuerzo aislado con escasos beneficiarios. Alinear requiere formalización y supervisión. Y la supervisión duele, sobre todo cuando no estamos alineados en el objetivo, en el modelo de negocio. Tenemos que medirla por lo que estamos tratando de mejorar, cuánto aprenden nuestros alumnos. Al igual que en cualquier innovación tenemos que seguir un proceso en diseñar, probar, medir, ajustar, medir más. Nuestro modelo educativo debe ser el aprendizaje y nuestro usuario central el alumno.
Solo así lograremos innovar para beneficiar a la verdadera educación.
domingo, 22 de enero de 2017
Innovar en educación
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