1.Averigua tu estilo de Aprendizaje. Afortunadamente, no todos aprendemos igual. Algunos aprendemos mejor de forma visual, otros de forma auditiva y otros haciendo y experimentando. Es fácil saber cuál es tu estilo fijándote un poco en lo que haces en tu vida diaria o hablando con alguien que sepa del tema.
2.Averigua qué te funciona mejor según tu estilo. Por ejemplo, si eres del tipo cinestésico (necesita hacer y experimentar), te será más útil estudiar dándote paseos por la habitación que estando quieto. Si eres auditivo, te será útil recitar los temas, estudiar con otro compañero, etc,…gota
3.Método. Aunque parezca obvio, tener un método para cualquier cosa, nos permite ganar en eficacia, en tiempo, y en reducir enormemente la energía física y mental que gastamos. Tener un buen método de análisis de la información (lectura, subrayado, esquemas, mapas mentales), va a mejorar nuestra comprensión lectora y favorecer que los contenidos se instalen en la memoria. Lo mejor es que te lo enseñe un experto en la materia.
4.Aprende un método sencillo de subrayado. Como suele ocurrir, aquí hay variedad de opiniones: con varios colores, con dos, con uno, con rotuladores, fosforitos, bolígrafos, lápices,…..Lo ideal es que cada uno encuentre el estilo que más le conviene. Pero no debemos olvidar que el subrayado sólo debe ser una guía visual de las palabras clave del texto. Como tal, la técnica debería ser lo más sencilla y visual posible. Nuestra recomendación: bolígrafo verde y crear técnicas distintas para distintos tipos de ideas (principales, secundarias, etc,….). Ejemplo: palabras clave principales en un cuadro y secundarias subrayadas con una raya.
5.Gestión del tiempo. Trucos: exprime el tiempo al máximo. Haz las cosas con el mínimo tiempo posible para concentrar esfuerzos. La agenda se convierte en elemento fundamental en el que detallamos todos nuestros futuros pasos, especificando qué temas vamos a estudiar, cuándo repasar, etc,….Ritmo ideal: estudio media hora y descanso 5 minutos.
6.Lectura. Con unas sencillas técnicas de lectura rápida se consiguen varias cosas: leer más rápido, comprender mejor, y en consecuencia, ir cogiéndole gusto a la lectura. Esto puede marcar toda la diferencia.
7.Memoria. No es cuestión de tener mejor o peor memoria. Se trata de conocer unas técnicas que, si se aprenden y usan correctamente, puedo funcionar como un superordenador sin darme cuenta.
8.Atención y concentración. Aquí también podemos aprender sencillos ejercicios para mejorarlas, así como para relajarnos y afrontar el stress ante los estudios y los exámenes. Los orientales tienen una sencilla técnica que consiste en mirar fijamente una vela durante unos minutos.
9.Trabaja tus creencias. A veces nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. Detectar y trabajar los pensamientos negativos que a veces tenemos (“no valgo”, “tengo que ser el mejor”, “no merezco el éxito”, etc,……) puede marcar un antes y un después en nuestra vida, librándonos de una fuerte carga de ansiedad.
10.Sé tu propio juez. Superar esas creencias limitantes, debería llevarte en definitiva a ser tú el el juez y el promotor de tu propia vida y de tus decisiones. Deja de compararte con otros y de ser víctima de las expectativas que los demás ponen sobre ti, sean buenas o malas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario