Frecuentemente, padres de familia cuyos hijos asisten a colegios públicos me escriben lamentándose por la educación mediocre que reciben sus hijos. Se quejan que sus hijos se aburren, no aprenden, tienen que tolerar profesores que no son capaces de motivarlos o que incluso les enseñan cosas equivocadas. El que haya profesores buenos en algunas aulas no les sirve de consuelo a los padres a cuyos hijos les tocó tener malos profesores.
También hay padres que se quejan de lo mismo respecto a colegios privados, en los que pagan entre 100 y 250 soles mensuales por blanco zona de Vital te (y a veces aún más) y tienen que soportar todo tipo de deficiencias y maltratos. Además de quejarse, me preguntan qué hacer para aliviar de algún modo inmediato su situación, ya que no pueden esperar a que a los gobiernos les interese proporcionar una educación de calidad en los colegios.
Hablar sobre la responsabilidad del estado y el derecho a la gratuidad de la educación de calidad a estos padres no les resuelve de inmediato su problema y su deseo de brindarle a sus hijos e hijas la oportunidad de una educación suficientemente buena como para que les permita seguir avanzando en su formación básica.
En ocasiones he sugerido a estos padres, sobre todo si sus hijos e hijas son estudiosos, aplicados y tienen ganas de estudiar y superarse, que opten por una solución privada, aunque les implique asumir un costo y hacer un sacrifico económico adicional.
La idea es la siguiente: por un lado, identificar a 5 compañeros de promoción igualmente empeñosos y estudiosos, que vivan relativamente cerca unos de otros. Así mismo, identificar al mejor profesor del colegio (o del barrio), que goce de gran reputación por su capacidad docente. Ese profesor probablemente gane unos 1,200 soles en el colegio público, o sea unos 10 soles la hora. La idea es contratar a ese profesor por 2 horas interdiarias privadas, a realizarse en la casa del alumno que viva más cerca del colegio pagándole 20 soles la hora, de modo que el costo de las 24 horas mensuales (480$) para cada uno de los 6 alumnos del grupo sería 80 soles. La consigna para el profesor es que enseñe al grupo los temas que se desarrollan en el colegio, y que les enseñe a trabajar en grupo. De ese modo, en la sesión interdiaria a la que no asista el profesor, el grupo puede seguir trabajando junto en las tareas y los temas escolares que el profesor habrá de revisar al día siguiente. De ese modo, los padres optan por una solución privada a un problema público, que si bien implica un sacrifico económico, le da una salida inmediata a su problema. Quizá esta idea les sirva también a otros padres e inclusive a los alcaldes, que podrían contratar a los mejores profesores del distrito para ofrecer clases de recuperación en los locales municipales, para que los alumnos que necesitan apoyo para sus tareas o tienen ganas de aprender más de lo que les enseñan en el colegio, tengan la oportunidad de hacerlo en forma gratuita.
Este tipo de planteamientos puede ser resistido por parte de quienes argumentarán que se abriría una ventana para pagar pese a tener derecho a una educación pública gratuita. Sin embargo, eso no resuelve la inquietud de aquellos padres que preguntan qué pueden hacer para ayudar a sus hijos en el corto plazo.
Por otro lado, en vista que tomará mucho tiempo aún lograr que todos los alumnos cuenten con profesores suficientemente buenos a lo largo de su educación básica, quizá sea hora de que el gobierno central o los gobiernos regionales inviertan algo de dinero para desarrollar el software de autoaprendizaje de los cursos escolares de la secundaria, dando la opción a los alumnos de estudiarlos por su cuenta en su casa y asistir solamente a los locales predeterminados para dar exámenes. Las notas que obtengan irían a sus certificados escolares. Así, los alumnos que asisten normalmente al colegio pueden usarlo como refuerzo o como opción alternativa para evaluarse, y los que no asistan (podría establecerse un criterio de rendimiento mínimo y permiso de los padres) podrían estudiarlo a distancia.
Algo hay que hacer para que los alumnos de hoy encuentren una mejor opción que esperar a que algún día algún gobierno se apiade de ellos y se digne invertir con fuerza lo suficiente para asegurar que todo alumno que asista a un colegio público ó privado, obtenga una oportunidad de aprendizaje que lo ponga en condiciones de salir de su pobreza y tener éxito en su vida.
domingo, 31 de enero de 2016
Soluciones privadas frente a la educación mediocre
Vacaciones largas son nocivas
Despues de un año de trabajo con mi colega Carlos Ruiz de la universidad de la Cantuta donde hicimos un seguimiento del progreso de 600 alumnos de educación primaria tanto en escuelas públicas y privadas en Chosica observando los resultados en matemáticas y lectura con un Test o prueba en los 6 grados de primaria.
Encontramos que los alumnos de nivel socioeconómico bajo, medio y alto arrancan el primer grado con algunas diferencias pero no demasiado significativas. Cinco años después, las diferencias entre ricos y pobres se agrandan. La primera reacción es asumir que eso se debe a la falta de habilidades o condiciones de desventaja del hogar, o baja calidad de enseñanza en la escuela pública.
Pero hemos demuestrado que eso no es cierto. Resulta que el Test no se aplica al final del año escolar, sino al principio del año escolar, después de vacaciones. Lo que hizo fue tomar las pruebas en la segunda semana de marzo y compararlo con las de noviembre, para ver el efecto del año escolar versus el efecto de las vacaciones.
Lo que ocurre es que en vacaciones los niños pobres no aprenden nada fuera de la escuela, en cambio los niños de nivel alto avanzan su lectura en vacaciones, lo que quiere decir que la ventaja que sacan los niños del nivel socioeconomico alto respecto a los niños del nivel socioeconomico bajo no se debe a la escuela sino a la estimulación extra escolar. El pobre a lo más ve televisión. El rico tiene vacaciones útiles, lectura, cine, viajes, interactúa con nuevos amigos, etc.
En suma, sostiene que se pierde el tiempo debatiendo en la manera como se discute los problemas de la educación, al hablar currículo, comprar laptops, más recursos para la escuela, tamaño de las clases, etc. como si la escuela estuviera fallando. Su tesis es que la falta de logros se debe a la falta de suficiente escolaridad para los niños pobres. Dicho de otra manera, si ambos grupos recibieran los mismos estímulos y oportunidades educativas rendirían igual.
Además derriba el mito de la superioridad asiática en las pruebas internacionales al señalar que en EE.UU. el año escolar dura 180 días, en cambio en surcorea 220 días y en Japón 243 días por lo que lógicamente sus alumnos abarcan más temas, aprenden más y rinden más en las escuelas.
Todo esto es muy consistente con las razones por las cuales las escuelas privadas en Chosica están revolucionando los conceptos de pedagogía del éxito para los estudiantes con desventajas que desde la creación de la escuela Santa Rita hace 10 años han mantenido un sobresaliente record de logros en sus alumnos. Hoy son 600 alumnos, Los alumnos son aceptados sin tomar en cuenta antecedentes académicos ni de comportamiento, mediante sorteo de vacantes, 25 por salón.
Más del 60% son del nivel socioeconomico bajo.
El 75% viene de hogares unipaternales.
La disciplina y el régimen académico son muy estrictos, como en el sistema asiático. Estudian entre 8 y 9 horas diarias, se dejan tareas para la casas. Cada dos sábados tienen clases de 9 a 1 PM y en las vacaciones de verano tienen 3 semanas adicionales de clases de 8 AM a 2 PM. Así, llegan a 60% de tiempo adicional de estudio frente a otras escuelas públicas tradicionales, facilitando que los alumnos aprendan sin quedarse rezagados.
Sabes que recursos necesitará tu hijo para adaptarse a los cambios futuros?
La creatividad y la inteligencia emocional son dos ámbitos que debe desarrollar la escuela del futuro Hoy día ya no sirve la escuela ni los modelos de aprendizaje de hace cien años.
La sociedad demanda individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes en las TIC, autónomos, con altos dotes sociales, que se adapten fácilmente a los ambientes laborales, capaces de trabajar con cualquier persona, en cualquier lugar y momento. Los niños de hoy no sabemos qué serán en el futuro, pero deberán tener los recursos necesarios para adaptarse a lo que venga. Intuyo los caminos por donde avanzar, por ejemplo:
1. En creatividad, que genera oportunidades para que se desarrolle el talento, y sin embargo, la escuela de hoy condena esa creatividad, «Se nace siendo creativo, es parte de nuestra inteligencia natural y es lo que diferencia a los seres humanos de las demás especies. El 80% de los aprendizajes se producen antes de los cinco años, después de esta edad a los niños se les empieza a dirigir ordenándoles qué deben hacer, cómo hacerlo y en qué plazos.
2. La educación emocional en edades tempranas, «Ésta debe comenzar en la educación infantil y transcurrir a lo largo de toda la vida, permite al individuo afrontar mejor los retos de la vida y tiene como finalidad el desarrollo del bienestar personal y social. No debemos olvidar que las emociones tienen un valor adaptativo porque nos protegen de peligros, son valiosos recursos de información porque nos pueden hacer ver qué sienten otros y, finalmente, las emociones no pueden estar separadas de la cognición y las habilidades sociales».
Gran parte de la comunidad educativa aboga por un revolucionario cambio en la forma de enseñar, de aprender... en la escuela para formar a los ciudadanos del futuro.
A lo largo de toda mi experiencia profesional me he rodeado de una gran cantidad de profesionales donde he intercambiado diversas ideas, opiniones, críticas y nuevos modelos de pensamiento, sobre cómo debería ser la educación del siglo XXI.
Estos son los retos que planteo para la educación del futuro:
1. Hay que formar al ciudadano del siglo XXI: la sociedad del siglo XXI requiere individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes con el mundo digital, con altos dotes sociales y que se adapten a ambientes laborales diversos.
2. La inclusión social como eje: es trascendental el establecimiento de políticas públicas regionales para el desarrollo sostenible en el que uno de los pilares sea la inclusión social.
3. Se requiere liderazgo institucional: la cultura digital lleva años instaurada en la sociedad. Las instituciones educativas no pueden permanecer ajenas, por lo que se torna fundamental un liderazgo institucional basado en la construcción de un sentimiento de comunidad sólido, unido a un uso de las TIC desde y para la pedagogía y el currículo.
4. Extraer la inteligencia colectiva: en una sociedad cada vez más compleja sobrevivir en ella depende cada vez más de una inteligencia colectiva. El ser humano es social por naturaleza, por lo que ha de aprovechar las posibilidades abiertas de la sociedad digital.
5. Contenidos + Pedagogía + Tecnología: la intersección entre tres factores fundamentales son claves para la introducción de las TIC en los procesos educativos: sólidos conocimientos de los contenidos, dominio de competencias pedagógicas y manejo de herramientas tecnológicas y sus posibles aplicaciones. La tecnología no reinventa a la pedagogía, sólo amplía sus posibilidades.
6. Las TIC implican nuevos métodos de evaluación: aprender utilizando las TIC requiere un planteamiento metodológico distinto al de adquisición de meros contenidos. Evaluar este tipo de aprendizajes no debe centrarse, por tanto, en determinar el éxito en adquisición de contenidos sino en el dominio de las competencias del siglo XXI.
7. Hay que romper el mito de los nativos digitales, es decir, la consideración de que todos los jóvenes son nativos digitales y dominan las TIC para usos de provecho en el siglo XXI.
8. Fomento de la creatividad: existe una inminente necesidad de repensar los sistemas educativos para evitar ahogar la creatividad de los aprendices. Es decir, enterrar un sistema educativo basado en el control e instaurar uno de empoderamiento. El alumno nace siendo creativo y el sistema educativo ha de generar las condiciones para que pueda seguir desarrollando esa creatividad.
9. Importancia de la educación emocional: la finalidad principal de la Educación es que cada sujeto pueda alcanzar un grado óptimo de bienestar social y emocional, por lo que la educación emocional debe ocupar un lugar privilegiado en los sistemas educativos. Para ello los programas de formación docente deben dedicar una mayor atención a tales competencias.
10. Cooperación necesaria entre familia, escuela y comunidad: la educación no es exclusiva de las instituciones educativas: es posible aprender en cualquier lugar de la sociedad. Para ello debe existir conexión y cooperación entre familia, escuela y comunidad. La educación es una cuestión de toda la sociedad.
11. Liderazgo sin burocracia: el liderazgo en una institución educativa debe tener como finalidad principal la mejora educativa de los discentes, con un liderazgo centrado en la pedagogía y alejado de la pura burocracia. Todos los agentes de la comunidad educativa deben estar implicados en la consecución de las metas del centro.
12. Objetivo: desarrollo de competencias. Los cambios de sistema educativo deben orientarse hacia la mejora competencial de los estudiantes. La sociedad digital requiere de competencias que los sistemas educativos han de desarrollar (autonomía, adaptación, tratamiento de la información, etc.), reformando el currículo. Se requerirá de unidades didácticas más simples basadas en tales competencias útiles para la inserción social, aprendiendo de forma conectada en red.
13. Foco en los intereses del aprendiz: el aprendizaje debe producirse de forma natural, partiendo de los intereses del aprendiz, teniendo en cuenta lo que ya sabe, desde la práctica y de cometer errores para ser reorientado por el docente.
14. Un nuevo rol del profesor y su formación: desde la transmisión de contenidos a la orientación y apoyo del alumno, generando las condiciones para que sea éste el que, de manera activa y experimental, construya su propio conocimiento. Ello comporta que la formación docente se reconfigure, contemplando de forma más sólida el uso pedagógico de los entornos digitales para la sociedad del siglo XXI.
15. Nueva ecología del aprendizaje: existe una nueva ecología del aprendizaje que está reconfigurando la educación. Volvemos a entenderla en su sentido amplio, más allá de su simple consideración como escolarización.
16. El reto de considerar todos los ámbitos educativos posibles: existe una necesidad de disrupción en el sistema educativo planteado como ente aislado de la sociedad. Los aprendizajes producidos en ambientes no formales e informales crecen a un ritmo vertiginoso y no quedará más remedio que considerar los beneficios de todos estos ámbitos educativos.
17. Interactuación sobre los contenidos: el aprendizaje no está en los contenidos sino en las interacciones que se producen alrededor de ellos. El aprendizaje en red a través de interacciones debe consistir en agregar, remezclar y poner en práctica los conocimientos.
18. Una formación adaptada a las demandas: la construcción del currículo que deberá configurar los nuevos perfiles que demanda la sociedad tendrá que hacerse entre todos los agentes involucrados en su desarrollo. La sociedad y las escuelas deben colaborar para adaptar la formación a las demandas sociales del siglo XXI.
19. Se trata de formar a ciudadanos, no solo a profesionales eficientes: un sistema educativo abierto a la comunidad y basado en aprendizajes colaborativos que implican a toda la sociedad. La labor de este sistema no es formar a ciudadanos únicamente para ser útiles a un mercado, sino formar a ciudadanos capaces de desenvolverse en todos los niveles sociales.
20. Evitar la ansiedad tecnológica: la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, es imposible predecir qué tipo de tecnología habrá en un futuro próximo. Lo que sí tendrá que hacer la sociedad, es diseñar cómo quiere que sea la educación del siglo XXI, la tecnología que acompañará será la que esté disponible llegado el momento de la implantación.
Vanguardia Cientifica
Las mejores universidades del mundo destacan por estos cinco criterios:
a) Sus premios Nobel;
b) Sus investigadores altamente citados;
c) Artículos publicados en las revistas Nature y Science; d) Artículos en el "Science citation index-expanded" y en el "Social Science citation index"; y
e) Desempeño académico de sus profesores.
Este ranking se basa en el dicho “por sus frutos los conoceréis”. Entre las 100 primeras universidades, 58 son de EE.UU. seguidas de Inglaterra (9), Japón (5), Alemania (5), Canadá (4), Suiza (3), Suecia (3), Holanda (3), Francia (2), Australia (2), Israel (1), Bélgica (1), Noruega (1), Dinamarca (1), Italia (1), Finlandia (1), Austria (1).
La ausencia de universidades latinoamericanos en el ranking por falta de inversión en educación superior explica buena parte del subdesarrollo económico de estos países. Entre la UNAM de México y la Universidad de Sao Paulo ocupan el puesto 153, la Universidad Federal de Río de Janeiro y la de Buenos Aires comparten el 301, la Estadual Campiñas el 351 lugar y la Universidad de Chile el 401. No hay ninguna universidad peruana pública ni privada entre esas 500. Obviamente las mejores universidades disponen de ingentes cantidades de recursos para contratar profesores y desarrollar investigaciones.
Por ejemplo la universidad de Harvard dispone de un presupuesto de $ 18,500 millones. Muy a lo lejos, entre las estatales latinoamericanas la UNAM tiene un presupuesto anual de US$ 1,500 millones de dólares y la Universidad de Chile de $ 220 millones. Quizá el Perú debiera seguir la estrategia que utilizó exitosamente Israel para concentrar en un solo instituto a sus mentes científicas más lúcidas para producir la ciencia y tecnología que necesita el país. En 1949 Israel creó el Instituto Científico Weizmann para la investigación científica, la gestión de patentes y creación de compañías de base tecnológica y está en la frontera del conocimiento. Hoy el Weizmann figura entre los líderes mundiales en la investigación multidisciplinaria que alberga a unos 2500 científicos, técnicos de laboratorio y estudiantes de investigación. En el año 2005 una encuesta de más de 2,000 científicos de talla mundial realizada por la revista The Scientist lo elegió como la mejor universidad del mundo para que los científicos de la vida lleven a cabo sus investigaciones. A su lado se creó en 1959 el Yeda Research and Development como brazo comercial del Instituto Weizmann que comercializa las nuevas patentes y genera enormes ganancias que retroalimentan continuamente la investigación científica. Yeda registra alrededor de ochenta patentes por año, setenta y cinco por ciento de ellas en las ciencias de la vida. En total, los científicos del Weizmann han sido responsables de más de mil patentes registradas, muchas de las cuales han sido desarrolladas comercialmente.
El Perú debería aprovechar su temporal bonanza económica para tomar iniciativas en el campo de la investigación científica y tecnológica que apuntalen su sustentabilidad socioeconómica. Identificar sus fortalezas en torno a las cuales focalizar los esfuerzos por desarrollar ciencia, tecnología, patentes y recursos humanos altamente calificados, que nos coloquen en el mapa mundial de la excelencia científica. El foco podría ser la biodiversidad. El Perú es uno de los mayores centros de germoplasma de especies domésticas comercialmente útiles de flora y fauna del mundo. Es un país megadiverso que alberga cerca de 50,000 especies vegetales diferentes (20% del total del planeta). Al menos 2,600 tienen aplicación industrial como fuente de alimentación, medicinales, recursos madereros, forrajeras, aceites y grasas, aromas y perfumes, productos de cosmetología, productos curtientes, especies y tintes y colorantes. Se han reportado 24,500 especies de plantas superiores, especies de helechos, mamíferos, aves, peces, reptiles y filos menores. Toda esta diversidad dentro y entre las especies puede proporcionar al planeta alimentos, maderas, fibras, energía, materias primas, sustancias químicas, industriales y medicamentos. El gobierno podría convocar a los mejores científicos peruanos residentes en el Perú (junto con algunos residentes en el exterior), garantizándoles sueldos de nivel internacional y formar con ellos un Instituto de Altos Estudios Científicos y Tecnológicos que se encargue de realizar investigación de avanzada que luego pueda producir patentes y además suficientes retornos económicos para mantener continuamente la investigación científica y tecnológica de avanzada. La inversión inicial podría salir de recursos del estado y donaciones mineras. Paulatinamente se autofinanciaría con los “grants” que capten los investigadores junto con las regalías de las patentes. En pocos años tendríamos una de las universidades “top-100” y pocos años después una de las “top-10”. La candidata presidencial 2016 Verónica Mendoza a por el partido politico Frente Amplio podría ser la iniciadora de esta experiencia y ser recordada como Ben Gurión en Israel, por haber sido el impulsor de la vanguardia científica y tecnológica peruana.
PISA distorsiona la Educación
Como ocurre con los monopolios en la economía, que fijan precios, estándares y condiciones al mercado, del mismo modo las pruebas PISA, con el fuerte respaldo de la OECD, han marcado una existencia monopólica de pruebas internacionales en el limitado mercado de pruebas mundiales, opacando o anulando la emergencia de cualquier otra prueba o criterios para calificar la calidad de la educación de los diversos países del mundo. Con ello sus mentores se convierten en los superministros de educación del mundo. Ellos definieron qué hay que evaluar con preguntas que tienen respuestas pre establecidas sobre ciertas competencias de matemáticas, lectura y ciencias para los escolares de 15 años de los países participantes. Con esas preguntas y sus rankings de resultados han forzado a todos los sistemas educativos del mundo a alinearse con sus conceptos y modelos de pruebas. ¿Por qué esas áreas? Porque son las que tradicionalmente se han considerado habilidades duras y son las más fáciles de evaluar en pruebas de opciones múltiples en las que hay que escoger la respuesta “correcta” entre las propuestas por el evaluador, mostrándose impermeables a la renovación de los criterios de evaluación educativa más relevantes para nuestros tiempos. Las pruebas PISA están inspiradas en la creencia de que un joven de 15 años que logra un pensamiento complejo en lectura, matemáticas o ciencias de acuerdo al currículo europeo vigente puede darse por bien educado. Es decir, tiene las mejores oportunidades de éxito en la educación superior y lo que sigue después. Tomados como conjunto, las sociedades cuyos alumnos tienen ese desempeño son las que se consideran que educan bien a sus jóvenes. Pero, ¿es realmente así? Corea del Sur y China tienen buenos resultados en PISA pero su educación es tortuosa y sus logros en educación superior solamente consideran a los jóvenes que pasan por el difícil filtro meritocrático de los exámenes de ingreso a las universidades, con tasas de un ingresante por cada 50 o más postulantes. Estados Unidos e Israel califican a media tabla en PISA pero son los líderes mundiales en el desarrollo de tecnología, patentes y emprendimientos (start ups), en un mundo en el que los jóvenes deben ser capaces de crear su propio empleo más que esperar que otros se los den, porque eso los condena a ser trabajadores temporales, discontinuos, sujetos a los vaivenes del mercado que se informatiza y automatiza, y sin garantía de buena remuneración. Por otro lado, el mundo empresarial se queja cada vez más de la falta de preparación de los estudiantes universitarios y profesionales por la carencia de las habilidades blandas, habilidades espaciales, sociales y creatividad que PISA no evalúa. En cambio, las que evalúa son cada vez menos relevantes.
ESTÁNDAR y JERARQUÍA
Uno de los más grandes contribuyentes a la revisión del pensamiento educativo de estos tiempos es el psicólogo Howard Gardner de la Universidad de Harvard, quien formuló la ahora universalmente aceptada teoría de las inteligencias múltiples. Sostiene que cada persona tiene ocho inteligencias o habilidades cognoscitivas semiautónomas que trabajan juntas pero que se desarrollan de distinta manera e intensidad en cada estudiante, dependiendo de su carga genética y del contexto cultural en el que se educa. Ellas son la inteligencia lingüística, lógica-matemática, corporal y cinética, visual y espacial, musical, naturalista, interpersonal o inteligencia social, y la inteligencia intrapersonal. (Gardner estuvo pensando en incluir una novena inteligencia que denominaría “existencial” referida al dominio de los asuntos religiosos, espirituales y trascendentes de la vida) Las pruebas PISA solamente evalúan los aprendizajes basados en dos de las ocho inteligencias (la lingüística y la lógico matemática y parcialmente la naturalista) dejando fuera todas las otras, descalificando con ello a todo aquél que puede tener una bajo nivel de desarrollo intelectual en matemáticas o lengua, pero alto o muy alto en las otras seis inteligencias. Los psicólogos e innovadores educativos señalan reiteradamente, basados en la investigación en pedagogía, sicología del aprendizaje y neurociencias, que el pensamiento divergente es mucho más potente que el lineal de ruta única que plantea la escuela tradicional, y que la capacidad de investigar, plantear teorías y preguntas relevantes es más importante que la de responder a preguntas cerradas hechas por los examinadores. Las pruebas “para escoger una de las respuestas pre establecidas” son mucho más cerradas que las evaluaciones continuas que se hace de los estudiantes a lo largo de su proceso de aprendizaje. Cuando hace unos años vino de visita a Lima Andreas Schleicher, director de PISA, en un panel académico le pregunté “supongamos reunimos en un salón a Beethoven, Picasso, Freud, Shakespeare, Elton Johns, Konrad Adenauer, Maradona, el Papa Juan Pablo II, ¿qué resultado obtendrían en las pruebas de matemáticas, lengua y ciencias y como predeciría eso su desempeño futuro? Todos ellos han sido geniales en sus áreas de talento, pero difícilmente aprobarían las pruebas PISA en las tres áreas. La respuesta obviamente era que posiblemente no las aprobarían, pero su presunción era que tomada en conjunto toda la población que rinde las pruebas, el promedio del desempeño de los alumnos en las tres áreas sí sería un buen indicador y predictor del éxito educativo. Creo que todos los interesados en estos temas deben tomar con cautela los aportes de PISA y tomar nota que lo que nos enseña el mundo educativo de avanzada y el mercado laboral y empresarial apunta más bien en la siguiente dirección: 1)Le va mejor a las personas que cultivan sus habilidades y competencias más que a las que se obsesionan con los recorridos universitarios y los títulos académicos.
2)Las habilidades cognitivas duras clásicas más examinadas no son tan importantes ya para las empresas. Más importantes ahora son las habilidades blandas, sociales y creativas.
3)Tiene ventajas desarrollar un pensamiento crítico, cuestionar lo establecido, diferenciar entre realidad, ficción y opinión, ser aprendices independientes, saber cómo averiguar las cosas por sí mismos, colaborar, ayudarse.
4)Más que continuar o mejorar lo ya establecido es ventajoso prepararse para lidiar con los cambios, con un futuro incierto sobre el que no tenemos control. Aprender a investigar lo desconocido más que lo conocido. En eso las habilidades blandas son más potentes que las duras En suma, hay que tener cuidado con sacralizar los informes de las pruebas PISA, que es la bandera usada por la OECD para la evaluación comparativa de los sistemas educativos basada en el credo sobre el valor de tener estándares universales uniformes y la rendición de cuentas en relación a ellos. En los hechos tiene efectos secundarios muy problemáticos como la jerarquización de los países, la depresión de los educadores de los países que salen con malos puntajes, la erosión de la legitimidad social de la formación escolar, y la fuerte tendencia a orientar el currículo y los quehaceres pedagógicos en función de las pruebas PISA (cuando en realidad ellas solo abarcan un pequeño porcentaje de lo que se espera que los jóvenes aprendan en la escuela). Además, como sólo se evalúan algunas capacidades cognitivas, dejan fuera otras capacidades que son esenciales para el desarrollo personal y social de los jóvenes.
AUTOCRÍTICA
Aunque siempre he sido escéptico respecto al valor de la evaluación de los aprendizajes y capacidades de los alumnos usando pruebas de lápiz y papel o algún software para marcar, (y a partir de ellas hacer la predicción de sus posibilidades futuras), debo reconocer autocríticamente que en varias oportunidades me he dejado llevar por el uso de las pruebas PISA como un potente referente para explicar el nivel educativo en el que se encuentra un país. No es que la educación peruana no esté languideciendo como se desprende también de PISA, pero las razones para ello y las opciones para replantear su ruta hacia la excelencia no pasan por el simple expediente de apuntalar las áreas que miden las pruebas PISA. Formar personas conscientes de sus fortalezas y limitaciones, capaces de ser buenos ciudadanos, estudiantes competentes y profesionales innovadores y apasionados con sus quehaceres, supone un conjunto de ingredientes formativos mucho más amplio y diverso que el que plantea las pruebas PISA.
domingo, 24 de enero de 2016
El ajedrez es educativo
A raiz del articulo que leí sobre prohibir el juego del ajedrez en Arabia Saudi, me viene a la mente las muchas conversaciones que he tenido con el profesor de ajedrez Daniel del colegio donde yo enseño. El tiene una gran pasión por el deporte ciencia, donde manifiesta que el ajedrez es una herramienta educativa, social y terapéutica, y que a su vez se ha confirmado que la demanda de a enseñanza del ajedrez en las escuelas ha subido mucho, y urge la buena formación de profesores en esta disciplina.
Asimismo el Prof. Daniel dice que hay una variedad de argumentos para convencer de las enormes ventajas pedagógicas que tiebe el ajedrez y son muy contundentes, y además tienen suficiente base científica.
En varias ocasiones he obverbado la clase del prof. Daniel, donde me di cuenta del gran impacto que hubo durante una sesión de juego donde hay una variedad de aplicaciones sociales y terapéuticas que el prof. de ajedrez desarrolla.
Por desgracia, el ajedrez educativo y el deportivo rara vez caminan de la mano. El Ministerio de Educación debiera de capacitar a profesores en ajedrez puede ser a distancia o presencial como lo hacen en otros países como Argentina, México y España.
El prof. Daniel me decia que los valores que desarrolla el ajedrez coinciden con los que, en su opinión, debe promover la educación del siglo XXI. Sin embargo, no todo es de color rosa en este asunto. Hay diversos problemas y riesgos urgentes, que parten del mismo tronco: buena parte del mundo del ajedrez deportivo aún no ha entendido que su futuro depende del éxito del ajedrez educativo. Además, el trabajo de algunos docentes ajedrecistas no son bien remunerados y no le dan le debida importancia.
Por ultimo el prof. Daniel termina con un mensaje positivo: "Contrariamente a lo que ocurre en otros muchos campos relacionados con la ciencia, el arte y la educación, el idioma español es esencial en el ajedrez pedagógico".
Quieren prohibir el ajedrez en Arabia Saudita
Sólo la ignorancia o la maldad pueden explicar la reciente decisión del muftí (autoridad religiosa) de prohibir el ajedrez en Arabia Saudí. Quizá no tenga la menor idea de la gran importancia histórica del deporte mental en el mundo y en la cultura árabe en concreto. O, todavía peor, tal vez le asuste que sus fieles puedan pensar con lógica.
Uno de los argumentos de Abdulaziz al-Sheij, esta lumbrera de la religión musulmana, es aberrante porque intenta convertir en lacras algunas de las grandes virtudes del ajedrez: “Hace pobre al rico, y rico al pobre. Crea hostilidad y hace malgastar el tiempo”. El hecho de que el ajedrez iguale a todo el mundo, ricos con pobres, discapacitados con superdotados, niños con adultos, hombres con mujeres, tímidos con soberbios. Es precisamente uno de los motivos de sus demostradas virtudes pedagógicas, sociales y terapéuticas. Varios maestros de escuela que lo utilizan como herramienta educativa me han contado la revolución social que se produce en un aula cuando el alumno supuestamente más torpe le gana una partida al líder de la clase. En cuanto a hostilidad, todos los psiquiatras consultados indican justo lo contrario: es una manera muy adecuada de sublimar y desahogar las tendencias violentas que tiene todo ser humano en mayor o menor medida; por eso, entre otros motivos, funciona tan bien en cárceles y reformatorios. El muftí cita asimismo razones ampliamente superadas hace siglos: que el ajedrez implica apuestas de dinero, expresamente prohibidas por el Corán. Eso era cierto, a veces, en la Edad Media, pero ha desaparecido desde entonces, con la reciente excepción de las apuestas por Internet sobre el resultado de los torneos, como ocurre en casi todos los demás deportes. Pero es muy improbable que Abdulaziz al-Sheij se refiera a esto último porque entonces tendría que prohibir todos los deportes. La frase más jugosa del muftí, que nos incita a un interesante buceo histórico, es muy contundente: “El ajedrez es obra de Satanás”. Pero no es nada original porque otros fanáticos religiosos, tanto musulmanes como cristianos, ya dijeron tonterías semejantes a lo largo de los siglos. Con mención especial para el imán Jomeini, quien lo prohibió tras liderar la Revolución de 1979, nada más tomar el poder en Irán, con esta otra sentencia redonda: “El ajedrez es un juego diabólico que perturba la mente de quienes lo practican”. Antes de explicar las curiosas razones de esa decisión, es de justicia aclarar que Jomeini rectificó poco antes de morir, convencido por los argumentos de algunos intelectuales iraníes, que provocaron un debate público después de la huída despavorida de varios jugadores profesionales, como Sharif (nacionalizado francés) o Shirazi (estadounidense), quienes veían peligrar sus vidas o al menos su futuro. Según las escuelas más radicales de interpretación del Corán, los guerreros musulmanes podían relajarse practicando tres actividades beneficiosas cuando volvían del campo de batalla: montar a caballo, tirar con arco y gozar con sus mujeres. Había otras actividades calificadas como inocuas, y toleradas. Por el contrario, el ajedrez estaba considerado como pernicioso por varias razones; entre ellas, las citadas apuestas antiguas; y también que sus piezas representan figuras humanas y de animales, algo rechazado por los coranistas extremos. Sin embargo, los mencionados intelectuales iraníes y otros islamistas moderados lo catalogaban como beneficioso, dado que servía de entrenamiento para desarrollar la estrategia bélica. Ello persuadió a Jomeini en 1988, e Irán es ahora una de las grandes potencias del ajedrez asiático. Pero, como ocurre estos días con el muftí saudí, los talibán afganos no se enteraron de nada de eso o no quisieron enterarse, y también lo prohibieron, en 1996, hasta el punto de que los jugadores de la selección nacional se han jugado la vida varias veces o se han escapado del país para participar en las Olimpiadas de Ajedrez u otros torneos.
Mucho menos traumático fue el intento de prohibición del clérigo iraquí Al Sistani en 2004: sus propios colegas le hicieron desistir, y el equipo nacional, masculino y femenino, siguió acudiendo a las citas internacionales. Hay motivos para augurar que ahora pasará lo mismo en Arabia Saudí. Aunque el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua afirma que las decisiones de un muftí “son consideradas como leyes”, lo cierto es que no siempre se cumplen, o al menos no a rajatabla. Abdulaziz al-Sheij es catalogado como extremista en un país que ya de por sí tiende al fundamentalismo religioso; por ejemplo, es partidario de reforzar la prohibición de que las mujeres conduzcan, contra la opinión de la mayoría de sus compatriotas. De hecho, este edicto contra el ajedrez no es más que una renovación de otro promulgado hace 40 años (poco antes que el de Jomeini) nunca aplicado de verdad, aunque en teoría está prohibido, por ejemplo, pasar un juego de ajedrez por las fronteras saudíes. La ocurrencia del muftí ha tenido mucho eco internacional y ha indignado a los ajedrecistas de su país, quienes sin embargo no parecen asustados. El presidente de la Federación Saudí, Musa bin Thaily, ha anunciado que no piensa cambiar su programación de torneos nacionales, ha cuestionado la decisión del muftí y, para no dejar el menor resquicio de duda, ha matizado: “En las piezas que empleamos en nuestro país, el rey no está coronado por una cruz sino por la media luna creciente del Islam”. Tal vez porque las religiones se basan en la fe ciega, en contraposición al cálculo preciso y la lógica del ajedrez, éste ha sido prohibido en algún momento por el cristianismo, el Islam y el judaísmo. Incluso Buda vedó los juegos que se practicaban en un tablero de ocho por ocho. Sólo así puede entenderse, por ejemplo, que el famoso monje cisterciense francés San Bernardo de Claraval, líder religioso del siglo XII, definiera el ajedrez como “un placer carnal”. Tampoco se sabe por qué al arzobispo de Florencia le parecía que el ajedrez era “vergonzoso, absurdo y asqueroso”, por lo cual castigó a su obispo tras pillarlo in fraganti. Pero el castigo fue benigno porque le mandó lavar los pies a doce pobres. Y algo parecido ocurrió en el siglo XIII con el arzobispo de Canterbury, que calificó el ajedrez como un “vicio execrable”, y condenó al prior de Norfolk, tras descubrir que era ajedrecista, a tres días de pan y agua. La lista de prohibiciones es tan larga que sería tediosa, pero conviene añadir que durante los tiempos de la Sagrada Inquisición, el famoso Savonarola, confesor de Lorenzo de Médicis, amenazó con la condenación eterna a quienes pillase jugando al ajedrez. Por último, aunque por razones muy distintas, es importante mencionar que el Gobierno chino prohibió el ajedrez (así como la música de Beethoven y todo aquello que tuviera algún atisbo “occidental”) durante poco tiempo en el contexto de la Revolución Cultural (1966-1976) mientras el gran líder Mao Zedong agonizaba. Para mayor escarnio del gran desconocimiento o la sutil perversión del muftí, debe subrayarse la enorme importancia de los árabes en la evolución histórica del ajedrez. Ellos lo tomaron de los persas y lo trajeron a España hacia el siglo VIII o IX. Al principio sólo se practicaba entre los ricos, y era uno de los signos de distinción de la clase alta. Pero en los siglos siguientes se hizo interclasista e interétnico, hasta el punto de que el rey Alfonso X, El Sabio, escribió un libro de ajedrez en el siglo XIII, donde desliza la idea que el ajedrez es una magnífica herramienta para favorecer la buena convivencia de musulmanes, judíos y cristianos. Ese concepto sigue siendo muy válido hoy: la Federación Internacional de Ajedrez aglutina a 188 países; entre ellos, casi todos los musulmanes. Sin embargo, que los ciudadanos piensen puede ser muy peligroso para los líderes extremistas irracionales. Quizá esté ahí el meollo de esta noticia.