Hola muy buenos dias ayer jueves conversaba con un grupo de colegas en una pastelería de Ate Vitarte, sobre los mejores modelos educativos del mundo, que se caracterizan por brindar una educación de calidad, asequible, tecnológica y social a cada uno de sus estudiantes.
Bueno siempre he dicho que la educación es quizá uno de los indicadores más importantes al determinar el nivel de desarrollo de una nación. Si bien es cierto que los resultados de las evaluaciones internacionales como las pruebas PISA, el TIMSS y el PIRLS y los exámenes propios de cada país ayudan a establecer la calidad de un modelo educativo, no son los únicos elementos que hay que tener en cuenta. Otros aspectos como las horas de estudio, la inversión en capacitación de maestros, la asequibilidad a la educación superior y las metodologías de enseñanza innovadoras, que fomentan las habilidades del siglo XXI, son componentes indispensables. Entre ellas tenemos:
1. Corea del Sur.- El modelo educativo de Corea del Sur se caracteriza por ser muy estricto y riguroso. Los alumnos estudian durante todo el año, en ocasiones acuden siete veces en la semana a la escuela y gastan más de 12 horas al día asimilando nuevas teorías y conceptos, bien sea en el colegio o en la casa. Esto se debe en parte a la gran presión que le es impuesta por sus padres y por la cultura surcoreana: el éxito no es una cuestión de talento, sino de trabajo duro, el cual desemboca en excelentes resultados en las pruebas internacionales, especialmente en los módulos de pensamiento crítico y análisis. Además, en este sistema las clases son dictadas a una gran cantidad de alumnos. La idea es que los profesores puedan enseñar a sus pupilos a crecer en comunidad y aprendan a desarrollar relaciones interpersonales con sus pares. Ese es el verdadero reto.
2. Finlandia.- El modelo educativo de Finlandia se caracteriza por ser exigente, pero al mismo tiempo flexible. Los estudiantes solo pasan alrededor de 5 horas en la escuela y no deben realizar tareas en la casa. Esto se debe en parte a que el sistema finlandés propone un aprendizaje basado en la experiencia: se promueven múltiples actividades extracurriculares, que se realizan en la misma localidad y que buscan fomentar los talentos dependiendo los intereses de cada alumno. En este escenario, la escuela se convierte en un centro comunal: muchos colegios cuentan con salones de juego, espacios de recreación y lugares que fomentan la colaboración.
3. Japón.- Una de las razones por las cuales Japón es considerado uno de los mejores modelos educativos del mundo es su alta inversión en tecnología. Cuenta con un sistema organizado y un currículo académico estandarizado que se aplica de igual forma en cualquier institución. Esto tiene un único fin: asegurar que todos los estudiantes reciban la misma educación y disminuir la brecha de conocimiento cuando se aplican diferentes metodologías. Por otro lado, en Japón los alumnos pasan aproximadamente 240 días al año en la escuela, un tiempo significativo en comparación a otros países. Además, la mayoría de los estudiantes japoneses reciben tutorías personalizadas complementarias los días no hábiles.
4. Holanda.- Desde el año 2013, en Holanda se comenzó a implementar el modelo educativo ‘para la nueva Era’ creado por Steve Jobs, que propone un aprendizaje autónomo, donde el estudiante es quien establece sus propias metas guiado por el maestro. Este sistema integra la tecnología como parte fundamental dentro su currículo académico, con la finalidad de que los alumnos puedan, por un lado, acceder a contenido multimedia, interactivo y lúdico que enriquezca su proceso individual y, por el otro, conozcan herramientas digitales que faciliten la comunicación con sus pares y profesores. Fomentar la colaboración, la independencia del estudiante y el uso de las TIC’s son las características más destacadas del modelo educativo holandés.
5. Canadá.- En el país norteamericano, los estudiantes deben asistir al colegio desde los 5 hasta aproximadamente los 18 años. Los padres tienen la posibilidad de elegir un colegio que dicte sus clases bien sea en francés o en inglés, gracias a que Canadá es considerado uno de los países líderes en educación bilingüe.
Una de los elementos clave que hay que resaltar es que Canadá cuenta con uno de los índices de graduados de la Universidad más altos del mundo. Esto se debe en parte a que la inmigración de estudiantes al país es un proceso sencillo, la educación superior es asequible y el costo de vida para los alumnos es bajo. Además, las universidades canadienses se enfocan en la investigación, generando así oportunidades para que los egresados desarrollen proyectos medio ambientales, de agricultura, tecnología, entre otros, respaldados por entidades públicas y privadas.
6. Singapur.- El éxito del sistema educativo de Singapur radica en sus maestros. En éste, los docentes se educan constantemente, al mismo tiempo que tienen un salario: reciben capacitaciones, talleres, cursos en desarrollo personal y profesional, entre otras opciones, que les ayuden a mejorar su labor diaria. Esto gracias a que en Singapur, los profesores son considerados personas capaces de construir una mejor nación.
De esta manera, los docentes son muy exigentes con sus estudiantes, quienes demuestran su compromiso con su proceso de aprendizaje arrojando resultados sobresalientes en las pruebas internacionales, donde se han destacado por sus habilidades en comprensión de lectura, matemáticas, ciencia, pensamiento analítico, entre otros.
7. Reino Unido.- El sistema educativo del Reino Unido siempre ha estado en la lista de modelos destacados del mundo, ya que constantemente busca la innovación y la adopción de nuevas tecnologías. Recientemente, el gobierno británico anunció un nuevo currículo que se implementará en la primaria, con el objetivo de elevar los estándares educativos en los niños y jóvenes de 5 a 16 años. Éste se enfocará en desarrollar las habilidades básicas en los primeros grados, será mucho menos extenso y estará dividido en cinco módulos principales: matemáticas, inglés, computación, ciencia y diseño y tecnología.
8. Rusia.- El sistema educativo de Rusia está organizado y coordinado por el Estado, quien asegura que la educación general sea libre y esté disponible para todo el mundo. Los niños más pequeños usualmente asisten a preescolares o centros especializados, que se enfocan en el desarrollo intelectual a temprana edad y de la habilidad motora por medio de actividades físicas. En la primaria y en el bachillerato, que hace parte de la educación general, el sistema educativo se enfoca en la formación emocional y social de los estudiantes, con la finalidad de que éstos puedan adaptarse a la vida en la sociedad y estén en capacidad de tomar decisiones asertivas. Este componente educativo es quizá una de las características más destacadas del sistema ruso. Además, cada escuela cuenta con su propio currículo académico, siempre y cuando cumplan con los requerimientos del estado. Por esto, existen algunas instituciones que se especializan en un área determinada.
9. Estonia.- El modelo educativo de Estonia se destaca por brindar a los estudiantes la posibilidad de profundizar en los temas que sean de su interés en los los últimos años de la secundaria, bien sea en humanidades, matemáticas, ciencias, negocios, informática, entre otros. Además, después de este período general, los alumnos tienen la oportunidad de asistir a los institutos educativos vocacionales, donde se preparan para entrar a la vida laboral y donde se orienta a escoger la carrera universitaria adecuada, según sus habilidades y fortalezas.
viernes, 11 de enero de 2019
viernes, 16 de noviembre de 2018
Retos de la Educación frente al desarrollo científico y tecnológico
América Latina pasa por un momento muy especial. Es la región del mundo con economías que más crecen; la que ha reducido su pobreza de manera sustantiva al igual que la informalidad laboral; la que ve progresar muchos de sus indicadores sociales y que mejora sus resultados educativos a un ritmo muy dinámico, aún cuando las brechas en relación a los países de mayor desarrollo es grande. A su vez enfrenta el reto de la globalización y la presencia cada vez mayor de las nuevas tecnologías. La competitividad convertida en una variable esencial para el crecimiento económico, depende mucho de la disponibilidad de capital humano bien formado que dispongan las naciones. Al respecto, la oferta de oportunidades educativas ha crecido y muchos países han logrado o están muy cerca de la universalización de la educación primaria. Los progresos en la escolarización de la educación inicial y secundaria son notorios, aunque aún hay regiones al interior de los países que no alcanzan un mínimo de grados de escolaridad que les de más posibilidades de salir de la pobreza. Hay un déficit educativo que se arrastra desde el siglo pasado y que tiene que ver con culminar los procesos de universalización de la educación básica para toda la población en edad de recibirla, pero también con la escasa calidad de los sistemas educativos que no preparan con suficiencia y pertinencia el personal que se requiere para el desarrollo. Al déficit de oportunidades y calidad que vienen de décadas atrás se suman las demandas de formación para el siglo XXI. Son demandas cuyo contexto se caracteriza por un incremento intenso del conocimiento y la actividad científica; empleos que exigen actividades más intelectuales, no rutinarias e interactivas; tecnologías que evolucionan constantemente y nuevos problemas de diversa índole que surgen producto de la constante mutación social. Frente a esta dinámica de cambios los sistemas educativos deben ofrecer las respuestas adecuadas. Por un lado, preparar para un futuro del cual muy poco sabemos cómo evolucionará. Por otro lado, dotar a los ciudadanos de unas competencias básicas que les permitan actuar con éxito en esta nueva sociedad, así como unas competencias denominadas socioemocionales y de comportamiento interpersonal cada vez más demandadas para tener éxito en la vida. En síntesis, lo que plantea la nueva sociedad son reformas sustantivas de el sistema educativo y de las prácticas de aprendizaje. Se necesitan escuelas que sigan más cerca el cambio social, tecnológico y del mundo de la producción; docentes que adquieran previamente las competencias que se aspira trasmitan a sus estudiantes; propuestas curriculares y de evaluación basadas que consideren, de un lado, que no solo basta trasmitir conocimientos sino utilizarlos como vía para que los estudiantes los apliquen en situaciones de la vida cotidiana y en su formación integral como personas. De otro lado, que las posibilidades y la potencialidad de recursos para aprender y enseñar se acercan a lo infinito. La escuela no es más el único lugar de aprendizaje como tampoco el docente es el único trasmisor del mismo. Los desafíos que tiene la educación en los siguientes años son considerables pero hay una contexto alentador y favorable. Las economías seguirán creciendo, quizá no tanto como en los años previos pero a tasas importantes. A su vez los presupuestos destinados a la educación pública seguirán creciendo. La sociedad en general es mucho más consciente que antes de la importancia de la educación como motor del desarrollo. Finalmente, para mantener tasas adecuadas de crecimiento económico necesitamos seguir invirtiendo en educación. Siendo así, no perdamos la oportunidad de avanzar el la mejora de la calidad y resultados educativos.
Reconciliarse con las matemáticas
Para algunos de nosotros hablar de matemática es sinónimo de aburrimiento, presión, mecanización y probablemente todo esto lleve consigo sentimientos negativos, partiendo de malas experiencias y recuerdos difíciles, pues la matemática es un área temida por muchos.
Antes se pensaba que la matemática era un conjunto de fórmulas y pasos, los cuales tenías que memorizar para tener éxito. Una ciencia exacta donde la creatividad no tenía espacio y donde la resolución de problemas era un proceso cerrado de una sola solución.
Es momento de cambiar paradigmas.
La época va cambiando y con ello estos paradigmas. Hoy al hablar de matemáticas, hablamos del proceso respetuoso que considera los intereses y ritmos de aprendizaje como elemento fundamental.
Como siempre digo “Si no hay interés no hay aprendizaje”. Es importante reconocer que los niños son activos protagonistas en la construcción del conocimiento, son ciudadanos competentes que tienen perspectivas e ideas propias. Si nos centramos en esta idea, vemos que las matemáticas están inmersas en su vida cotidiana, desde que anotan y marcan el teléfono de su mejor amigo, o cuando resuelven cómo hacer para repartir los dulces de manera equitativa y alcance para todos los compañeros, o simplemente cuando quieren jugar a la tiendita y necesitan poner precios y dar el cambio, o cuando juegan al mercado y pesan alimentos, ya estamos haciendo matemáticas, por ende pienso que desde esta mirada, las matemáticas se vuelven cotidianas y son una herramienta clave para resolver problemas de la vida real.
Las matemáticas y su vínculo con la creatividad
Jamás podría pensar en unas matemáticas mecánicas y sin intención, mi concepto de ellas son unas matemáticas funcionales, unas matemáticas necesaria para la convivencia y ciudadanía. La mejor forma de pensar en matemáticas es considerando su vínculo inherente con la creatividad. Estoy convencido que las matemáticas sin creatividad no existen, la resolución de problemas consiste en poder analizar el problema y brindarle múltiples alternativas de solución y para generar ello necesito la creatividad para proponer diversas soluciones y al final elegir la mejor. Estos problemas se dan dentro de un marco cotidiano de indagación y exploración mediante el juego.
Antes se pensaba que la matemática era un conjunto de fórmulas y pasos, los cuales tenías que memorizar para tener éxito. Una ciencia exacta donde la creatividad no tenía espacio y donde la resolución de problemas era un proceso cerrado de una sola solución.
Es momento de cambiar paradigmas.
La época va cambiando y con ello estos paradigmas. Hoy al hablar de matemáticas, hablamos del proceso respetuoso que considera los intereses y ritmos de aprendizaje como elemento fundamental.
Como siempre digo “Si no hay interés no hay aprendizaje”. Es importante reconocer que los niños son activos protagonistas en la construcción del conocimiento, son ciudadanos competentes que tienen perspectivas e ideas propias. Si nos centramos en esta idea, vemos que las matemáticas están inmersas en su vida cotidiana, desde que anotan y marcan el teléfono de su mejor amigo, o cuando resuelven cómo hacer para repartir los dulces de manera equitativa y alcance para todos los compañeros, o simplemente cuando quieren jugar a la tiendita y necesitan poner precios y dar el cambio, o cuando juegan al mercado y pesan alimentos, ya estamos haciendo matemáticas, por ende pienso que desde esta mirada, las matemáticas se vuelven cotidianas y son una herramienta clave para resolver problemas de la vida real.
Las matemáticas y su vínculo con la creatividad
Jamás podría pensar en unas matemáticas mecánicas y sin intención, mi concepto de ellas son unas matemáticas funcionales, unas matemáticas necesaria para la convivencia y ciudadanía. La mejor forma de pensar en matemáticas es considerando su vínculo inherente con la creatividad. Estoy convencido que las matemáticas sin creatividad no existen, la resolución de problemas consiste en poder analizar el problema y brindarle múltiples alternativas de solución y para generar ello necesito la creatividad para proponer diversas soluciones y al final elegir la mejor. Estos problemas se dan dentro de un marco cotidiano de indagación y exploración mediante el juego.
sábado, 13 de octubre de 2018
Los estudiantes no aprenden del docente sino que aprenden con el docente.
La educación actual se está transformando por lo tanto precisa poder formar mejores hombres, una educación en donde los actuales procesos de instrucción y aprendizaje se baje a un segundo plano, para dar paso a aquellos que permitan que el estudiante sea más protagonista (educación virtual) y permitiendo desarrollar habilidades para saber enfrentar problemas reales y así afrontar múltiples retos preparándolo, a los profundos cambios sociales y culturales que se prevén para la sociedad. En la virtualidad, los alumnos no aprenden del docente sino que aprenden con el docente. Este enfoque permite que cada alumno estudie a su propio ritmo en función de sus capacidades, que los estudiantes adopten un rol activo y creativo en la clase, mejora el ambiente de trabajo en aula y estimula el pensamiento crítico y es de aclarar que el rol del docente en las Instituciones de Educativas de primaria y secundaria debe buscar aprovechar algunos contenidos digitales, desde el uso de la tecnología al uso transmisivo de una temática en la educación tecnológica, ambientes virtuales, etc., para generar discusión, debate y reflexión en torno a situaciones que facilitan u obstaculizan la realización personal de los estudiantes. Es de suma importancia que el docente interactúe como un agente de socialización con los alumnos y que se forme tanto en las nuevas tecnologías como en los nuevos diseños didácticos. A los estudiantes hay que enseñarles y orientarles a hablar, a comunicarse, a preguntar y a preguntarse a sí mismo sobre el origen de las cosas y a obtener una explicación y a comprenderla. También es muy importante para los jóvenes: ellos tienen la posibilidad y la oportunidad de cometer errores y de equivocarse. Equivocarse no es fracasar, ya que el camino del error también lo pueden llevar al conocimiento y con este interactuar en la red de redes logra dilucidar esas inquietudes de carácter investigativo. Es un deber de los docentes enseñar a investigar y a preguntar. Cuando un alumno se enfrenta a un problema puede encontrar la solución, pero si no identifica el problema y no dispone de la información adecuada, nunca lo va a arreglar y es ahí donde está el papel importante del docente al discente a aclarar todas y cada una de las dudas que tiene sobre su aprendizaje. El rol del docente es orientar, asesorar o dirigir el proceso de enseñanza- aprendizaje, no puede seguir pensando en transmisión simplemente, sino que debe transcender a la generación de diferentes formas de interacción social, de diversos tipos de comunicación y distintas formas de acceder al conocimiento en sus disciplinas, articulando el contexto en todas las dimensiones y aprovechando las capacidades para ir incrementando fuentes de enlace que construyan los valores hacia la participación, el análisis, la comprensión, interpretación, argumentación y proposición, es importante tener en cuenta que cuando existe en el estudiante interés por aprender asumiendo una actitud reflexiva y crítica frente a los procesos de formación; acción que se deba evaluar para que se conviertan en agentes de cambio, transformadores de las prácticas pedagógicas tradicionales, razón por la cual los alumnos no aprenden del docente sino que aprenden con el docente.
Por un aprendizaje científico
Es urgente que la educación a través de un aprendizaje científico se oriente a alimentar la mente, la imaginación, el espíritu y que salga de la postración en que ha caído. Una educación en donde los actuales instrumentos de instrucción se bajen a un segundo plano, o se destierren del todo, para dar paso a aquellos que permitan que el estudiante desarrolle sus potencialidades y habilidades para enfrentarse a problemas reales y llegue a adquirir un cierto grado de destrezas tanto en lo manual como en lo intelectual sin temer a ser original. Es decir, se necesita que la educación científica vaya dirigida a alimentar la mente, la imaginación y el espíritu, antes que simplemente la memoria mecánica, para despertar en el estudiante desde temprana edad la devoción por la verdadera investigación. Hay que ofrecerle, entonces, al estudiante la oportunidad de mirar a su alrededor y ver las cosas que lo rodean, producto de la naturaleza o del hombre en su verdadera dimensión científica sin misterio ni oscurantismos. Debemos mostrarle que él no solo puede comprender los principios básicos de las cosas y por ende el mundo y la vida. Si no, además convertirse fácilmente en artífice y parte activa del futuro científico para el bien de la sociedad. Si bien los pasos que podrían conducir a estos nuevos enfoques parecen obvios, pero en la práctica no resultan nada fáciles. La resistencia que se puede encontrar tanto de parte de estudiantes como de docentes será siempre grande. El temor a un sistema que no se vislumbra bien en su alcance, o que lleva a un terreno que no se domina, hace a veces que el docente se aferre a métodos antiguos. Por otro lado, el estudiante sabe que el sistema memorista, que no obliga a esforzarse a pensar mucho, le da buenos resultados para obtener las notas que necesita en las evaluaciones; y ésta se ha convertido, junto con los títulos, en sus fines inmediatos e importantes. El que va a enseñar a reflexionar y pensar científicamente tiene que haber aprendido antes de ejercitar esos actos. Además, debe aprender a presentar los hechos y fenómenos científicos de manera que lleguen como verdaderos mensajes inspiradores a los estudiantes; saber hacer uso de una serie de instrumentos y métodos de estrategias pedagógicas científicas más modernas y escoger ejemplos correctos para así lograr la motivación del estudiante; dominar los principios del método científico y estar en la capacidad de ejecutarlo, para poder presentarse ante sus estudiantes como persona de mente abierta, dispuesta a analizar, razonar e interpretar los problemas suscitados en las discusiones de los debates en clases; introducir el principio de la duda metódica y critica en sus estudiantes y resaltar las verdades cambiantes de la ciencia dentro del proceso dinámico que ella misma encierra; inculcar en sus estudiantes los hábitos del orden, disciplina y objetividad que la ciencia exige. Pero, sobre todo, el docente debe tener presente que las ciencias se aprenden permitiendo al estudiante que vaya descubriendo las cosas por sí mismo, dándole apenas la guía y los elementos necesarios; realizando experiencias dentro del laboratorio que ofrece la naturaleza y su entorno y enseñándole a buscar su propia información. En otras palabras, inclinándolos hacia la autodidaxia como el mejor método para su formación integral y su adaptación al mundo cambiante del presente y futuro. Finalmente, digamos que ese nuevo docente que se necesita con urgencia debe tener muy claro la diferencia que existe entre enseñar a sus estudiantes de memoria todos los nombres de las calles y avenidas de una ciudad o el enseñarle a saber encontrar, en el momento preciso, la dirección requerida.
En la actualidad la enseñanza de la Educación es fundamentalmente informativa
En todos los niveles de la enseñanza nos esforzamos por alimentar la mente de los estudiantes con datos y hechos que poca oportunidad dejan para meditar sobre los mismos. Luego, en los exámenes se demanda de ellos la misma información, obligándolos a repetirla, lo más fiel posible, en un proceso intelectual pobre, ayuno de creatividad. De esta suerte, el conocimiento no enriquece la personalidad, ni genera los hombres auténticos y originales. La enseñanza se vuelve entonces de tipo memorista, teorizante y estereotipada. Es decir, hacemos del acto de la transmisión del saber científico un fin en si mismo, y no un medio, como debe ser, para enseñar a pensar. Olvidamos que, en última instancia, la educación procura la formación integral de la persona. Le damos importancia a los hechos escuetos y aislados (que); nos preocupamos menos por la manifestaciones y comportamientos de los fenómenos (como), y soslayamos las explicaciones y razones de las cosas ( por qué). Por otro lado, el divorcio que existe entre la información que se da de los diversos temas de varias disciplinas va creando en el estudiante un encasillamiento mental que le impide, no sólo de correlacionar cosas sino, además, analizarlas en profundidad y establecer conceptos globales de los fenómenos. La visión panorámica y conceptual está siempre ausente en aras del detalle aislado o del dato memorizado. Esta capacidad de correlacionar hechos continuos se manifiesta en el estudiante a través de los años, y le dificulta los procesos mentales de deducción, de gran importancia en el proceso de la investigación científica hacia la búsqueda de nuevas verdades y conocimientos. En síntesis, el mensaje científico que se dirige al estudiante, especialmente en sus primeros ciclos, tiende a ilustrarle o informarle sobre hechos científicos que no parecen pertenecernos, y en ningún momento toma en cuenta que algunos de aquellos estudiantes podrían tener una fuerte vocación para la ciencia y estar llamados a ser los futuros científicos. Es decir, no se les estimula a ser partícipes del proceso de revolución científica del siglo XXI, sino que, por el contrario, en forma apriorística pareciera que les esta excluyendo, desde ese momento, del aludido proceso. Para rematar las funestas consecuencias del sistema, nuestra enseñanza lleva un sello fundamental de autoridad, la del maestro que, en pocos casos, acaba de enajenar le mente del estudiante, borrando todas sus iniciativas e inquietudes y convirtiéndolo en un receptor pasivo de la información. Al acostumbrar al estudiante a aceptar las cosas sin analizarlas critica y objetivamente, y sin cuestionarlas racionalmente, se esta yendo nada menos que en contra del método científico. Afortunadamente no consideramos este proceso como de naturaleza totalmente irreversible, y en el momento en el que el estudiante o futuro científico, en algunas etapas de su vida y por tiempo prolongado, encuentre un verdadero maestro que lo induzca a la reflexión crítica y a pensar objetivamente, y que lo inicie en los caminos del razonamiento científico y del autodidactismo, muchos de sus vicios pueden enderezarse. Pero, nos preguntamos ¿cuantas mentes científicas capaces, se pierden a diario en Latinoamérica por no llegar a presentárseles esa oportunidad en ninguna de las etapas de nuestro sistema educativo?
CONSECUENCIAS DE ESTE TIPO DE ENSEÑANZA
Algunas de las consecuencias de este tipo de enseñanza ha quedado ya esbozadas en las líneas anteriores. Sin embargo se trata ahora de referir con mayor amplitud a varias de ellas. La sumisión intelectual y la dependencia científica son los productos mas graves de un sistema de enseñanza mal encaminado. Al evitar que los hechos científicos se racionalizan (y por extensión muchos otros hechos de la vida cotidiana) se cae fácilmente en el dogmatismo y fanatismo que obnubilan la mente de las personas, con consecuencias poco deseables reflejadas en todos los actos humanos. Al exagerar un poco las cualidades de los científicos extranjeros y de las facilidades que se dicen tienen, y al mismo tiempo presentar los grades adelantos de la ciencia y sus descubrimientos como fenómenos exóticos, se crea de antemano un sentimiento de frustración y de deslumbramiento en el ánimo del estudiante, a todas luces muy inconveniente. Por otro lado, al no precisar los problemas en su verdadera dimensión, y al no plantearlos por los mecanismos analíticos dentro del método científico, no se llega a comprender debidamente. La consecuencia obvia de esto es la sensación de incapacidad para entenderlos y resolverlos. Todavía más grave es el tipo de aprehensión del conocimiento que pretendemos hacer muchas veces, principalmente a nivel de especialidades post-universitarias. Mandamos a especializarse a personas que no tienen el concepto de la profundidad del conocimiento científico, ni dominan los principios de los fenómenos, ni tienen la actitud del investigador, para que luego vengan a ocuparse de problemas determinados. Al principio esto genera en el individuo la falsa satisfacción de ser el único o uno de los pocos que en el país poseen un cierto número de conocimientos. Pero a la larga el proceso lleva a cambios de frustraciones de diversa índole, conforme se experimentan las limitaciones que ese tipo de conocimientos da, gracias al fuerte componente pasivo que encierra. Otra de las serias consecuencias que se producen es una deformación o desplazamiento de la escala de valores científicos, lo que hacen que se pierdan los conceptos de los valores absolutos de las cosas, y se sobre valoren ciertos hechos. Así por ejemplo, se da importancia a cosas que no la tienen; o se sobre estima el valor de trabajos poco relevantes; o se llevan a cabo aquellas tareas originadas en métodos pseudocientíficos. Asimismo, se tiende a ser repetitivo, o a duplicar, o a imitar estudios de autores extranjeros, y se renuncia a lo autóctono y a lo original, que son los verdaderos factores básicos en la configuración del perfil de cualquier país.
CONSECUENCIAS DE ESTE TIPO DE ENSEÑANZA
Algunas de las consecuencias de este tipo de enseñanza ha quedado ya esbozadas en las líneas anteriores. Sin embargo se trata ahora de referir con mayor amplitud a varias de ellas. La sumisión intelectual y la dependencia científica son los productos mas graves de un sistema de enseñanza mal encaminado. Al evitar que los hechos científicos se racionalizan (y por extensión muchos otros hechos de la vida cotidiana) se cae fácilmente en el dogmatismo y fanatismo que obnubilan la mente de las personas, con consecuencias poco deseables reflejadas en todos los actos humanos. Al exagerar un poco las cualidades de los científicos extranjeros y de las facilidades que se dicen tienen, y al mismo tiempo presentar los grades adelantos de la ciencia y sus descubrimientos como fenómenos exóticos, se crea de antemano un sentimiento de frustración y de deslumbramiento en el ánimo del estudiante, a todas luces muy inconveniente. Por otro lado, al no precisar los problemas en su verdadera dimensión, y al no plantearlos por los mecanismos analíticos dentro del método científico, no se llega a comprender debidamente. La consecuencia obvia de esto es la sensación de incapacidad para entenderlos y resolverlos. Todavía más grave es el tipo de aprehensión del conocimiento que pretendemos hacer muchas veces, principalmente a nivel de especialidades post-universitarias. Mandamos a especializarse a personas que no tienen el concepto de la profundidad del conocimiento científico, ni dominan los principios de los fenómenos, ni tienen la actitud del investigador, para que luego vengan a ocuparse de problemas determinados. Al principio esto genera en el individuo la falsa satisfacción de ser el único o uno de los pocos que en el país poseen un cierto número de conocimientos. Pero a la larga el proceso lleva a cambios de frustraciones de diversa índole, conforme se experimentan las limitaciones que ese tipo de conocimientos da, gracias al fuerte componente pasivo que encierra. Otra de las serias consecuencias que se producen es una deformación o desplazamiento de la escala de valores científicos, lo que hacen que se pierdan los conceptos de los valores absolutos de las cosas, y se sobre valoren ciertos hechos. Así por ejemplo, se da importancia a cosas que no la tienen; o se sobre estima el valor de trabajos poco relevantes; o se llevan a cabo aquellas tareas originadas en métodos pseudocientíficos. Asimismo, se tiende a ser repetitivo, o a duplicar, o a imitar estudios de autores extranjeros, y se renuncia a lo autóctono y a lo original, que son los verdaderos factores básicos en la configuración del perfil de cualquier país.
lunes, 8 de octubre de 2018
La educación y su transformación en la docencia
Nuestra actual sociedad sigue realizando descubrimientos fundamentales para avanzar en la comprensión de nuestro comportamiento e interacción social. La educación debe reforzar funciones de servicio al conglomerado social y orientar sus actividades hacia la solución de problemas, Las empresas se están reinventando en torno a las oportunidades abiertas por la tecnología de la información; las escuelas, colegios e instituciones educativas por fuerza mayor tendrán que hacerlo. Si bien, los pasos que podrían conducir a estos nuevos enfoques y procesos en la práctica no resultan fáciles, la resistencia que vamos a encontrar tanto de parte de los docentes como de los estudiantes será grande. El temor a un sistema que en la actualidad no vislumbra bien sus alcances, o que lleva a un terreno que no domina, hace a veces que el docente se aferre a métodos que han sido rebatidos, por lo tanto, la educación deberá buscar dentro de sus objetivos la formación integral del ser humano, entendido como un ser de necesidades, habilidades y potencialidades, que busca intervenir en las dimensiones cognitiva (conocimientos), axiológica (valores) y motora (habilidades y destrezas), para tener un mejor bienestar y calidad de vida.
El sistema educativo se debe transformar a través de la revisión y actualización de los planes de estudio y la promoción del saber a través de la investigación en los ámbitos de todas las disciplinas, las ciencias, las artes y las humanidades, para difundir los resultados y conclusiones del producto estudiado y de las acciones que permiten descubrir nuevos elementos esclarecedores y prioritarios de la realidad estudiada, de acuerdo con los parámetros que determina cada disciplina en la ciencia. La educación actual se está transformando y precisa poder formar mejores hombres, una educación en donde los actuales procesos de instrucción y aprendizaje se baje a un segundo plano, para dar paso a aquellos que permitan que el estudiante sea más protagonista permitiendo desarrollar habilidades para saber enfrentar problemas reales y así afrontar múltiples retos preparándolo, a los profundos cambios sociales y culturales que se prevén para la sociedad.
En el avance del siglo XXI, los cambios y avances tecnológicos los estudiantes ya no aprenden del docente sino que aprenden con el docente. Este enfoque permitirá que cada alumno estudie a su propio ritmo en función de sus capacidades y adopten un rol activo y creativo en la clase, mejora el ambiente de trabajo en aula y estimula el pensamiento crítico y es de aclarar que el rol del docente en las Instituciones de Educación Superior debe buscar aprovechar algunos contenidos digitales , desde el uso de la tecnología al uso transmisivo de una nueva temática en la educación, tecnología, ambientes de estudio nuevos conocimientos y sus procesos, para elaborar una propuesta que desarrollara en el aula de clase o iniciativa , aplicando el proceso de aprendizaje para generar discusión, debate y reflexión en torno a situaciones que facilitan u obstaculizan la realización personal de los jóvenes y adolescentes. Es de suma importancia que el docente interactúe como un agente de socialización con los estudiantes y que se forme tanto en las nuevas tecnologías como en los nuevos diseños didácticos.Es un deber de los docentes enseñar a investigar y a preguntar. Cuando un joven se enfrenta a un problema puede encontrar la solución, pero si no identifica el problema y no dispone de la información adecuada, nunca lo va a arreglar y es ahí donde está el papel importante del docente al estudiante a aclarar todas y cada una de las dudas que tiene sobre su aprendizaje.
El rol del docente es orientar, asesorar o dirigir el proceso de enseñanza- aprendizaje, no puede seguir pensando en transmisión simplemente, sino que debe transcender a la generación de diferentes formas de interacción social, de diversos tipos de comunicación y distintas formas de acceder al conocimiento en sus disciplinas, articulando el contexto en todas las dimensiones y aprovechando las capacidades para ir incrementando fuentes de enlace que construyan los valores hacia la participación, el análisis, la comprensión, interpretación, argumentación y proposición de su entorno para un desarrollo humano más equilibrado para aportar a la sociedad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)